Gasto en campaña es similar al costo de las elecciones
Alcanzar la silla presidencial en Panamá cuesta millones de dólares, literalmente. La campaña electoral para ocupar el mayor cargo de elección popular representa un costo similar al de un proceso electoral.
Alcanzar la silla presidencial en Panamá cuesta millones de dólares, literalmente. La campaña electoral para ocupar el mayor cargo de elección popular representa un costo similar al de un proceso electoral.
- Irma Rodríguez /Reyes [email protected]
- - Actualizado: 20/3/2014 - 04:17 pm
- 16 millones de dólares costó la publicidad en los comicios 2009.
Transparencia del financiamiento privado aún está en entredicho
- A pesar que desde el año 2004, los partidos políticos están obligados a dar un informe de las donaciones privadas que reciben para las campañas políticas, pocos cambios se han aportado a esta materia en las reformas al Código Electoral.
- La lista de donantes solamente es conocida por el Tribunal Electoral que en caso de hallar indicios de delito, solo avisa al Ministerio Público o a las autoridades judiciales.
Alcanzar la silla presidencial en Panamá cuesta millones de dólares, literalmente. La campaña electoral para ocupar el mayor cargo de elección popular representa un costo similar al de un proceso electoral.
Un promedio mínimo de 10 millones de dólares es lo que necesita invertir quien decida participar en la contienda presidencial. Así lo revelan los datos y análisis hechos en materia electoral.
En las recientes elecciones de 2009, los gastos de las tres campañas presidenciales, de Ricardo Martinelli, Balbina Herrera y Guillermo Endara Galimany (q.e.p.d.), costaron, juntas, más de 25 millones de dólares, un gasto cercano al de los 33.8 millones de dólares que destinó el Tribunal Electoral (TE) para celebrar el proceso electoral correspondiente a ese año.
El analista Orlando Goncalves, miembro de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos (Alacop), aseguró que este organismo ha calculado la inversión en campañas presidenciales de la región. Y en el caso de Panamá, donde se ha tomado en cuenta tanto el gasto de financiamiento público como el privado, se estima que cada voto obtenido en una campaña presidencial en Panamá cuesta en promedio 40 dólares a la persona que se declare ganadora.
Goncalves dijo que este promedio de Panamá es más bajo en comparación con otros países. Por ejemplo en México, un candidato presidencial debe invertir en promedio 60 dólares por voto, mientras que en Estados Unidos de América la cifra asciende a 100 dólares.
Y a pesar de esto, cada año tanto el gasto de participar en la contienda presidencial como el propio gasto electoral aumenta.
El magistrado del Tribunal Electoral Eduardo Valdés Escoffery recuerda que esto es así.
“Si la memoria no me falla”, comentó, en las elecciones de 2009, el candidato ganador, Ricardo Martinelli, declaró 18 millones de dólares en donaciones para su campaña, mientras que para los comicios de 2004, Martín Torrijos presentó un informe por 14 millones de dólares en donaciones.
“Desde el 2004 se sabe porque se publican bajo declaración cuánto gastan las campañas presidenciales. Ese monto es pura contribución privada, allí no se está tomando en cuenta el aporte del financiamiento público, sino lo que ellos recaudaron de su propio bolsillo y de terceros”, explicó Valdés Escoffery.
De todo el dinero que acumulan los candidatos en campaña, es la publicidad la que se lleva la mayor parte del gasto.
Para los comicios de 2009, la empresa Ibope Time también estimó gastos millonarios en publicidad de los tres candidatos presidenciales: Martinelli, Balbina Herrera y Guillermo Endara (q.e.p.d.).
Entre los tres candidatos, este rubro sumó un total de $16.4 millones solo en publicidad y de este monto, un aproximado de $10 millones del gasto en publicidad correspondió a Martinelli, quien ganó con 60% de votos escrutados.
Goncalves aseguró que los estudios de los consultores para el continente promedian que la saturación de publicidad consume entre 50% y 60% de los recursos que obtienen las campañas de los partidos políticos.
Seguido de un 20% a 25% destinado para crear una estructura de campaña y activismo a lo largo y ancho del país.
Para la mayoría de las campañas presidenciales, explica Goncalves, la fórmula del éxito en los comicios más recientes ha estado basado en obtener millones de dólares en financiamiento privado o donaciones para costear la promoción. “Solo el día de la elección se promedia un gasto del 10% de los recursos”, expresó el especialista. En ese gasto del día de la elección se incluye la movilización, combustible y alimentación para el equipo.
Se trata de campañas políticas que terminan por convertirse en un negocio. Así lo cree Roberto Troncoso, el expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede).
Troncoso explicó que en algunos casos, los donantes dan condiciones a cambio de entregar altas cantidades de dinero para ayudar a promocionar una campaña.
“En eso han quedado las campañas, en ser ellos facilitadores para quienes colaboraron para las campañas. Por eso pedimos en la reforma que se revelaran los donantes, los ciudadanos tienen derecho a saber eso”, expresó.
Esta realidad no es propia de Panamá. Si se desea buscar un ejemplo para copiar de la región, poco es lo que se encuentra.
Según Goncalves, en la mayoría de los países, la lista de donantes de las campañas políticas no es pública y quizás solo haya ejemplos en países de Europa y en Estados Unidos, pero fuera de esto, los países de Centroamérica consideran estos documentos como material exclusivo para las autoridades.
El uso de excesivos fondos privados para las campañas sigue como tema de preocupación para la región. En 2011, el Informe de Financiamiento de los Partidos Políticos de América Latina reveló que en los comicios realizados entre 2004 y 2010 se demostró una prioridad por el financiamiento privado sobre el público.
Código Electoral regula donaciones y contribuciones de particulares
El financiamiento privado de las campañas políticas o donaciones a campañas está regulado por el artículo 209 del Código Electoral.
El artículo establece como obligatorio que los candidatos a cargo de elección popular lleven un registro de “contribuciones” a las donaciones particulares que reciban. Además, el artículo establece prohibiciones o límites dentro de esta clase de financiamiento.
A los candidatos les está prohibido recibir donaciones por parte de personas naturales, anónimos, organismos, gobiernos extranjeros o personas jurídicas que no ejerzan actividades económicas en Panamá.
También se prohíbe el aporte a campañas políticas por parte de empresas en las que el Estado sea accionario.
Todas las contribuciones se deben entregar en un informe al Tribunal Electoral, a través de un formulario que esta institución ha elaborado, en el que se debe especificar la forma de donación, si es en dinero, bienes o servicios especiales.
También debe detallarse cuando es una contribución de dinero, si esta es entregada en cheques o efectivo.
Si son empresas, debe quedar registrado su número de RUC y nombre del representante legal.
Los informes de gastos de campaña deben darse a conocer, posterior a celebrarse los comicios generales, por parte del Tribunal Electoral, ente que recauda las declaraciones.
Al igual que los candidatos de partidos políticos, los independientes también pueden acceder al financiamiento privado o donaciones.
Esta es una figura electoral en la cual apenas se dan los primeros pasos y por el momento el Código Electoral les brinda un financiamiento público de 50 centésimos por cada firma que recolecten.
Evento electoral de este año será más costoso
El costo de las elecciones generales del 4 de mayo se estima en 55.7 millones de dólares.
En comparación con los comicios de 2009, las próximas elecciones son 44% más onerosas.
Hace cinco años se estimó que el costo de las votaciones por cada elector era de $17.50.
Ahora, ante el aumento de la cantidad de electores y centros de votación, debido a factores como la creación de nuevas divisiones político-administrativas, se ha incrementado.
Para este año se cuenta con un padrón electoral de 2 millones 457 mil 401 personas, 11% más que en 2009.
Los centros de votación aumentaron de 2,381 a 2,700 y las mesas de votación de 5,613 a 6,330.
Estas serán las quintas elecciones generales que se realizarán en Panamá después del régimen de facto que por 21 años gobernó el país.
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