Panamá ya cumplió con cuota humanitaria de extranjeros
La falta de una política de migración efectiva y una aparente confusión entre lo que es cuota humanitaria y controles, serían los factores principales que inciden en inconsistencia entre las cifras oficiales de extranjeros y lo que hay en la realidad en Panamá.
- Jason Morales Valdés
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- - Actualizado: 20/7/2017 - 02:13 pm
La falta de una política de migración efectiva y una aparente confusión entre lo que es cuota humanitaria y controles, serían los factores principales que inciden en inconsistencia entre las cifras oficiales y lo que hay en la realidad.
Registros oficiales del Sistema Nacional de Migración reflejan un aumento en el otorgamiento de permanencias a extranjeros en los últimos tres años, si se comparan con cifras correspondientes al periodo de 2010 a 2013, con las de los años siguientes.
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Entre 2010 y 2013, Migración otorgó 42,386 residencias, mientras que en el periodo que va de 2014 al 30 de junio de 2017, se han concedido 72,196, es decir, 114,582 permanencias.
Ayer, el propio director de Migración, Javier Carrillo, corroboró las inexactitudes que existen sobre las cifras oficiales de migrantes que están en el Istmo.
Carrillo, anteriormente, había mostrado una cifra de 44 mil 172 venezolanos, pero tras la participación de 50 mil de estos en la consulta popular en Panamá, debió mostrar un nuevo cálculo.'
Gremio aboga por migración que no represente una carga para el Estado
La Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas (Apede) cree en una migración que no represente una carga para el Estado.
El presidente saliente de ese gremio, Juan Gabriel González, destacó que el movimiento migratorio debe darse bajo los parámetros de la ley y que contemple una ayuda para la formación del talento local.
El gremio empresarial desarrollará la próxima semana una conferencia en la que se debatirá sobre la flexibilización o la restricción migratoria laboral.
Es, precisamente, el tema laboral el que preocupa a economistas y otros profesionales, que ven en peligro que plazas de empleo sean acaparadas por extranjeros.
En este sentido, ayer integrantes del denominado Movimiento Nacional Despierta Panamá protestaron frente al Servicio de Migración, para exigir la renuncia del director de Migración, Javier Carrillo, así como detener lo que catalogaron como una corrupción migratoria y pidieron la deportación masiva de venezolanos.
Según Carrillo, desde 2010 hasta el 2017 fueron cifrados 25,272 venezolanos legalizados, y antes del 2010, ya la Contraloría ubicaba a 7,497. A esta cifra debe sumarse las que participaron en un censo por el Decreto 167, que suman 22,899 personas. En total serían 55,668.
No obstante, existe otro porcentaje de hijos de migrantes europeos que poseen doble nacionalidad (incluyendo la venezolana) y han obtenido su legalización mediante pasaportes italianos, españoles y hasta alemanes.
Ante esto, Carrillo dijo que se ha optado por eliminar las citas para otorgar residencias, ante el hecho de que "Panamá ya cumplió su cuota humanitaria".
Reconoció que todavía hay un prerregistro de más de 41 mil extranjeros pendientes de ser legalizados.
Defensores de los derechos humanos, como Teresita Yániz de Arias, explican que el tema humanitario no tiene nada que ver con la legalidad o ilegalidad de cómo llegaron las personas al país.
Dijo que no puede confundirse la protección de los derechos humanos, que tiene que darse a todos por igual, y la política migratoria que establece las necesidades y conveniencias. "Una confusión que tienen muchas personas, empezando por nuestras autoridades".
Afirmó que Panamá no puede seguir sin una política migratoria definida y de acuerdo a las necesidades que tenemos. No pueden abrirse las fronteras para luego hacer imposible el establecimiento de un orden, advirtió.
"Es una obligación como personas decentes, y por los tratados internacionales; (pero) si hemos llegado a esta falta de orden sobre el tema migratorio, es responsabilidad de las autoridades", dijo.
Según Juan Jované, cuando falta una política migratoria definida, el mercado laboral se satura, en la medida que son contratados como mano de obra barata, en ocasiones sin seguro social, lo que afecta al trabajador panameño.
"En un país pequeño como Panamá, estos excesos pueden hacer perder los valores. El 40% de la población está en situación de informalidad y que vengan más personas de afuera aumenta este índice, por ello se tiene que definir una política migratoria", opinó.
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