Arquitectura Sostenible, una ideología con perspectiva para reducir el impacto ecológico
- Yovanska Spadafora
Cuando hablamos de este concepto dentro de la arquitectura, nos referimos al desarrollo de proyectos de manera sostenible, lo que se traduce como la reducción del impacto ambiental que se crea al ejecutar trabajos de construcción, de forma tal que se conserven los recursos naturales como un legado a las futuras generaciones.
Dentro de este término, profesionales de la arquitectura, nacionales y extranjeros han dado origen a una filosofía en donde dentro del diseño y conceptualización de un proyecto, se ponen en práctica métodos de construcción, tecnologías aplicadas y sistemas eléctricos y mecánicos en un edificio, que están destinados a reducir la huella urbana o el impacto ecológico de una edificación sobre el medio ambiente directo.
El arquitecto David Rodríguez, quien pertenece al Consejo de Edificios Verdes de los Estados Unidos (USGBC por sus siglas en inglés) y certificado con el LEED (Liderazgo para el Diseño Energético y Ambiental), se ha especializado en este tema desde el año 2003, fecha en la que desarrolló su primer proyecto sostenible en el estado de Washington. Ahora, considera que el tema es de gran relevancia para nuestro país.
Históricamente, esta temática está mucho más desarrollada en los países europeos, en comparación con otras ciudades, incluyendo Estados Unidos que se encuentra en el segundo lugar, y que ya ha institucionalizado la idea de la arquitectura sostenida a través de diversos congresos e instituciones especializadas, creadas para la evaluación e implementación del sistema.
Rodríguez manifiesta que en el caso de Panamá es un asunto relativamente nuevo a la luz pública. Sin embargo, existen instituciones como el Smithsonian Tropical Research Research Institute, que implementó desde hace siete años laboratorios en Bocas del Toro utilizando paneles solares como fuente de energía eléctrica.
“Si hablamos de idear un sistema y crear metas, éste es un tema reciente en nuestro país, a pesar de que ya existen edificios como el 360 en Amador y proyectos residenciales nuevos en el Casco Viejo que nosotros estamos realizando, para los cuales se les ha propuesto a los clientes la aplicación de medidas sostenibles tanto en la metodología de construcción y control de calidad, como el uso de materiales reciclados y ventanas de alta eficiencia que reducen el consumo energético de ventilación y aires acondicionados”, señala Rodríguez.
Sobre materiales y sistemas. El conjunto de materiales que encajan dentro del método arquitectónico sostenible, guarda características de fabricación, durabilidad y calidad.
En primer lugar, se evalúa la energía requerida para su fabricación.
Segundo, se analiza qué tan efectivo es el material para su función en relación con el clima; “por ejemplo, en Panamá se aprovechan las ventajas del concreto que es un buen aislante y tiene la particularidad de ser relativamente benigno en términos de diferencias de temperaturas”.
Y por último, se atribuye el uso de materiales reciclados que provienen de construcciones previas o de otro tipo de usos, como los cauchos de llantas, los cuales se pueden utilizar para ciertos acabados de pisos, el bambú y la madera reciclada, ventanerías eficientes y aislantes.
En cuanto a los sistemas, el arquitecto hace referencia a tres aspectos básicos de una edificación: el suministro de agua, de electricidad y la ventilación.
En este sentido, los sistemas sostenibles son los que toman en cuenta la conservación del medio ambiente. Con respecto al consumo de agua, se instalan inodoros y duchas de bajo consumo; el gasto eléctrico se controla a través de los aparatos que se adquieren y la ventilación (en edificios grandes) es trabajada mediante sistemas que reciclan el aire de tal manera que el porcentaje de consumo es de un 25 a 30% menos que con un sistema de aire acondicionado central convencional.
Beneficios. Actualmente, la construcción de edificios representa el 40% del desperdicio que se genera a nivel mundial.
“Tomando en consideración los beneficios que representa social, política y económicamente la institucionalización de este sistema, estaríamos frente a una fuente de ahorro significativa. De igual forma, ante la problemática del calentamiento global, eventualmente tendremos que ser más eficientes en la forma en que construimos en el mundo”.
Otro aspecto importante es conocer que la arquitectura sostenible no solamente se aplica a un edificio o proyecto individual, sino a nivel global, a las masas urbanas. Es responsabilidad de las empresas constructoras y de todos los involucrados, llevar a cabo proyectos compactos, que crean interconexiones, que reducen la necesidad del uso de automóviles y que fomenten la interacción entre la naturaleza y el mundo construido del hombre.
“Podemos subrayar el proyecto Lagunas Barú ubicado en Volcán, en donde sobre 1,500 hectáreas, estamos construyendo menos del 30% de terreno y en el resto se están preservando los ecosistemas naturales, incluyendo las operaciones de cafetales de la finca”.
Además, en este complejo residencial mixto que contará también con centros comerciales y hoteles, se están creando comunidades densas y compactas dentro del ecosistema. Esto forma parte la integridad de la arquitectura sostenible en una escala mayor.
Disyuntiva. En general se estima que el costo de implementar medidas sostenibles en un proyecto puede ser de 5% a 10% sobre una construcción nueva. Sin embargo, este porcentaje puede variar según las medidas sostenibles que se incorporen.
Dicho de una u otra forma, el aspecto de la inseguridad que muestran muchos clientes ante esta inversión anticipada para este tipo de materiales, representa el mayor dilema que enfrenta la ideología de la arquitectura sostenible, sobre todo cuando algunos temas relacionados son desconocidos en ciertos mercados.
Por otra parte, en Panamá, los profesionales se enfrentan a la problemática del control de calidad de manera complicada, sobre todo con el “boom” de la construcción que se está experimentando. “Para que un sistema y una toma de decisión sea eficiente, se deben contemplar parámetros de control y seguimiento para garantizar que la construcción e implementación del proceso se ejecute de forma adecuada, sin perder el propósito”, aclara Rodríguez.
Debido a que la arquitectura sostenible abarca varios aspectos, mundialmente existen instituciones dedicadas a la puesta en marcha y evaluación de los métodos que abarca, como el Consejo de Edificios Verdes de los Estados Unidos (USGBC) que ha implementado el Sistema de Evaluación Sostenible LEED (Liderazgo para el Diseño Energético y Ambiental). Este sistema evalúa el diseño y construcción de un edificio según cinco áreas clave: su impacto directo en el medio ambiente en que se ubica, consumo de agua, energético, uso de recursos y materiales y calidad ambiental para el usuario.
El papel del Gobierno. Aunado a la necesidad de crear canales efectivos para la divulgación de la información, el papel del Gobierno es fundamental en la toma de decisiones.
Para la sociedad panameña, la arquitectura sostenible sigue siendo una temática muy joven, sobre todo por los muchos aspectos que han agrupado a las autoridades en los términos de la escala de construcción.
No obstante, el interés encontrado de arquitectos, ingenieros y grupos de conservación del medio ambiente, ha abierto una franja que constituye el interés de profesionales-ciudadanos, sobre un tema que a corto plazo será inevitable para el gobierno panameño.
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