Lo que ya no espero
En mi crecimiento y evolución personal he descubierto lo mucho que hacemos mal "al esperar".
Nilena Marín ([email protected] / Instagram: @motivamerica)
En mi crecimiento y evolución personal he descubierto lo mucho que hacemos mal "al esperar". Al esperar de que las "cosas pasen", de que lo que deseamos caiga del cielo o que nos toque a la puerta de nuestra casa. Muy dentro de mí, ya no espero que nada llegue tan fácil y, sí así pasa, es porque hay un trasfondo de trabajo arduo, planificación y empeño.
Ya no espero que mi príncipe azul toque a mi puerta, ni ando buscándolo desesperadamente. Vivo el hoy disfrutando cada momento, conociendo gente, lugares y culturas.
No espero que llegue el "trabajo deseado". Con paciencia desarrollo mi plan de vida y mis proyectos personales y entiendo que hay que trabajar duro y con mucho sacrificio para alcanzar lo que queremos.
He aprendido a dar las cosas de corazón, ayudar a los demás, a comunidades, familiares, amigos, compañeros de trabajo y entre otros. Ya no me preocupa recibir algo a cambio, porque sé que lo que entrego lo hago porque quise y no por interés ni obligación.
Me liberé de estar pendiente de "la espera", de estar cansada de decepcionarme por no recibir nada a cambio. En fin, comprendí que debo hacer las cosas que quiero, sin que nadie me diga qué hacer, pero siempre haciendo el bien.
"Si haces bien, te irá bien". De esto se trata. De hacer las cosas con cariño y estar 100% seguros de todos nuestros pasados. Yo les aseguro que esa frase es totalmente cierta y la recompensa siempre la veremos a su debido tiempo.
Me cansé de esperar y me fui en busca de mis sueños y metas. Si estamos pensando que la vida es injusta y no tenemos lo que merecemos, estamos equivocados porque, para el encuentro de nuestros sueños hay que tomar riesgos, ir por ellos y enfrentarnos a lo que venga.
He hecho un pacto conmigo misma para no esperar nada, de seguir hacia adelante, de aprender de los momentos buenos y malos. A continuar con alegría cada día e ir construyendo mi futuro con pasión y dedicación.
Soy feliz cada día, descubriendo todo lo bueno que puedo aportar a este mundo. Ya no espero que vengan cosas buenas hacia mí, sino más bien, quiero ser parte de ese cambio y compartir con ustedes todo lo bueno que hay en mí.
Tengo mis días grises, llenos de miedos e inseguridades, como todos, pero todo esto es parte del proceso de crecer, madurar y entender de qué se trata esta gran aventura llamada "vida".
En cuanto a mis defectos, ya no espero que las personas me los digan, he aprendido a conocerme y saber que nadie es perfecto, pero está en nosotros trabajar en ser mejor, en aceptar nuestros errores y que esa enseñanza queda en nosotros para siempre.
No lo pienses más y comienza el camino para llevar una vida equilibrada para entender lo que realmente "necesitas" y no lo que "quieres". Hay una gran diferencia en esto, y cuando ya lo hayas analizando, sabrás que lo que necesitamos no tiene precio.
No te quedes sentado esperando que las cosas lleguen a ti, da el paso, comienza a caminar y deléitate de cada momento, de cada aprendizaje y escribe cada capítulo de tu libro, llénalo de grandes hazañas, anécdotas, momentos mágicos y de innumerables experiencias.
No espero riquezas ni cosas materiales, lo que sí espero es que la gente tenga más alegrías, metas, pasión por lo que hacen y que vivan con positivismo y amor. Esto fue una de las razones por las que inicié este gran proyecto llamado "MOTIVAMERICA", para contagiarlos de felicidad y ese empujón que necesitamos todos para atrevernos a "vivir" y a soñar.