Sociedad civil, un trampolín para ser figura de gobierno
Gobierno de Varela ha aplicado la estrategia de colocar en posiciones beligerantes de aquellos que antes hacían fuertes críticas a la administración pasada.
- Erika E.Quiñones/@ErikaZayuky
- - Actualizado: 28/6/2015 - 09:53 am
La conducta que han demostrado quienes por años, incluso décadas, se han autodenominado voceros de la sociedad civil lleva a la conclusión de que el camino abonado no es más que una plataforma para alcanzar un puesto dentro de los gobiernos o ser figuras políticas.
El gobierno del presidente Juan Carlos Varela no ha sido la excepción y continúa sumando a representantes de los diferentes gremios de la sociedad civil a su administración.
“La lucha se inicia ahora, la lucha no ha terminado”, frases como esta se extrañan de parte del que fuera el secretario general de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), Andrés Rodríguez, que hoy es conciliador del Ministerio de Educación, luego de no poder ser reintegrado como docente al sistema.
Otro que antes protagonizaba todo tipo de acciones de protestas era Fernando Castañeda, de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal) con palabras como: “No queda más remedio que estudiar las medidas de fuerza”, ahora es el subdirector de Atención Primaria de la Caja de Seguro Social (CSS).
De la misma manera, aparece en la planilla de la CSS el radiólogo Álvaro Lozano, presidente de la Coordinadora Nacional de Gremios de Profesionales y Técnicos de la Salud (Conagreprotsa), quien trabajaba en el Hospital del Niño.
Siendo presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura, a Irvin Halman se le vio preocupado porque a los subsidios se les diera un manejo enteramente político y con incrementos que luego serían difíciles de revertir, hoy es parte del Gobierno.
Después de cuestionar la labor y supuestas irregularidades que ocurrían a lo interno de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) en la pasada administración, hoy el dirigente transportista Milton Prescott es parte de la institución a la que antes le hacía sendas críticas en los medios de comunicación.
No importa el cargo
La actitud que una vez asumieron estas personalidades, de combatientes ante los problemas de los diversos sectores de la población, al formar parte del engranaje gubernamental ha sido sepultada por el cargo.
“Eso es una cuestión que deja mal a la propia sociedad civil”, subrayó el doctor Mauro Zúñiga, exdirigente de la Cruzada Civilista, porque lo que se ha demostrado es que la autodenominada sociedad civil no es más que un vehículo o forma de llevar cierto tipo de protagonismo con el propósito de ocupar un cargo público.
Haciendo la salvedad para el caso de la vicealcaldesa del distrito capital, Raisa Banfield, Zúñiga siente pena al tener que reconocer que hay otros miembros de la sociedad que antes eran muy beligerantes y al ser coartados por el Gobierno, prácticamente han quedado en silencio.
Situación que en la percepción pública crea la duda de que se trata de una estrategia del actual gobierno para acallar a esos dirigentes del sector salud, educación, transporte y otros, con la finalidad de contar con su respaldo en la toma de decisiones y que no se vuelvan un obstáculo.
Quienes pertenecen a determinada organización de la sociedad civil se supone que lo hacen como ciudadanos aspirando a que se gobierne bien y no para ser gobierno, aunque esto no les impide que -en algún momento- formen parte de este, pero a criterio del catedrático Miguel Antonio Bernal, lo correcto sería que fuera por elección popular, toda vez que hay administraciones que lo hacen para “barnizar” el comportamiento de ciertas personalidades.
Bernal expuso que el problema no es que entren a formar parte de este o cualquier gobierno, sino que al hacerlo, abandonen las posiciones que hasta entonces estaban manteniendo.
“Una cosa es aspirar a un cargo público de elección popular siendo o no sociedad civil y otra cosa es siendo sociedad civil irse a trabajar con un gobierno y cambiar 180° para complacer al Gobierno y no a los principios que decía tener”, agregó.
Los motivos
Al respecto, David Ramírez, exdirigente del Movimiento 23 de Octubre, comentó que al aceptar el cargo de asesor en la ATTT, lo hizo con la finalidad de poder continuar desde adentro con una lucha que por años lideró afuera, lograr la importancia de tomar conciencia en la educación vial.
“Cuando me ofrecieron ese cargo, lo primero que dije fue que lo aceptaba con la condición de seguir con mis ideales”, sostuvo el exvocero de los usuarios.
Cuestión de principios
Aquellos que todavía salen al paso para defender sus ideales, aunque son funcionarios públicos, defienden la posición de que los puestos no deben de cambiar la forma de pensar.
De esta forma, lo percibe la exsecretaria de la Confederación de Padres de Familia. “Siempre he sido funcionaria pública y he mantenido la visión de que la educación no tiene precio ni bandera política ni estatus social”, enfatizó.
Cree que el buen dirigente y la persona que siempre ha defendido su derecho, más que una posición, debe de defender sus ideales y tener convicción de lo que siempre defendió “ayer, mañana y siempre”.
Para algunos casos, Gómez censura cómo quienes ayer criticaban, hoy todo está bien y todo parece natural y normal. Ello no debe ser, ya que “las cosas buenas se defienden en el terreno que sea y en el tiempo en el que estemos”.
Priscila Vásquez, dirigente de la Asociación de Empleados de la CSS, reconoce que muchas voces están del otro lado , y lo que antes era de principio, ahora no está dentro de su agenda. “Vamos de menos a más, pero la población no quiere eso, porque sabe lo que eso significa”.
“El pueblo se encarga de separar el grano de la paja”, citó Bernal, al referirse a que los que han asumido ese papel no tendrán después cabida dentro de las asociaciones que puedan realizar la sociedad civil, porque han desacreditado y decepcionado.
De esto está seguro también Zúñiga, de que estas personas que han cambiado su línea de conducta al estar dentro del Gobierno, prácticamente al salir van a estar bastante desprestigiadas.
Trabajar con honestidad, transparencia y objetividad, independientemente de que hayan tomado la decisión de pertenecer al engranaje gubernamental, es la labor de estas personas. Lo que no se censura, pero lo que no se puede es negociar el principio, señaló el abogado Ernesto Cedeño. “Eso no debe haberle truncado su derecho de cuestionar las cosas que están mal y de avalar las que están bien”, concluye.
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Voces sepultadas por ocupar hoy un puesto público
Fueron los más críticos de la gestión gubernamental del presidente Ricardo Martinelli y hoy guardan silencio frente a los problemas.
Educación
El profesor Andrés Rodríguez, por años salió al frente de la Asoprof para defender los derechos de sus compañeros y denunciar las falencias del sistema educativo, al punto que le costó su puesto hasta el año pasado.
Salud
Al médico Fernando Castañeda se le observó por muchos años dentro de la Comenenal denunciando los problemas a lo interno de la CSS. También fue reintegrado.
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Los valores no se negocian
"Conociendo lo que es la sociedad civil y la falta de credibilidad en relación con el gobierno, con más razón estas personas deben ser más transparentes y trabajar con empeño"
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