Voces del ambiente calladas por puestos en el Gobierno
Varios usuarios en la red social Twitter reaccionaron preguntándose dónde se encuentran los ambientalistas que antes eran más activos. Fuentes consultadas consideran que los ambientalistas que antes eran críticos, no deben olvidar las causas por las cuales abogaban.
- Mellibeth González C./@gonzalezcalvo23
- - Actualizado: 05/7/2015 - 08:18 am
Antes del 1 de julio de 2014, a las aguerridas figuras de la sociedad civil ambientalista se les veía críticas y activas ante situaciones en las que el ambiente estaba en peligro; sin embargo, para algunos, esas valientes voces han pasado a ser sumisas.
Reconocidos personajes panameños relacionados con el ambiente como Félix Wing, Zuleika Pinzón, Alida Spadafora y Raisa Banfield pasaron de ser parte de ese grupo de la sociedad civil a conformar el engranaje gubernamental.
Wing ocupa el cargo de secretario general del Ministerio de Ambiente; Pinzón es la actual directora nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre en el Ministerio de Ambiente; Spadafora fue electa diputada suplente en el circuito 8-7, aunque fue cuestionada por ejercer, a la vez, un puesto dentro del Municipio de Panamá.
Otra de esas figuras es la también ambientalista Raisa Banfield, quien fue electa vicealcaldesa capitalina y ocupa el cargo de administradora de Proyectos Nuevos en el Municipio de Panamá.
Siendo candidata a la vicealcaldía, Banfield dijo que aceptó correr por el puesto para incidir en la toma de decisiones.
Además, se solidarizó con los indígenas que se oponen al proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco, no obstante, ahora que el tema recobró fuerza, no se ha manifestado al respecto.
“En la situación de Barro Blanco no escuchamos a esas voces que en otras condiciones estarían ahí”, expresó el excandidato presidencial Juan Jované, quien opinó que la gente “que se dice independiente” y ha participado del actual gobierno ha perdido “buena parte” de su credibilidad, y por ello considera que no se puede ser un ambientalista aguerrido dentro de un gobierno que no tiene una vocación ambiental real.
Al ser consultada sobre el tema, la ministra de Ambiente, Mirei Endara, se limitó a decir que en el momento en que la persona acepta ser funcionario, debe cumplir las leyes y funciones que se le establecen, y ante esto, ella “esperaría que todo funcionario cumpla primero con ese deber”.
Twitter
En términos generales, ¿qué opina de los ambientalistas panameños?
@CarlosKunguya
Les falta más apoyo para ejercer su trabajo a cabalidad y dar soluciones viables a proyectos sin presiones torcedoras.
@myrnamezac
Que peleamos mucho por el ambiente, pero es nadar contra la corriente.
@gloriagrifo
¡Son totalmente incoherentes! Prefieren energía por combustible que por hidroeléctricas. Creo que responden a petroleras, está clarito.
@Charttime5037
Cuenta con ambientalistas de mentiritas. Ah, pero bien pagados.
@TitaCastrellon
Desde que son empleados públicos, los ambientalistas se olvidaron del ambiente, razón de ser de sus profesiones.
@alexarauzramos
Que se venden al gobierno de turno.
Mientras, el abogado ambientalista Harley Mitchell considera que el talante de un ambientalista en Gobierno es distinto al comportamiento que provee la libertad de ser ciudadano, pero a su juicio, los ambientalistas que laboran en las instituciones tienen un “mayor arsenal”, al tener a su favor leyes, información y contacto con el resto del “aparato” de Gobierno.
Por esto, tienen mejores oportunidades para tomar medidas a favor del ambiente, resumió.
El abogado lo ve también en un plano más amplio: esta situación representa un “desafío” para quienes están relacionados con esta materia y están fuera de la administración de Gobierno.
“El sector ambiental tiene una prueba de fuego muy difícil”, agregó a Panamá América.
Para el abogado Miguel Antonio Bernal, el problema no es que se hayan pasado a las filas del Gobierno, el dilema está en que “han cambiado el chip”.
“No tiene nada de malo que entren a laborar en el Gobierno o empresa privada, lo malo es que, por cambiar de acera, se les olvida defender las cosas que antes defendían”, añadió.
Por su parte, para el ecologista e integrante del Colectivo Voces Ecológicas (Covec) Ramón Benjamín, los ambientalistas que actualmente trabajan en el Gobierno no han cambiado su agenda, sino que están tratando de hacer un esfuerzo dentro de las instituciones en las que se encuentran.
Conflicto de intereses
Las organizaciones o fundaciones ambientales tienen la tarea de señalar lo que va mal en el Estado en esta área, a juicio de los consultados.
Aunque no conoce de algún caso en particular, para Benjamín podría ocurrir un conflicto de intereses si una organización calla porque uno de sus antiguos miembros ahora forma parte del Gobierno.
Con que la posibilidad existe, también está de acuerdo Mitchell, y por ello considera que se trata de la “prueba de fuego” de la actual sociedad civil ambientalista.
“Tenemos el deber de advertir esos casos y hacer las correspondientes denuncias porque, de existir, nadie lo va a denunciar si no somos nosotros”, expresó.
Para Jované, si una organización no es capaz de criticar a su antiguo miembro, entonces perdió su personalidad.
Mientras, Bernal abogó por una legislación que aclare estas “incompatibilidades”.
Abogan porque se definan objetivos comunes
A juicio del abogado ambientalista Harley Mitchell, al movimiento ambiental en el país le falta definir objetivos comunes, al ser tan diverso y tener intereses distintos en sus campos. El activista de la promoción del Derecho y la Justicia Ambiental considera que este movimiento siempre ha tenido el desafío de una organización que sea una alternativa de consulta, que sirva de guía a la sociedad y de quienes sufren de la contaminación ambiental, y que ocupe su rol ante los gobernantes para adoptar mejores políticas en favor del ambiente.
Para Mitchell, el país tiene ambientalistas valientes que defienden el medio, sin embargo, a pesar de la presencia de este movimiento en la sociedad, no parece tener una organización establecida como para que sus cometidos más importantes sean conseguidos. "Esto no quiere decir que no se esté trabajando; los ambientalistas, ya sea individual o en grupo, están trabajando con mucho esfuerzo para promocionar y darle difusión a su mensaje, pero su presencia es bastante limitada en la sociedad panameña", agregó Mitchell, reiterando que quizás, se necesita un mayor ordenamiento.
Opinión
Gabriela Etchelecu
Bióloga
‘Un reto’
Me parece que es un reto enorme, pues siempre las expectativas creadas son muchas, y deben hacer lo posible para no olvidar de dónde vienen, lo que predicaron y hacer lo mejor posible sin perder su norte, quiénes son y en qué creen realmente. Las acciones dicen más que las palabras y será evidente con sus acciones quiénes creían realmente en su discurso y quiénes no. Sé que suena duro pero así es. Por mi parte, todo el que quiera hacer realmente lo correcto tendrá mi apoyo sin importar banderas políticas, pero sí me fijo en trayectorias personales. Cuando se es íntegro, se es íntegro en todos los aspectos de la vida, no solo el profesional.
Creo que ser agresivo no da resultados desde ninguna plataforma, ni desde la sociedad civil ni desde un puesto público, pero definitivamente se debe ser crítico. Ser crítico no quiere decir salir en medios criticando cuando no se han usado antes los canales existentes para lograr cambiar algo que crees está mal. Significa participar activamente.
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