Los recuerdos de los famosos sobre la invasión
Robin Durán, Nando Boom, Helene Breebaart, Jaime Luna, Osvaldo Ayala nos cuentan por teléfono anécdotas sobre su experiencia de la invasión, el 20 de diciembre 1989.
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- - Actualizado: 19/12/2014 - 07:45 pm
Robin Durán
Roberto Durán había recién llegado a Panamá de EEUU. Robin, su hijo cuenta que a los ocho años el día del bombardeo estaba en la casa familiar en El Cangrejo. Con tiempo vería a la gente pasar por la calle de su casa cargando estufas, electrodomésticos y todo lo que había.
Su papá refugió a unos amigos de su barrio de niñez El Chorrillo porque se habían quedado sin casa por el bombardeo.
La figura de su papá como boxeador internacional los resguardó porque, gracias a la gente no tuvieron que pasar malos momentos porque los cuidaban mucho y se mantuvieron encerrados en su casa.
Helene Breebaart
La diseñadora de orígen frances con mucho gusto comentó su experiencia durante la invasión 1989 en Panamá:
La diseñadora de orígen frances con mucho gusto comentó su experiencia durante la invasión 1989 en Panamá:
"Vivía en La Cresta" cuenta Breebaart abiertamente cuando alrededor de las 11 de la noche escuchó un trueno y se imaginaban que estaban disparando fuegos artificiales.
Por si no lo viste
Pero su esposo, que había estado en guerra, contestó "Eso no son fuegos artificiales, eso es un bombardeo".
Ya que habían bombardeado y las tiendas no abrían, ella cuenta con su sonrisa y alegría característica de ella.
Pero da la casualidad que su esposo cumplía años el día siguiente, el 21 de diciembre y había ido "al mercado de abastos" he hizo una compra para hacer una cena.
Con una sonrisa en la voz comenta que por lo menos "pude dar de comer a todos mis vecinos".
Uno de sus vecinos en aquel entonces era el Sr Felix Maduro y cuenta que les invitó a un almuerzo navideño. Hasta la fecha no le habían saqueado su tienda, pero poco después le robaron todo.
"Me quedé 15 días completamente encerrada en mi casa" sigue el cuento.
Cuando salió de su barrio se le acerca un hombre diciéndole "Tengo ropa interior [a la venta] !de la tienda Felix Maduro!"
A lo cual Helene le contestó "¡No compro cosas robadas! ¡Desaparezca!"
Nando Boom (Fernando Brown)
"Sentí dolor, lloré porque el 85% de mi familia estaba en Panamá, mientras que yo estaba en Nueva York, trabajando en mi producción musical".
De todo lo que le dolió fue no haber vivido esa experiencia en su tierra, pero después de perder a sus amigos pensó que quizás se hubiera ido con sus amigos para robar.
A sus amigos los mataron saqueando.
"Mi familia me decía ´no te preocupes´que no era necesario que les enviara dinero para la navidad, que ya ellos tenían todo".
"Yo hubiera seguido los pasos de mis amigos y a lo mejor no estuviera vivo".
"Quizás no hubiera tenido el éxito de hoy, quizás estuviera muerto" añade Brown.
"Dios ha sido muy bueno con Panamá. El país se ha levantado y pudo haber sido el país más pobre de latinoamérica. Ha sabido levantarse y ya reestableció la democracia".
Jaime Luna
Estaba en su casa cuando sucedió y lo pimero que hizo su mamá fue encerrarlo a él y su hermana en la casa.
Estaban muy aterrados. Recuerda que se fue la luz. Los helicópteros pasaban muy bajos porque vivía en Cierro Viento en aquel entonces. Escuchaban las bombas de cerca.
Fue muy triste porque no pudieron salir durante esos primeros días.
Cuando su mamá vio la noticia que se habían calmado las cosas, al cuarto día salieron acomprar comida porque era noche buena.
"Pero no había qué comer en las calles en noche buena", cuenta Luna.
La gente le regalaba latas de comida para pasar la navidad.
Lo único que vendían en las calles era pato, así que se compraron uno y no comieron esa navidad ni jamón ni pavo.
Claro, antes de la época de celulares, en esos días la línea fija, los cuales se habían caído y las personas no podían comunicarse, lo cual agregaba al ambiente de miedo.
Hasta perdió contacto con su novia, pero actualmente es su esposa.
Osvaldo Ayala
Estaba en su casa viendo todo el bombardeo por televisión pero que sentía la necesidad de ir y verlo con sus propios ojos.
Resulta que donde él estába podía ver a las ráfagas cuando las bombas caían.
Recuerda my bien el sonido de las bombas, las luces, los helicópteros.
"Está sucediendo lo que tenía que pasar", pensó, porque habían mucho sentimiento contra Noriega.
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