Dietilenglicol
Secuelas de una intoxicación
¿Qué secuelas tienen hoy en día nuestros pacientes? Un aplauso a la Comisión Interinstitucional de Salud, conformada cuatro años después del epicentro del envenenamiento bajo la solicitud de la Fiscalía Superior Especial de Panamá, en su oficio # 366 de octubre de 2009, quienes una vez de haber estudiado extensamente la literatura existente y, sobre todo, a los pacientes sobrevivientes, ya en su etapa crónica describieron amplia y perfectamente los síntomas y signos que se presentan en casi todos los sistemas del organismo de los envenenados.
- Marta Roa/[email protected]/
- - Publicado: 06/12/2016 - 12:00 am
Lamentablemente, pasados ya 10 años, más de la mitad de los pacientes que han puesto denuncia de haber consumido el veneno dietilenglicol aún no han sido certificados, lo que significa que no se ha podido, supuestamente, comprobar la veracidad de sus secuelas. De manera extraña, para esta gran mayoría, las evidencias del delito se extraviaron, hablamos de recetas, expedientes de pacientes y parte de la lista de los frascos recogidos. Esta situación anómala rompe la relación sagrada médico-paciente al crearse un limbo de incredibilidad en la que el paciente no es precisamente el responsable en la medida que: una vez que él entregó la receta en la farmacia, deja su expediente, bota o entrega frascos esta prueba pasa a exclusiva custodia del sector salud. Mal puede exigírsele a la víctima años después que estos documentos aparezcan como requisito obligatorio para ser certificado.
¿Qué secuelas tienen hoy en día nuestros pacientes? Un aplauso a la Comisión Interinstitucional de Salud, conformada cuatro años después del epicentro del envenenamiento bajo la solicitud de la Fiscalía Superior Especial de Panamá, en su oficio # 366 de octubre de 2009, quienes una vez de haber estudiado extensamente la literatura existente y, sobre todo, a los pacientes sobrevivientes, ya en su etapa crónica describieron amplia y perfectamente los síntomas y signos que se presentan en casi todos los sistemas del organismo de los envenenados en su etapa crónica de Panamá y que corresponde de manera idéntica a los casos en el resto del mundo. Porque contrario a la información dada a la comunidad médica panameña y que todavía manejan la mayoría de los colegas, esta intoxicación se dio antes de 1938 cuando ocurrida en EE.UU., motivó la creación de la FDA, organismo de gran renombre y credibilidad en Control de Calidad de Alimentos y Drogas y se repite continuamente trayendo consigo cientos de sobrevivientes a nivel mundial.
La lista de los síntomas y signos descritos magistralmente por dicha comisión panameña es larga e incluye desde los más comúnmente afectados como son el sistema nervioso central, periférico, autónomo, sistema renal y gastrointestinal, continuando con múltiples afecciones dermatológicas, de otorrinolaringología, psicopsiquiátrico, musculoesquelética, hematológico, reproductivo, cardiopulmonares, metabólico, tumores varios, entre otros. Todos nuestros pacientes parecen un libro abierto, cada uno presenta como mínimo 5 o más de estas secuelas. Este buen trabajo inicial se ha enlutecido y destrozado con las veladas interpretaciones que reinan en el manejo médico-legal en la etapa de certificaciones al introducir por lo menos 2 nefastos criterios; 1. La obligatoriedad en que aparezcan las citadas pruebas de prescripción desaparecidas bajo la tutela del Estado y
2. La insistencia y negación de la actual comisión de escogencia de que todas las secuelas que presentan los pacientes son ocasionadas por otras causas, mas no por el veneno. Siendo un criterio médico bioestadístico: Si no puedes demostrar la causa específica de un daño, todas las existentes en un paciente lo son. Esperamos que esta era de oscurantismo, que se ha sembrado en esta población y que no es más que oscurantismo del sector encargado de resolver este problema pronto se resuelva y así poder ofrecerles a estos pacientes coterráneos, la excelencia de nuestros mejores recursos.
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