Fidel Castro, convencido que Estados Unidos le costó dominar la invasión

La invasión de Estados Unidos a Panamá fue un razón más para que Fidel Castro volviera a mostrar su repudio hacia el llamado 'imperio yanqui' y sus acciones.

Y así lo hizo, un 21 de diciembre de 1989, un día despúes de que las tropas norteamericanas invadieran a Panamá, el excomandante en jefe Fidel Castro dijo este discurso.

Se trata de un mensaje que dedicó a los panameños, a los que llamó 'héroes de nuestra América' y que en ese momento combatían por la dignidad, el honor y la soberanía.

El libro titulado 'Fidel Castro, Hagan lo que hagan, esas aspiraciones de ser gendarmes del mundo se frustrarán' conserva las palabras con las que Castro cuestionó cómo le había costado a los norteamericanos controlar la invasión a Panamá.

'Decenas de miles de soldados yanquis, atacando por sorpresa en horas de la madrugada han tenido que emplear 24 horas para tratar de dominar la resistencia (...) y ninguno de los objetivos fundamentales del imperio se ha obtenido' se preguntó.

En el discurso, Castro consideró que el pueblo panameño escribía una de las páginas más heroicas en la historia del hemisferio en las últimas 48 horas .

'No lograron capturar al Jefe de las Fuerzas de Defensa, que era uno de los propósitos fundamentales declarados en la acción salvaje y legal' manifestó.

En este material que aún se mantiene, pese al pasar de los años, también muestra la fuerte crítica que hacía a Estados Unidos por reflejar 'desprecio hacia nuestros pueblos'

Castro dijo: 'el imperio creía que aquello duraría minutos, tal vez horas, que cuando se lanzaran de paracaídas de noche o atacaran los aviones y los helicópteros, no quedaría ni un solo soldado ni un solo combatiente civil en su puesto.

Tuvo la oportunidad de mostrar su sentir Estados Unidos al decir: 'producen repugnancia, producen asco. Y esos pretextos, esas mentiras las han divulgado por el mundo a través de sus poderosos medios de comunicación masiva'.


X Cumbre de Jefes de Estado fue inolvidable

Durante su estancia en Panamá hubo serios problemas con su grupo de seguridad, además acusó al presidente de El Salvador, Francisco Flores de que el país centroamericano era utilizado como base para anticastristas acusados de terrorismo.

Al país que el entonces presidente de Cuba Fidel Castro se presentaba siempre había algún hecho que recordar.

Su viaje a Panamá para la X Cumbre de presidentes realizada en noviembre del 2000 no fue la excepción.

El ex canciller de la república de Panamá, José Miguel Alemán recuerda que la seguridad de Castro se instaló en territorio panameño un mes antes del evento.

“Ellos estaban a cargo de la seguridad de su líder e incluso se dieron algunas fricciones con la Dirección de la Policía Nacional por falta de coordinación”.

“Yo en lo personal siempre he sospechado que los organismos de seguridad cubano le tendieron una celada a Luis Posada Carriles y su célula, y una vez éstos ingresaron a Panamá denunciaron el complot a las autoridades nacionales, que por supuesto procedieron con los arrestos correspondientes”.

En la cumbre hubo incidentes con el presidente Francisco Flores y con un grupo de periodistas de Miami.

Alemán precisó que en ambos incidentes le tocó estar al lado de Castro.

El primer incidente hizo retrazar la agenda de la Cumbre considerablemente, y el dato curioso es que el Presidente de Venezuela Hugo Chávez jugó un papel instrumental de mediador para bajar los ánimos de las partes en confrontación.

En el segundo incidente, Castro casi se cae de la tarima del teatro de ATLAPA, ya que se abalanzó contra los periodistas de Miami a quienes les gritaba desaforadamente “gusanos, gusanos” una y otra vez.

De esta conferencia con la prensa me queda además el recuerdo de una astuta contestación de Castro a la pregunta de ¿porqué si su revolución era un nirvana para los cubanos, miles arriesgaban sus vidas e incluso morían en el estrecho de La Florida para escapar de la isla?

A esta pregunta Castro contestó que de igual manera miles de Mexicanos, Centro y Sur Americanos arriesgaban sus vidas y morían tratando de llegar a Estados Unidos cruzando el Río Grande, engañados por la propaganda falsa del capitalismo.

“Castro tomaba notas meticulosas de todas las discusiones que se desarrollaban durante la Cumbre, en pequeñas hojas que al final enrolló y se metió al bolsillo de su guayabera. Estuve tentado a pedírselas como recuerdo, pero pensé que no sería apropiado hacerlo”, rememoró Alemán.

“Estuve dos días completos al lado de Fidel Castro. Durante la Cumbre en La Habana en ambas ocasiones se dio un comportamiento similar, una persona gentil y atenta en casi todo momento, aunque a veces irrumpía en incidentes de cólera desenfrenada.

Uno de esos hechos fue con el entonces presidente de El Salvado Francisco Flores y la Conferencia de Prensa.

Es evidente que en el sistema totalitario cubano, el mandatario no desarrolla la paciencia requerida para tratar con una prensa inquisitiva., destacó el ex canciller panameño José Miguel Alemán

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Culpan a la CIA de 638 atentados contra Fidel

Desde que Fidel Castro, inició su proceso de revolución en 1959, el gobierno de Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), lo han tenido en la mira.

Algunos documentos desclasificados, por esta agencia, y una serie de investigaciones realizadas por grupos cubanos e internacionales, han señalado que el líder cubano hasta el 2006, fue objeto de unos 638 atentados contra su vida, de estos 167 se pusieron en marcha.

Los datos precisan que se generaron algunos eventos un tanto curiosos.

Puros envenenados:

Para agosto de 1960, la División de Operaciones de la Oficina de Servicios Médicos de la CIA, preparó y entregó a un oficial de la Agencia, una caja de los puros favoritos de Castro, mismos que habían sido procesados con un veneno letal denominado Botulinum.

Bazucas:

En marzo de 1963, hubo otro intento de asesinato hacia Castro a cargo de la CIA, durante la celebración del sexto aniversario del asalto al Palacio Presidencial, en la escalinata de la Universidad de La Habana.

El plan era disparar con una bazuca desde un edificio frontal a la escalinata de la Universidad, hacía la tribuna del acto y de esta manera, matar al mandatario cubano y otros líderes cubanos presentes.

Traje de buzo:

Este estaba impregnado con bacilo de tuberculosis.

Bolígrafo-jeringuilla:

Un agente de la CIA debía clavarle dicha jeringuilla, curiosamente, el día que murió Jhon F. Kennedy.

Amantes 'a sueldo':

La CIA contrató a una antigua amante del Comandante, proporcionando a la mujer unas píldoras venenosas que ésta debía ocultar en las cremas faciales que Castro se daba.

La CIA intentó pigmentar las servilletas de té con un “veneno letal”.

Pañuelo con bacterias:

Impregnado de bacterias que le provocarían una grave enfermedad.


El comandante cubano también fue conocido por sus grandes amoríos

Fidel Castro en su vida tenía muchas pasiones, el béisbol, buceo, la política y sobre todo el amor.

A lo largo de su vida se le conocieron varios amoríos, romances y matrimonios.

Castro conoció a su primera esposa en 1946, Mirta Díaz-Balart, con la cual contrajo matrimonio el 12 de octubre de 1948 con quien tuvo un hijo Fidel Félix.

Entre las historias y romances que ha tenido el líder cubano, también se destaca el de la joven Natalia ‘Natty’ Revuelta Clews, quien estaba casada con un médico de apellido Fernández.

Su relación con Nataliase fortaleció cuando Fidel estuvo preso por el asalto al Cuartel Moncada.

Con la joven Revuelta tuvo una hija Alina Fernández Revuelta. Se informó que en 1955 se le notificó de su divorcio de su primera esposa.

Otra de sus relaciones extramatrimoniales conocidas fue con María (o Amparo) Laborde, una de las admiradoras del líder revolucionario, con la que aparentemente tuvo un hijo al cual bautizaron con el nombre de Jorge Ángel.

De otra de las conquistas que se le conocieron al líder cubano fue Lilia Amor.

El interés fue tan intenso que Castro le propuso matrimonio y ella llegó a solicitar el permiso de los padres.

Desafortunadamente, el compromiso con Lilia duró poco más de un mes, dado que ella rompió para casarse con su antiguo novio.

El noviazgo de mayor notoriedad fue con la joven alemana Marita Lorenz, que llegó a Cuba en 1959 cuando tenía 19 años, en el buque crucero Berlín, del cual su padre era el capitán.

Fuentes periodísticas indican que ella escribió un libro llamado: “ Querido Fidel: mi vida, mi amor, mi traición”, la propia Lorenz pretende que la relación sentimental duró siete meses, y que estuvo embarazada, pero le fue provocado un aborto.

En una entrevista publicada en el 2001 por la revista mexicana Proceso, Lorenz manifestó que “Fidel destruyó mi vida, pero fue maravilloso”.

Otro de los romances pasajeros de Fidel, que se comentó en La Habana en aquellos primeros años de la Revolución, fue con Lupe Véliz, que llegó a convertirse en dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas.

Dalia Soto del Valle, es una de las compañeras menos conocidas en la vida de Castro, pero datos periodísticos indican que con ella se casó en 1980.

Con ella tuvo cinco hijos que estudiaron en el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin, la principal y más prestigiosa escuela de la fase final de secundaria de Cuba.

Tres de sus hijos con Dalia Soto del Valle -Alexis, Alexánder y Alejandro- están ligados al mundo de las computadoras. Antonio es actualmente un especialista ortopédico, y de Ángel se sabe que igualmente estudió Medicina y nació en 1972.

Paradójicamente el nombre Fidel significa “Fiel”, y en el caso del mandatario cubano ese significado estaba muy lejos de lo que fue su vida amorosa.

Entre las revolucionarias, Celia Sánchez Manduley fue la más estrecha colaboradora de Castro. Se llegó a comentar que recibía la visita del líder cubano que llegaba a su casa en un convoy de tres inconfundibles Mercedes Benz negros en fuertemente resguardado por varios anillos de seguridad.

Sánchez Manduley, enfermó de cáncer, se suicidó en 1980 en La Habana.

Conocedores de los entretelones del poder en Cuba han coincidido en que, a su manera, Celia fue uno de los ‘amores’ del Comandante cubano.

Créditos

Editor: Leo Flores / Texto: Melitza Solano, Enedelkis Magallón / Infografía: Datos EFE, adaptación José Sánchez / Diseño: Rudy Yanis & Raúl Peréz