Empresas
Panorama en estado de cambio
- Karen M. Reddington/Presidente FedEx Asia-Pacífico
- - Publicado: 01/7/2015 - 12:00 am
Hace apenas unas décadas, el tema de moda era la ‘subcontratación internacional’ –desplazar la manufactura a lugares de menor costo, como China o América Latina. Luego vino una especie de giro total con la ‘subcontratación a mercados más cercanos’– regresar la producción a mercados más cercanos al país de origen, por ejemplo, Estados Unidos, a medida que el precio del combustible y de la mano de obra subía en otras partes.
Pero en las economías globalmente conectadas de hoy las cosas no se limitan simplemente al costo. Ahora, la balanza de la manufactura está cambiando –una vez más. Next-shoring– no desplazar la manufactura de un lugar a otro, sino “adaptarse y prepararse para el dinámico carácter de la manufactura en todas partes”, es la nueva frontera según un reciente informe de McKinsey.
La diferencia es que el revolucionario cambio de hoy no es asunto de geografía, ni una competencia entre países o continentes. Es una tendencia a algo mucho más grande y mucho más complejo – una tendencia a cambiar la mentalidad, el acceso a técnicas de manufacturas innovadoras, el pensar más allá de los números básicos e idear cadenas de suministro más eficientes.
En resumen, se trata de cómo las empresas necesitan examinar el panorama completo para tomar mejores decisiones de negocio. Eso es algo que hacemos diariamente en FedEx a medida que ayudamos a los clientes a encontrar soluciones de cadena de suministro creativas y efectivas para mandar sus mercancías y productos a través del mundo, por aire, tierra y mar.
Hemos visto una creciente tendencia en nuestro negocio hacia un mayor uso del océano en nuestras soluciones de envío, ya no solo al uso del transporte aéreo expreso del que fuimos pioneros y que nos ha dado a conocer.
A través de los 220 países y territorios en los que operamos, también hemos presenciado cambios significativos a nivel global en cosas tales como salarios, capacidad adquisitiva y costos de energía.
Así que el lugar donde conviene montar una base de operaciones de manufactura ya no es un cálculo sencillo y directo para muchas empresas.
En Asia, la manufactura está pasando a China central y occidental, a Vietnam, Malasia e Indonesia. Al mismo tiempo, China ya no es solo una planta de producción – es un poderoso centro de innovación que se ha desplazado del origen al centro de la cadena de suministro.
Incluso, de acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), China es el segundo principal origen de las importaciones de América Latina y el tercer mayor destino de sus envíos.
Se calcula que los mercados en desarrollo en su conjunto controlarán un 66% de la demanda global antes de 2025.
Así que para algunas industrias puede tener más sentido mantener la producción en los mercados en desarrollo de Asia, en lugar de Estados Unidos o México, para estar más cerca de los gigantescos mercados de consumo que son China e India.
No se trata, sin embargo, de meter todo en una talla universal. China pudiera ofrecer economías de escala y una mano de obra grande, por ejemplo, siendo un importante productor y mercado para la industria del automóvil. No obstante, países tales como México y Reino Unido ofrecen también la ventaja de la mano de obra especializada en este sector – y las plantas de Nissan en Aguascalientes (México) y Sunderland (Reino Unido) son buenos ejemplos de por qué la manufactura no se ajustará siempre a los mismos criterios globales cuando se trata de elegir el lugar.
La tecnología innovadora también juega un papel importante en el futuro de la manufactura y en el lugar donde la misma estará situada.
Una herramienta de software llamada Cost Differential Frontier[6]desarrollada por la Universidad de Lausana y apoyada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos ayuda a las empresas a determinar el mejor lugar para localizar sus operaciones comparando los factores de mano de obra, financiación del comercio, cumplimiento de la normativa reglamentaria y costos de transporte, así como los problemas de supervisión, peligros políticos y riesgos de seguridad.
Se acabó la época de evaluar simplemente los costos de una mano de obra barata frente a los de una más cara. Para la mayoría de las empresas, el next-shoring no requerirá una sola cosa a considerar, sino muchas.
Los fabricantes modernos quieren variedad y flexibilidad en sus cadenas de suministro, lo cual requiere, a su vez, múltiples conexiones rentables con la clientela diversa, exigente y verdaderamente global que ellos atienden.
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