Vivir en democracia
- Mayra Madrid y José Vásquez
- - Publicado: 26/3/2001 - 12:00 am
En muchas ocasiones, la democracia surge después de haber existido un proceso dictatorial, y aunque dista mucho de ser un sistema perfecto, ha demostrado ser muy superior a cualquiera otra forma de gobierno. Lo primero en que se diferencia la democracia a otros modos de gobernar, descansa en su legitimidad, ya que es el resultado derivado de la voluntad popular a través de las urnas, también se distingue por ser el único sistema político, donde la sustitución de los gobernantes se da de manera pacífica, desprovista de represalias o violencia.
Se dice que donde se practica la democracia plena, el triunfo de un partido en las elecciones lo que hace es cimentar esa democracia, generalmente haciendo un gobierno para todo el país y no para una sola parte de la nación y sin persecuciones.
En democracia, en contraste con otros sistemas, el que un partido gane las elecciones no viene de seguido una persecución, aniquilación, ni tampoco el encarcelamiento de sus adversarios, todo lo contrario, la democracia practicada en toda su extensión permite la libertad de prensa, de expresión, de reunión, de asociación, de representación, de culto, de manifestación, entre otras que sólo se dan en un régimen auténticamente democrático. Es en un régimen democrático donde se destaca el imperio de la ley y la justicia, donde se puede dirimir las diferencias que tiene la población, sin diferencias de raza, sexo, religión y muchos menos, posición social. Repito que en democracia, ningún personaje por poderoso que sea tanto políticamente como económicamente, puede considerarse al amparo de la ley, que en una democracia es igual para todos.
Está comprobado que la democracia es el único sistema en que los cambios sociales pueden darse en mayor o menor medida, pero siempre de forma pacífica, legal y por su principal característica, con el respaldo de la mayoría de la población. Aunque las características que hemos mencionado le dan a la democracia una coherencia y una solidez sin paralelos, eso no la hace inmune a que se vea libre de quienes en un momento dado quisieran eliminarla para sustituirla por un régimen carente de libertades, o sea totalitario.
Hay democracia cuando tenemos libertad, seguridad, convivencia pacífica y colectiva basada en la voluntad popular, diferente al régimen totalitario en donde existe un orden social en que los fuertes se ven legitimados para acabar a los débiles, donde impera el poder sobre el talento; donde se acepta que una parte importante de la población pase hambre, no tenga vivienda digna, y no encuentre trabajo. Lectores, debemos mantener y proteger la democracia, pese a todas sus insuficiencias, es el único sistema que nos permite vivir en paz y libertad. Entonces cuidémosla.
Se dice que donde se practica la democracia plena, el triunfo de un partido en las elecciones lo que hace es cimentar esa democracia, generalmente haciendo un gobierno para todo el país y no para una sola parte de la nación y sin persecuciones.
En democracia, en contraste con otros sistemas, el que un partido gane las elecciones no viene de seguido una persecución, aniquilación, ni tampoco el encarcelamiento de sus adversarios, todo lo contrario, la democracia practicada en toda su extensión permite la libertad de prensa, de expresión, de reunión, de asociación, de representación, de culto, de manifestación, entre otras que sólo se dan en un régimen auténticamente democrático. Es en un régimen democrático donde se destaca el imperio de la ley y la justicia, donde se puede dirimir las diferencias que tiene la población, sin diferencias de raza, sexo, religión y muchos menos, posición social. Repito que en democracia, ningún personaje por poderoso que sea tanto políticamente como económicamente, puede considerarse al amparo de la ley, que en una democracia es igual para todos.
Está comprobado que la democracia es el único sistema en que los cambios sociales pueden darse en mayor o menor medida, pero siempre de forma pacífica, legal y por su principal característica, con el respaldo de la mayoría de la población. Aunque las características que hemos mencionado le dan a la democracia una coherencia y una solidez sin paralelos, eso no la hace inmune a que se vea libre de quienes en un momento dado quisieran eliminarla para sustituirla por un régimen carente de libertades, o sea totalitario.
Hay democracia cuando tenemos libertad, seguridad, convivencia pacífica y colectiva basada en la voluntad popular, diferente al régimen totalitario en donde existe un orden social en que los fuertes se ven legitimados para acabar a los débiles, donde impera el poder sobre el talento; donde se acepta que una parte importante de la población pase hambre, no tenga vivienda digna, y no encuentre trabajo. Lectores, debemos mantener y proteger la democracia, pese a todas sus insuficiencias, es el único sistema que nos permite vivir en paz y libertad. Entonces cuidémosla.
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