El poder de las palabras
Las palabras no se las lleva el viento, nos quedan grabadas en la mente y el corazón y así van dirigiendo nuestra vida. Debemos ser conscientes de esto para usar las palabras a nuestro favor y el de los demás, ya que cada cosa que decimos tendrá un impacto en nuestras vidas…
- Celeste Amaro / [email protected]
- - Publicado: 17/1/2017 - 12:00 am
Hoy quiero dirigir estas líneas a que nos hagamos más conscientes del poder que tienen nuestras palabras. Muchos son los casos en los que expresamos amor con un “te amo” o nombramos a alguien cariñosamente para que se sienta bien y, de esta manera, a través del lenguaje, nos acercamos más a los que amamos. Pero ¿qué pasa cuando el caso es contrario? ¿Qué pasa cuando las palabras limitan, hieren, etiquetan y causan grandes daños emocionales?
Las palabras, por inocentes que parezcan, tienen un gran poder, estas construyen o destruyen. El “bullying”, en muchos casos, corresponde a un maltrato psicológico verbal, que socava emocionalmente a la persona que lo sufre. Una crianza llena de palabras con una constante crítica negativa crea, en la mayoría de los casos, personas sin autoestima, a las cuales el peso de esas palabras sin duda les hará pensar que son ciertas. También hay relaciones de pareja en las que reina el maltrato diario a través de palabras hirientes y descalificativas, que vuelven a la otra persona víctima de relaciones tóxicas.
Las palabras no se las lleva el viento, nos quedan grabadas en la mente y el corazón y así van dirigiendo nuestra vida. Debemos ser conscientes de esto para usar las palabras a nuestro favor y el de los demás, ya que cada cosa que decimos tendrá un impacto en nuestras vidas… Si queremos una vida llena de abundancia, pero nuestro vocabulario es pobre y fatalista, difícilmente obtendremos la abundancia deseada, ¿y cómo podemos atraer abundancia haciendo declaraciones que inviten a lo contrario?
Si nosotros decimos “sí puedo”, será cierto, pero si decimos “no puedo”, también lo será, de manera que lo mejor es responsabilizarnos de nuestro lenguaje y hacer que este nos impulse a conseguir excelentes resultados en nuestra vida, por eso, a partir de hoy examinemos cómo es nuestro lenguaje, observemos cuando decimos “no puedo”, “esto no cambiará” o cuando decimos “¡todas las personas son iguales!”. Es a través de nuestras palabras que vamos creando la realidad y nuestro futuro, por eso es bueno concienciar del poder que tienen.
Nuestro mundo afectivo se nutre de las palabras, es a través de estas que manifestamos nuestras emociones y sentimientos para conectarnos con las personas que amamos. La dificultad de expresar lo que sentimos a través del lenguaje solo nos puede causar represión y dolor, así mismo, las palabras tienen un gran poder curativo que llena nuestra alma cuando escuchamos un: “Eres muy importante para mí”; “Te extraño”; “Cuenta conmigo”; “Estamos juntos en esto”.
Quizás no podamos cambiar al mundo, pero con seguridad sí podemos cambiar nuestro mundo, de manera que a partir de hoy, cuidemos las palabras que decimos, empecemos a decirnos a nosotros mismos que somos capaces de hacer de nuestra vida la que soñamos, dirijamos palabras que alienten a los que amamos, evitemos la mentira y establezcamos compromiso con lo que decimos porque, de esta manera, podremos usar el poder de las palabras a nuestro favor.
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