¡Adiós al rey del erotismo!

Hugh Hefner, el excéntrico editor de la revista Playboy, que murió el miércoles a los 91 años, combatió y sobrevivió a dos grandes enemigos, pero su imperio comenzó a tambalearse ante la irrupción de un tercero, imposible de prever.

El primero fue el puritanismo religioso que aún dominaba la sociedad estadounidense a inicios de la posguerra; el segundo fue el movimiento feminista, que irrumpió con fuerza en los setenta. Hefner, ayudado por el propio agotamiento de los resabios victorianos que aún dominaban la sociedad, demolió por nocaut al primero de los rivales y sobrevivió con algunos golpes al segundo. La irrupción de Internet y su oferta inagotable de pornografía -primero en oscuros sitios digitales, ahora presente hasta en los chats de Whatsapp de padres del colegio- resultó demoledora y comenzó a horadar las bases de su legado.

Hefner alguna vez fue un revolucionario libertario. Su ideario incluyó reivindicaciones como la libre circulación de sexo y drogas, y otras menos hedonistas, como la despenalización del aborto y la defensa irrestricta de la libertad de expresión.

Hefner fue un adelantado y en 1953, con 27 años, gastó 500 de los 600 dólares que puso como ahorro propio para comprar unas fotos de Marilyn Monroe semidesnuda, juntó algunos fondos más e imprimió la primera edición de Playboy.

Al principio aparecía como una figura decorativa en el fondo de las producciones de mujeres desnudas, pero luego se mudó al primer plano. Junto con el conejo, Hefner se convirtió en la marca del imperio Playboy.

En los setenta, la revista vendía siete millones de ejemplares y se había expandido a casinos, clubes, indumentaria, programas de televisión y canales de cable. Sin embargo, debió enfrentar un enemigo que Hefner desconocía, el naciente movimiento feminista. En un debate televisivo, una crítica feminista, Susan Brownmiller, lo acusó de tratar a las mujeres como "objetos sexuales" y le preguntó por qué no salía él en la revista con una cola de algodón pegada a su trasero, el atuendo icónico de sus conejitas.

Sus mujeres

Marilyn Monroe: En portada, la primera "playmate" aparecía con un vestido de escote superlativo, aunque la foto más explosiva estaba en las páginas interiores: la instantánea "Sueños dorados" mostraba a una modelo de medidas 94-58-92, desnuda, sobre un raso rojo.

Ambos fueron amigos hasta la muerte de la actriz, en el 62. Tanto así, que en 1992 Hefner compró la tumba contigua a la de Marilyn en el cementerio de Westwood Village por $75 mil.

Mildred Williams: Fue su primera esposa. Se habían conocido en la universidad. Ambos nacieron el mismo año y en la misma ciudad. Estuvieron casados de 1949 a 1959, y de esta unión nacieron su hija Christie, en 1952, y su hijo David, en 1955.

Kimberly Conrad: La pareja se casó en 1989 y estuvieron unidos hasta el 2010. Ella fue "miss" Enero 1988, y playmate al año siguiente. Con ella tuvo dos hijos: Marston (nacido en 1990), y Cooper (1991). Como ya tenía pactado con Williams, durante el matrimonio tuvo relaciones con otras mujeres y también con hombres.

Crystal Harris: Harris, de 31 años, conoció a Hefner en Halloween de 2008 durante una fiesta en su casa. "Miss" Diciembre 2009 de Playboy, se comprometió con el "abuelo" fundador en 2010. Cinco días antes de la boda rompieron, pero, finalmente, reanudaron la relación en el 2012. Se casaron en diciembre de aquel mismo año en la famosa mansión. Hoy es su viuda.

Brande Roderick: La modelo y actriz de "Los vigilantes de la playa", de 43 años, mantuvo un breve romance con Hefner del 2000 al 2001, coincidiendo con sus apariciones en la revista. No fue esta la única "conejita" con la que se encamó el editor.

Antes estuvo con Barbi Benton (de 1969 hasta 1976). Después de Roderick, otras playmates que ocuparon el corazón de Hefner fueron Holly Madison (de 2001 hasta 2008), que se hizo famosa gracias al reality "Girls of the Playboy Mansion"; Bridget Marquardt (de 2002 hasta 2009), y Kendra Wilkinson (de 2004 hasta 2008).