Aseguran que se han endurecido los controles
El comité Salvemos el río La Villa se mantiene alerta
Autoridades provinciales señalan que los monitoreos muestran que las aguas del afluente no contienen agroquímicos.
- Thays Domínguez
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- @thaysdom
- - Actualizado: 01/7/2015 - 07:13 am
Un año después de registrada la primera alerta sobre una contaminación con agroquímicos en el río La Villa, principal fuente hídrica de Azuero, aún persiste en la comunidad la incertidumbre sobre la pureza del líquido que sale por los grifos.
Aún es común la compra de agua embotellada para uso residencial, aunque la magnitud ha bajado desde el 1 de julio de 2014, cuando las autoridades anunciaban la prohibición del consumo del agua de los grifos para el consumo humano en gran parte de la población de ambas provincias.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por demostrar que el agua del río La Villa no cuenta con presencia de agroquímicos, la población siente temor de consumirla, pero han aprendido a vivir con la incertidumbre de una amenaza que se mantiene latente.
Las autoridades aseguran que el agua del río La Villa es actualmente una de las más seguras, pues es monitoreada permanentemente, tanto por el Ministerio de Ambiente como por Salud y el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), estos últimos una vez sale tratada.
El director del Ministerio de Ambiente en Herrera, Guillermo Nicholson, destacó que en un año, el río La Villa se ha mantenido bajo estricta vigilancia.
“No podemos seguir monitoreando dos veces por año un río de tanta importancia. Es por ello que iniciamos tres veces a la semana, luego se estableció dos veces por semana, luego una vez por semana. Actualmente, lo estamos haciendo una vez al mes, porque son exámenes muy costosos”, indicó Nicholson.
Sin embargo, aclaró que otras entidades también vigilan el río, cada una en su radio de acción, para garantizar que el agua se mantenga apta para el consumo.'
Comité anuncia actividades para recordar fecha de contaminación
La crisis del río La Villa no ha sido olvidada por los moradores de los distritos afectados. Por el contrario, en cada esquina todos recuerdan los tristes episodios vividos cuando había que esperar los vehículos para salir en búsqueda del agua para el consumo.
Es por ello que el Comité Salvemos el río La Villa, conformado en medio de la crisis del pasado año, anunció una serie de acciones que buscan recordarle a la población la necesidad de mantenerse vigilantes, y no olvidar ni permitir más daños.
Mitzy Corro, secretaria del comité, anunció que mañana 1 de julio se realizarán acciones para conmemorar un año del envenenamiento del río entre las que están una caminata por las principales calles de Chitré, la cual terminará en una vigilia en el parque Unión, y la presentación de un documental sobre la contaminación. “Pedimos a la población que no dejen pasar este momento para que las generaciones que vienen puedan disfrutar de un agua pura”, indicó.
“Hace un año, a nosotros nos cambió la vida. Ahora, cada vez que abrimos los grifos para servirnos agua no podemos dejar de pensar en el tiempo que estuvimos tomando y dándole a nuestros hijos agua envenenada”, dijo Augusto Pérez, morador de Chitré y propietario de un pequeño restaurante.
Y es que, dijo, además del trauma que experimentó la ciudadanía, hubo afectación a la economía local y comercial, etapas que se han ido superando, pero que no olvidarán.
“Nunca fuimos indemnizados los azuerenses. Hay un caso en investigación, pero solo hay una empresa señalada. ¿Quiénes se van a hacer responsables de los gastos y daños que sufrimos?”, insistió Pérez.
Desde que se inició hace un año la investigación por la contaminación, se abrió un proceso a la empresa Campos de Pesé, y a tres de sus directivos se les imputaron cargos por delito contra el ambiente, ordenamiento territorial y la salud pública, entre ellos, a su presidente y representante legal, Rafael González Fernández, así como a Gustavo Martín Melgara, gerente agrícola, y María Lao Quintero, supervisora de fumigación.
Desde finales de junio de 2014, la empresa se vio obligada a suspender de forma parcial y, posteriormente, total sus operaciones, debido a la prohibición de labores agrícolas en sus predios, y despedir a más de 1,000 empleados, lo que provocó una ola que se expandió a pequeños comerciantes y trabajadores indirectos.
Sin embargo, las investigaciones de la contaminación primero con vinaza y luego con atrazina del río La Villa arrojan que son por lo menos siete más los procesos que se han abierto por posibles afectaciones al río, entre ellos a agricultores, ganaderos y otros usuarios de la fuente hídrica.
Nicholson indicó que además se ha identificado a las grandes empresas usuarias del río La Villa, las cuales podrían, por la naturaleza de sus actividades, provocar un vertido de sustancias, accidentalmente.
“Les hemos dicho que tienen que adecuar los depósitos de estas sustancias, sus tinas de oxidación, cómo deben mitigar para que los elementos contaminantes no lleguen al río.
Las autoridades aseguran que la crisis del río La Villa fue una enseñanza, ya que provocó que se tomaran acciones serias y contundentes en materia de uso de agroquímicos.
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