Artes escénicas
Musical Rapunzel
Nadie que la viese pensaría jamás que la linda doncella de dorada y atípicamente larga cabellera podría ser infeliz. Pero lo era. ¿Cómo no serlo en la soledad de su “jaula” de oro?
Nadie que la viese pensaría jamás que la linda doncella de dorada y atípicamente larga cabellera podría ser infeliz. Pero lo era. ¿Cómo no serlo en la soledad de su “jaula” de oro?
- Rosalina Orocú Mojica ([email protected])
- - Publicado: 14/7/2014 - 12:00 am
Nadie que la viese pensaría jamás que la linda doncella de dorada y atípicamente larga cabellera podría ser infeliz.
Pero lo era. ¿Cómo no serlo en la soledad de su “jaula” de oro?
Sí, porque eso, una jaula de oro, es lo que semejaba el hogar de Rapunzel, en el montaje de Daydreams Productions (Juliette Roy y Gina Faarup de Cochez) que dirige el maestro Bruce Quinn, con el cual suma más de 200, en su larga trayectoria en el mundo teatral.
Solía pasar días y noches anhelando nuevas experiencias, deseando ser libre para poder explorar esos mundos que sabía o presentía (¿o con los que quizás soñaba secretamente?) existían allá afuera. Mundos donde jugar, correr, saltar, ser feliz no era una utopía.
En esta hermosa pieza teatral, con coreografía de Mayelín Barahona, que tiene el toque mágico que hace que chicos y grandes queden atrapados en la trama, en la que Ana Grethel Solís encarna a la princesa Rapunzel, la linda joven que desconocía que era de fina estirpe y ve pasar los minutos, horas, días y años cautiva en una torre, aislada de la civilización en medio de la floresta.
Su mala estrella no habría de durar mucho. La flor del amor abriría sus pétalos.
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