Fuentes de agua agonizan por la sequía y la polución
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- José Alberto Chacón
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- @josechacon18
- - Actualizado: 06/9/2015 - 06:54 am
La mala distribución de agua potable en el país pasó a segundo plano, tras conocerse que quedan pocas fuentes de agua dulce, producto de la contaminación, la irresponsabilidad de los panameños y del clima. La sequía, provocada por el fenómeno de El Niño, el alto grado de polución y el desinterés gubernamental por el tema han puesto a pensar a los expertos, ya que se trata de la subsistencia humana.
Para tener una idea de la magnitud del problema, solo en la capital, 993 mil 834 personas se ven afectadas por el curso de 8 ríos importantes, que están condenados por la contaminación, según un estudio de la empresa Water Research. ()
La materia fecal, los desechos industriales y los sedimentos de la deforestación encabezan la lista de este drama apocalíptico.
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Y aunque las leyes panameñas contemplan multas de hasta de 10 millones de dólares para quienes causen daño a las fuentes de agua dulce, es poco o casi nada lo que se castiga en materia penal...
En este sentido, Harley Mitchell, abogado ambientalista y exasesor legal de la Anam, comentó que "poco es lo que puede hacerse" para evitar la contaminación si la ciudadanía no coopera.'
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- mil personas vivían en la capital, según cifras de Contraloría de 1950.
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- millón 200 mil residen actualmente, tras el censo de 2010.
Por su parte, Rita Spadafora, directora de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), dijo que, a pesar de que el desarrollo de nuestro país se debe en gran medida al recurso agua, muchos ciudadanos siguen tirando colchones usados, chatarras y todo tipo de basura a los ríos de la ciudad.
Siendo así, el panorama para nuestros grifos naturales es poco alentador.
El actual ministro de Desarrollo Agropecuario (Mida), Jorge Arango, reconoció que la mayoría de los afluentes del país tienen algún grado considerable de afectación.
"Los ríos de Panamá todos están contaminados. Nos estamos encargando de destruir el ecosistema de este país", declaró.
Arango añadió que si seguimos contaminado y si la sequía no mengua, los grados de contaminación se elevarán. Dicho de otra forma, estas aguas no podrán usarse para ningún tipo de actividad humana, salvo para lavar un auto.
No obstante, bajo la manga tienen un plan que a largo plazo podría salvar estas cuencas agonizantes.
El jefe de la cartera agropecuaria reconoció que por primera vez en la historia del país, tras la crisis del río La Villa en la región de Azuero, se implementó un monitoreo de las riveras de los ríos y quebradas (500) que cruzan el territorio nacional.
Arango comentó que también se analizan las cosechas cercanas a estas fuentes y que los resultados por el uso de químicos como la atrazina, son desalentadores.
Por último, el crecimiento descontrolado de la población es otro factor que incide de forma negativa en nuestras cuencas hidrográficas.
Según un dato de Cotraloría, para el año 1950 la capital panameña albergaba a 125 mil personas, pero la demanda de agua y la contaminación creció porque ahora residen 1 millón 200 mil.
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