Salvan especies poco vistas
Se han rescatado 388 especies a las que se les coloca un ?chip? para monitorear su desplazamiento.
- Juan Díaz
- - Publicado: 19/7/2008 - 07:44 pm
Los trabajos de ampliación del Canal de Panamá no sólo implican grandes explosiones, movimiento de tierra, gigantescas maquinarias, sino el traslado forzado de cientos de especies de animales, cuyo hábitat se verá afectado por la obra.
El trabajo de rescate de cientos de animales, desde los esquivos monos Tití, hasta los peligrosos lagartos aguja, muy abundantes en los ríos, quebradas y lagos que se encuentran dentro de la cuenca del Canal, es arduo.
La ubicación y rescate de la fauna salvaje a realizarse antes de la tala de árboles, la voladura de cerros y la entrada de la maquinaria pesada fue encomendada a la Asociación Panameña para la Conservación (APPC).
En la actualidad se trabaja en proyecto Pac # 1, que incluye la nivelación del Cerro Paraíso y la alineación de carretera Borinquen, que ahora cruzará la Laguna de Cocolí, en donde se realizará un relleno.
El proyecto de ampliación del Canal afectará mil 866 hectáreas de vegetación, según el estudio de impacto ambiental del tercer juego de esclusas.
Por estos efectos, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) pagará una indemnización de 2.5 millones de dólares a la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) y reforestará mil hectáreas en diferentes puntos del país.
Néstor Correa, director Ejecutivo de APPC, explicó que el trabajo no sólo consiste en atrapar a los animales y reubicarlos, sino que además se les instalará un "chip" que permitirá monitorear su desplazamiento.
El "chip", que tiene el tamaño de un grano de arroz, es colocado a los machos en edad reproductiva, bajo la epidermis con una inyección. El pequeño dispositivo mantiene un código de identificación con registro de su colocación.
El Servicio Forestal de los Estados Unidos colaboró con el censo de población de animales, previo a su captura y reubicación en el área de Nuevo Emperador, el Parque Nacional Soberanía y Camino de Cruces.
Hasta ahora, 388 animales fueron rescatados de una muerte segura. Entre ellos figuran: ocelotes, capibaras, perezosos, osos hormigueros y algunas especies de las que hacía años no se tenían noticias.
Según Correa, los animales con mayor riesgo, son aquellos lentos y territoriales. En ocasiones - explicó - se ven columnas de gatos solos y monos que abandonan la zona al sentir la devastación.
Sin embargo, colgados a los árboles cientos de perezosos penden de un hilo y en las lagunas los cocodrilos y caimanes están ajenos al peligro.
Aunque resulte paradójico, para los rescatistas el mayor peligro no está en los animales salvajes, sino cuando entran a denominadas áreas Uxo (contaminadas con explosivos).
Aquí hay cientos de bombas sin explotar - detalló- que resultan un gran riesgo. En estos lugares sólo se puede entrar con la ayuda de personal especializado, que colabora en los trabajos de rescate.
No obstante, durante las labores de resguardar a los animales también se ha logrado crear conciencia entre los trabajadores, que incluso detienen sus pesadas máquinas para no aplastar a un perezoso o una boa constrictor.
Hasta ahora, se ha logrado dar capacitación a unos 500 obreros que participan en las labores de ampliación del Canal, quienes deben alertar a los rescatistas sobre la existencia de un animal en peligro.
A través del trabajo realizado los científicos han logrado establecer la existencia de una gran diversidad de especies, que movilizan a lo largo y ancho del área del Canal.
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