En Italia, los visitantes tienen que pagar hasta por pisar la arena para disfrutar de los sitios turísticos
Se reduce acceso a las playas
Disfrutar de un día en la playa y darse un baño en las aguas del mar Mediterráneo es, en Italia, un placer que se paga, pues la mayor parte de sus costas están controladas por hoteles y empresas privadas que cobran tasas por pisar la arena.
Disfrutar de un día en la playa y darse un baño en las aguas del mar Mediterráneo es, en Italia, un placer que se paga, pues la mayor parte de sus costas están controladas por hoteles y empresas privadas que cobran tasas por pisar la arena.
- Laura Serrano-Conde (EFE)
- - Publicado: 14/7/2014 - 12:00 am
Ley
- Si bien la mayoría son privadas, la ley establece que todas las playas deben reservar un espacio de acceso público, donde limpieza, vigilancia y mantenimiento dependen de los ayuntamientos.
- Sin embargo, estas playas públicas no siempre son de fácil acceso, se ubican en lugares con rocas o presentan un aspecto menos cuidado que el de los balnearios.
- Las públicas están más sucias porque la limpieza depende de los ayuntamientos.
Disfrutar de un día en la playa y darse un baño en las aguas del mar Mediterráneo es, en Italia, un placer que se paga, pues la mayor parte de sus costas están controladas por hoteles y empresas privadas que cobran tasas por pisar la arena.
Al contrario que en países como Francia o España, donde los turistas pueden disfrutar de la playa de forma gratuita por ser un espacio público, en Italia los ayuntamientos otorgan concesiones a empresas para que gestionen tramos de las playas. A cambio del pago de un canon, estos hoteles y empresas tienen permiso para controlar los llamados “establecimientos balnearios” que son zonas de playa en los que prestan un servicio a cambio de una tarifa.
La utilización de las hamacas y de las sombrillas se paga, como también tiene un coste el consumo de comidas y bebidas, y la utilización de los baños. Estos establecimientos cobran incluso por poner un pie en la arena y no permiten el acceso a ninguna persona que no pague. Tampoco está permitido utilizar las duchas ni bañarse en el agua del mar sin pagar la tasa, que varía entre los 5 y los 30 euros ($5.80 y $40.40), dependiendo de la zona del país.
En Italia hay “269 playas con bandera azul, gestionadas por 85 ayuntamientos”, afirmó el presidente de la Fundación de Educación Ambiental (FEE)” en Italia, Claudio Mazza.
Concesiones en algunas playas
Así, por ejemplo, el ayuntamiento de Castiglione della Pescaia otorga, cada año, diversas concesiones a lo largo de su playa de 12 kilómetros. En esta zona costera de la Toscana (centro), seis kilómetros son de acceso privado y otros tantos público. “Las empresas controlan espacios de entre 60 y 120 metros, y cobran un precio que ronda los 20 euros ($27.20), dependiendo del establecimiento”, explicó la asesora de Ambiente del municipio de Castiglione della Pescaia, Elena Nappi. Esta tasa, les sirve para pagar los servicios de hostelería.
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