Un millar de sirios llegó a la ciudad española de Melilla este año
"Entran sin hacer ruido, pero la presión migratoria por parte de sirios es muy alta", asegura una fuente de policia.
"Entran sin hacer ruido, pero la presión migratoria por parte de sirios es muy alta", asegura una fuente de policia.
- Madrid/EFE
- - Actualizado: 27/7/2014 - 11:00 am
Un millar de sirios llegó en lo que va de año a la ciudad española de Melilla, fronteriza con Marruecos, en la que intentan confundirse con los miles de inmigrantes subsaharianos que intentan cada año entrar por ahí en Europa en busca de mejores oportunidades económicas.
Los saltos a la valla en la frontera entre Marruecos y Melilla por parte de los subsaharianos son la imagen asociada a la presión migratoria que viene sufriendo la ciudad española enclavada en el norte de frica, pero ahora muestra otra dimensión con la llegada de familias sirias que huyen de la violencia en su país.
Este es ya un año récord en entradas de inmigrantes en Melilla, ya que, en menos de siete meses, las cifras ya superan a las de todo el año 2005, el hasta ahora "peor" año de presión migratoria que había sufrido la ciudad.
Según las últimas cifras oficiales, hasta el momento, han sido más de 3.500 los inmigrantes que han accedido a Melilla este año de manera irregular, de los que unos 1.800 lo habrían hecho en más de una veintena de asaltos registrados en el perímetro fronterizo.
Casi un tercio de los que han entrado ilegalmente en la ciudad este año son de origen sirio, en su mayoría familias que vienen huyendo de la guerra y que entran de una manera "menos llamativa", cruzando los puestos fronterizos con documentación falsa.
Lo hacen aprovechando su parecido físico con los marroquíes, lo que dificulta más su detección y su control, ya que son alrededor de 30.000 las personas que cada día cruzan alguno de los cuatro puestos fronterizos que existen entre Melilla y Marruecos.
Por si no lo viste
Se desplazan a pie o en vehículos, donde incluso se ha detectado a niños sirios haciéndose pasar por falsos hijos de melillenses de origen bereber, que pretendían acceder con el DNI de otro menor residente en Melilla.
"Entran sin hacer ruido, pero la presión migratoria por parte de sirios es muy alta", asegura a Efe una fuente policial, que afirma que, al igual que en la valla, se deberían también tomar medidas para frenar la constante oleada de entradas de sirios.
Los sirios suponen en estos momentos casi el 50 por ciento de la población del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que alberga en estos momentos a unas 1.300 personas.
Son el colectivo más numeroso, con más de 600 acogidos, y ello a pesar de que muchos de los que entran optan por no vivir en el CETI, sino por alquilar alguna vivienda o residir en alguna pensión, usando como medio de transporte los taxis de la ciudad.
Ésa es precisamente una de las cosas que les diferencian de los subsaharianos, su poder adquisitivo.
Y es que no deciden, en su mayoría, salir de su país por problemas económicos -aunque también los hay-, sino que lo hacen por la guerra.
Aunque podrían pedir protección internacional, no lo quieren hacer en España, ya que su teórico destino final son otros países de la Unión Europea, donde cuentan con un mayor arraigo, y pedir asilo les obliga a permanecer en el país donde lo solicitan.
Es lo que explica que, pese a los números, sólo cuatro familias sirias han pedido protección internacional en la ciudad este año, un dato que llama la atención dada la situación del país del que proceden y el volumen de entradas que se han producido.
Por la valla o por los puestos habilitados, Melilla sufre su peor crisis migratoria, una circunstancia que altera en parte la tranquilidad de una ciudad de apenas 12 kilómetros cuadrados, que día sí y al otro también, vive pendiente de su frontera.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.