Análisis
El neoliberalismo y los hogares
Vale la pena, entonces, recordar que el 5.5% de la población económicamente activa se encuentra desempleada, mientras que, adicionalmente, el 39.9% de los trabajadores de las actividades no agropecuarias se encuentran en condiciones de informalidad. La situación es, sin duda, más difícil para las personas que están en edad de formar nuevas familias, habida cuenta de que, por ejemplo, la tasa de desempleo para personas con edades que van de 20 a 24 años es de 14%.
- Juan Jované
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- - Publicado: 05/7/2017 - 12:00 am
Un hecho notable en nuestro país es que quienes se dicen defensores de la familia no hayan realizado, por lo menos hasta el momento, una crítica profunda en torno al carácter negativo de las políticas neoliberales, así como del modelo de economía que estas promueven. El significado de esta omisión se evidencia teniendo en cuenta algunos impactos de estas políticas sobre los hogares.
Para comenzar, está el estrés que genera en los hogares los problemas de la ausencia de empleo y del llamado empleo precario. Vale la pena, entonces, recordar que el 5.5% de la población económicamente activa se encuentra desempleada, mientras que, adicionalmente, el 39.9% de los trabajadores de las actividades no agropecuarias se encuentran en condiciones de informalidad. La situación es, sin duda, más difícil para las personas que están en edad de formar nuevas familias, habida cuenta de que, por ejemplo, la tasa de desempleo para personas con edades que van de 20 a 24 años es de 14%.
Por otra parte, el modelo impone a quienes trabajan una intensidad agotadora y que deja poco tiempo para la atención de los hijos, sobre todo si se tienen en cuenta las fatigosas horas necesarias para el transporte de ida y vuelta al trabajo. El tiempo que gasta en transporte un trabajador promedio de entre 30 y 39 años equivale semanalmente a más de una jornada de trabajo (9.1 horas). Se trata, además, de actividades realizadas dentro de un esquema que concentra la riqueza, como se desprende del hecho de que en nuestro país la participación de los salarios en el producto interno bruto (PIB) se redujo de 38.8% a 30.3% entre el 2000 y el 2012. Más grave aún es que en Panamá todavía existan cerca de 385,545 personas desnutridas, en condiciones que el 20.0% de los niños menores de 5 años padecen de algún grado de desnutrición.
El modelo neoliberal vigente también presiona la estabilidad de las familias por la vía de su empuje hacia el consumo, algunas veces necesario, pero no pocas veces inducido por las llamadas campañas de venta. Esto ha llevado, dada la decreciente participación de los salarios en los resultados económicos, a un creciente endeudamiento, el cual ha llegado a niveles intolerantes. Es así que, de acuerdo con datos de la superintendencia de bancos, ya para el 2012 el monto de la deuda de los hogares era equivalente al 40.0% del PIB.
Para completar el análisis se debe recordar que la ideología neoliberal, tal como la entiende Hayek, considera que la solidaridad resulta ser un valor atávico, poco útil en la actualidad. Se trata de una filosofía que no solo lleva a pensar en los hijos, tal como lo hace Gary Becker en "Un Tratado Sobre la Familia", como una mercancía que compite con otras en términos de la satisfacción individualizada, sujeta, por tanto a los llamados efectos precio e ingreso, sino que rompe con la base esencial de la familia: el amor del cual surge la solidaridad y el cuidado de la vida.
Economista
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