Condenan a madre e hija por encubrir a los asesinos de un sacerdote guatemalteco
- Katherine Palacios P.
Dos mujeres guatemaltecas, una madre y su hija, fueron condenadas a dos años de prisión conmutables cada una por un tribunal, que las encontró culpables de "encubrimiento" en el asesinato, hace cinco años, de un popular sacerdote católico.
Carmen Lucía Dávila y su madre, María del Carmen Barrera, fueron acusadas por la fiscalía de ocultar información sobre la identidad de las personas que el 14 de diciembre de 2003 asesinaron a tiros al sacerdote José María Ruiz Furlan, conocido como "Padre Chemita".
El Tribunal Cuarto de Sentencia desestimó las declaraciones de los 165 testigos que, a propuesta de la defensa y la fiscalía, testimoniaron sobre este hecho, y sólo dio validez a lo expuesto por los dos médicos que practicaron la necropsia al sacerdote asesinado.
Las mujeres, que mantenían una estrecha relación con el sacerdote y que durante el juicio se declararon inocentes, podrán evadir la prisión mediante el pago de unos dos dólares por cada día de la sentencia.
Según la fiscalía, las condenadas, que acompañaban a Ruiz Furlan en el momento en que fue asesinado, saben quiénes fueron los responsables del crimen, pero se negaron a colaborar.
El "Padre Chemita", polémico por su participación en política partidista, empresario hotelero y abanderado de las causas de los habitantes de los empobrecidos barrios del noreste de la capital guatemalteca, fue asesinado a los 72 años de edad.
El tribunal ordenó a la fiscalía continuar con la investigación de este crimen hasta encontrar a los autores materiales e intelectuales.
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