Panorama político
Viejos caudillos vs. nuevos liderazgos
Hace unos días, una amiga periodista colombiana me preguntaba sobre la orientación ideológica del nuevo gobierno. Al final de mi explicación me preguntó sobre cuál era el
- Guillermo A. Ruiz Q./Ingeniero y analista político
- - Publicado: 10/7/2014 - 12:00 am
Hace unos días, una amiga periodista colombiana me preguntaba sobre la orientación ideológica del nuevo gobierno. Al final de mi explicación me preguntó sobre cuál era el partido de izquierda en nuestro país. Le dije que no era necesario.
Desde nuestra separación definitiva de Colombia, Panamá, políticamente hablando, ha mantenido muchos de los modelos de conducta de ese país sudamericano. Siempre hemos sido gobernados por liberales o conservadores. Solamente hay unas cuantas excepciones: La dictadura militar de Omar Torrijos (digamos que era de corte populista extremo) y los gobiernos del Partido Revolucionario Democrático (PRD). Tanto Ernesto Pérez-Balladares como Martín Torrijos eran, en teoría, social-demócratas, pero todas sus políticas públicas fueron conservadoras.
LOS PANAMEÑISTAS HAN SIDO INYECTADOS POR UNA NUEVA GENERACIÓN DE JÓVENES, QUE SOLO CONOCEN DEL DR. ARNULFO ARIAS ESE RETRATO EN BLANCO Y NEGRO A LA ENTRADA DE LA SEDE DEL PARTIDO. Y UNA QUE OTRA HISTORIA DESCOLGADA POR ALGÚN HISTORIADOR O PÁGINA DE LIBRO DE HISTORIA POLÍTICA DE PANAMÁ.
Así las cosas, en nuestro país lo único que ayuda al elector a definir un bando político ha sido el caudillismo. Exacerbado por el presidente Belisario Porras, nuestra vida republicana lo señala como el gran caudillo. Aunque podemos mencionar a muchos otros, siguientes más significativos han sido el Dr. Arnulfo Arias y el general Omar Torrijos.
Quiero llamar la atención al fenómeno actual. El discurso de inauguración del mandato del presidente Juan Carlos Varela no menciona una sola vez al Dr. Arnulfo Arias. Ni directa ni indirectamente. Tampoco hemos presenciado los actos llenos de simbolismo de otras épocas como visitar su tumba, hacer una misa en su nombre, o algún acto que gire en torno a su figura. Y no ha sido casualidad.
Mireya Moscoso, expresidente de Panamá entre 1999 y 2004, se la jugó al apoyar al candidato del partido Cambio Democrático, del expresidente Ricardo Martinelli, y le falló la apuesta. Cualquier oportunidad que pudo haber tenido de retomar el control del Partido Panameñista acabó ahí. Y esto elimina los fantasmas de liderazgos pasados en el partido de gobierno a la administración Varela.
Sin importar qué mal o bien lo haga este gobierno, la verdad es que los panameñistas han sido inyectados por una nueva generación de jóvenes, que solo conocen del Dr. Arnulfo Arias ese retrato en blanco y negro a la entrada de la sede del partido. Y una que otra historia descolgada por algún historiador o página de libro de historia política de Panamá.
El presidente Varela sabe que la reelección le está vedada. Todos sus predecesores lo intentaron y fracasaron antes o después. Así que él tratará de preparar al mejor delfín dentro de su equipo. Por cierto, el nuevo alcalde de la ciudad de Panamá, José Blandón, no es de ese cercano equipo. Así que por ahí comienza esa carrera. Pero lo primero es lo primero: el presidente tratará de erigirse como el nuevo caudillo panameñista para este siglo. La edad lo acompaña.
Por otro lado, la crisis del PRD aún no toca fondo. El recién renunciado secretario general de esa agrupación, Juan Carlos Navarro, acabó en su periodo de conducción y luego en campaña electoral de borrar cualquier vestigio del viejo método torrijista. Lo que queda es una organización atomizada, llena de pequeños caudillos que por ahora, ven en Martín Torrijos, expresidente del 2004 al 2009, la tabla de salvación para reorganizar lo poco que queda, que más que todo está compuesta por dirigentes que en su mayoría responden a métodos de trabajo clientelares e individualistas. De ahí que siempre la cantidad de diputados sea mucho mayor que la proporción del resultado de la votación presidencial. El militante PRD lo motiva la esperanza de volver al poder y esta vez vivirá la inédita circunstancia de estar 10 años fuera del mismo.
Se erigen estos dos nuevos liderazgos políticos que miran al futuro. El actual presidente Varela y, si todo le sale bien, el expresidente Torrijos. Al primero, las elecciones del 2019 le están vedadas y al segundo, tendrá que realizar un trabajo importante a lo interno de su partido y luego, intentar ser nuevamente una alternativa de poder. Empresa muy difícil, pero no imposible.
El partido Cambio Democrático tiene en Ricardo Martinelli su líder indiscutible. Y al próximo al que él le levante la mano y lo señale como el sucesor en el liderazgo con miras a las próximas elecciones, tendrá una inigualable oportunidad de suceder a Varela. Por supuesto que el nuevo liderazgo dentro del CD deberá estar acompañado por nuevas dirigencias a todos los niveles políticos.
Lo partidos Popular y Molirena seguirán siendo los que ayuden a los grandes a sumar votos independientes, por lo que su liderazgo es más complicado de definir a futuro, ya que dependerá del rumbo (siempre cambiante) de ambas agrupaciones.
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