Hacen malabares y venden objetos artesanales para poder sobrevivir
Argentinos se quedan en Brasil, tras Mundial
Decenas de miles de argentinos que fueron a Brasil por el Mundial de Fútbol siguen en el país. Parecen ser mayoritariamente jóvenes y varones, sobre todo veinteañeros. Menos de un tercio son mujeres.
Decenas de miles de argentinos que fueron a Brasil por el Mundial de Fútbol siguen en el país. Parecen ser mayoritariamente jóvenes y varones, sobre todo veinteañeros. Menos de un tercio son mujeres.
- Río de Janeiro (AP)
- - Publicado: 26/7/2014 - 12:00 am
Datos
- Asistencia
- Unos 160,000 argentinos viajaron a Brasil para la Copa del Mundo.
- Sobreviven
- Tras ser expulsados del Sambódromo, una decena de argentinos se mudó a un parque cercano, donde descansan sobre la hierba con sus grandes mochilas.Allí hacen pulseras con cuerdas y preparan otros objetos artesanales para vender en la playa.
Decenas de miles de argentinos que fueron a Brasil por el Mundial de Fútbol siguen en el país. Parecen ser mayoritariamente jóvenes y varones, sobre todo veinteañeros. Menos de un tercio son mujeres.
A las autoridades les preocupa la perspectiva de tener gran número de extranjeros vendiendo artesanías, haciendo malabares en los cruces para pedir dinero o dependiendo de servicios sociales estatales para brasileños.
Aunque la otrora explosiva economía brasileña ha perdido fuerza en los últimos años, la situación es mucho mejor que en Argentina, asediada por la crisis, con escasez de dólares y una de las tasas de inflación más altas del mundo.
Antonio Pedro Figueira de Mello, responsable de la agencia de promoción de turismo de Río de Janeiro, ha reconocido que los controles en los 1,260 kilómetros (780 millas) de frontera con su vecino del sur podrían haber sido demasiado laxos durante el Mundial.
La cantidad de argentinos “nos tomó por sorpresa”, señaló Figueira al diario de Río O Globo. “En cualquier lugar del mundo la gente tiene que decir a dónde va, cuánto tiempo va a quedarse, qué recursos tiene y si tiene seguro de salud. Eso no se hizo”, agregó.
Mello hizo esas declaraciones en el Sambódromo, utilizado para los festejos del Carnaval y que se convirtió en un campamento improvisado para alojar a las oleadas de argentinos que llegaron por carretera durante la Copa del Mundo. El lugar se cerró la semana pasada y los últimos acampantes fueron desalojados.
Según medios de prensa, el consulado argentino ayudó a organizar el transporte para las personas que se habían quedado sin dinero o que perdieron o sufrieron el robo de sus documentos, pero muchos no estaban interesados en esa ayuda.
Los que permanecen aquí lucen pantalones cortos, camisetas y chancletas y se bañan de vez en cuando en fuentes públicas o duchas de la playa. En Río no hace falta tener abrigo, ya que en esta época la temperatura promedio es de 28 grados centígrados.
La semana pasada la Policía del Estado de Río Grande do Sul dijo que varios cientos de ghaneses pidieron asilo y el Gobierno analiza las solicitudes.
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