Bienvenidos, campeones
El equipo de las Pequeñas Ligas de Aguadulce llegó ayer al país, tras la conquista de la Serie Mundial Intermedia de Easley. Familiares y amigos los recibieron en el aeropuerto con pancartas, abrazos, besos y tamborito.
- Karol Elizabeth Lara
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- - Actualizado: 07/8/2017 - 01:22 am
Se fueron con una misión y ayer volvieron con la satisfacción de haber cumplido con creces su cometido.
El equipo de las Pequeñas Ligas de Aguadulce llegó anoche a casa, luego de hacer historia en la Serie Mundial Intermedia de Easley, Carolina del Sur.
En la terminal aérea de Tocumen, padres, hermanos, tíos, amigos y conocidos los esperaban impacientes, ávidos por darles aquel beso o abrazo que la distancia les negó un día antes.
Para la novena de las Pequeñas Ligas de Aguadulce, que ganó el título mundial tras vencer el sábado a Florida por 5-4, la victoria tiene sabor a miel, debido a que desde hace rato venía destacándose.
Ni en Williamsport ni en Taylor la gloria les abrió la puerta a los aguadulceños. Tuvieron que pasar los años para que fuera en este nivel (15-16 años) que el triunfo mundial les sonriera.
Aquellos peloteritos (hoy convertidos en espigados adolescentes) pusieron a Aguadulce en el mapa del béisbol de categorías menores en 2012. Desde esa fecha hacia acá varios tomaron una ruta diferente, pero su terruño siguió brillando con luz propia en Pequeñas Ligas.
Peloteros como Juan Crisp, Jordan Agrazal y Jean Mark Sánchez, entre otros, han jugado en las distintas Series Mundiales de este programa y hoy pueden llamarse con autoridad campeones.
Lo logrado por Aguadulce no es poco, tan solo su clasificación a Easley ya era histórica. Lo fue porque apenas se convirtió en el segundo equipo istmeño en obtener su boleto a los tres mundiales más prestigiosos de Pequeñas Ligas.
Por otro lado, con Boris Polanco al frente, la tropa aguadulceña es la tercera en volver con el cetro al país, tras los conquistados por Curundú en 2000, con Martín Crespo en el banco, y Chitré en 2013, con Azael Domínguez al mando.
Antes de irse, Polanco lo dijo claro, la meta no era apoderarse del campeonato de manera invicta, sino traerlo a casa. Y así lo hizo, Panamá acabó su participación con marca de 4-1, su único revés fue en el segundo encuentro ante Puerto Rico (2-0).
El resto es historia: Aguadulce, Coclé, Panamá, Latinoamérica, como quieran llamarle, es el campeón mundial intermedio.
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