La Junta Militar birmana se disuelve y entrega el poder a un Gobierno civil
- L. Machuca
La Junta Militar de Birmania (Myanmar) se disolvió hoy para culminar la transición hacia un gobierno en teoría civil, con la investidura como nuevo presidente de la república del general retirado Thein Sein.
En un día histórico para los birmanos, el general Than Shwe, que ha llevado el timón de la nación asiática en los últimos 19 años, rubricó el decreto por el que desaparece el Consejo de Estado para el Desarrollo y la Paz.
Pasado el mediodía, las emisoras de radio y canales de televisión estatales comunicaban el acontecimiento a la población que estaba pendiente de la investidura del nuevo jefe del Estado, de 65 años, en una sesión conjunta del Parlamento bicameral en Naypyidaw, la capital.
Por un lado, era el último acto oficial del todopoderoso general Than Shwe como presidente de la Junta Militar en la transición hacia la "democracia floreciente y disciplinada" que ha diseñado y, por el otro, suponía la última sesión del Legislativo este año.
Junto al Jefe de Estado prometieron sus cargos los vicepresidentes Tin Aung Myint y Sai Mauk Kham y una treintena de ministros.
La composición del nuevo Gobierno ofrece una idea del futuro que le espera a Birmania: 23 titulares con pasado militar y tres en activo, y cuatro tecnócratas civiles.
En los primeros han recaído las carteras de Defensa, Interior, Desarrollo Industrial y Asuntos Exteriores, entre otras.
El vicepresidente Tin Aung Myint es, como el jefe de Estado, otro general retirado, pero Sai Mauk Kham es un médico de la etnia minoritaria shan.
Los militares también dominan el Consejo Supremo, un organismo contemplado en la Constitución para asesorar a la Presidencia y que funcionará de junta militar de facto, según analistas de la disidencia.
A él pertenecen el veterano general Than Shwe, Thein Sein y otros altos mandos del estamento castrense, de acuerdo al medio opositor "The Irrawaddy".
Por último, el 25 por ciento de los escaños en el Parlamento bicameral y los legislativos de las distintas regiones y estados está reservado a los militares en la Constitución aprobada en referéndum en 2008 con el boicot de la oposición democrática y lo mayor parte de las minorías étnicas.
Thein Sein, cuyo nombre continúa en la lista de la Unión Europea de miembros del antiguo régimen birmano, no tendrá ningún problema para que se aprueben sus proyectos de ley porque tiene la mayoría absoluta en el Legislativo a través del Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión, que venció abrumadoramente las elecciones del 7 de noviembre pasado, otros comicios boicoteados por la principal oposición democrática.
Than Shwe y Maung Aye, miembros del Consejo Supremo, pertenecen al comité central del Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión.
La nueva Birmania que arranca hoy en pos de una "democracia disciplinada y floreciente" está inspirada en los regímenes del indonesio Suharto y de los norcoreanos Kim Il-sung y Kim Jong-il.
En la oposición, sin representación parlamentaria y con el partido político ilegalizado porque rehusó participar en la "farsa" oficial, continúa la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, al frente de las aspiraciones democráticas de los birmanos.
Suu Kyi se ha pasado 16 de los últimos 21 años confinada en su casa familiar de Rangún por pedir de forma pacífica a las autoridades mayores libertades.
La opositora birmana disfruta de libertad de movimientos desde el 13 de noviembre último, seis días después de los comicios, y desde entonces se ha centrado en legalizar su partido y reactivar la antigua red nacional de contactos que el régimen militar ha desmantelado.
Birmania lleva gobernada por generales desde el golpe Ne Win en 1962 y, con el nuevo modelo de gobierno, continuará dirigida por militares retirados muchos años más.
El nuevo presidente birmano es un ex general leal al "hombre fuerte" del país
Thein Sein, designado primer ministro en 2007, abandonó hace un año la carrera militar para encabezar la lista de candidaturas del Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión a las elecciones del pasado 7 de noviembre, como establece la Constitución de 2008.
Nacido el 20 de abril de 1945, ha desarrollado toda su carrera profesional en las filas del cuerpo, cuyos mandos controlan todas las instituciones y la mayor parte de las grandes empresas de Birmania (Myanmar).
Muy poco se conoce públicamente de su persona y vida privada, como es habitual con la jerarquía castrense birmana, dentro de la cual la posición de primer ministro es la quinta dentro del escalafón en el que se asciende por grado de obediencia y lealtad al general Than Shwe.
A los 31 años alcanzó el grado de coronel y, a finales de 1995, se le encomendó la difícil misión de negociar el acuerdo de rendición de la guerrilla de la minoría étnica shan capitaneada entonces por el narcotraficante Chang Si Fu, alias Khun Sa.
Khun Sa controlaba por aquella época la producción y distribución de heroína en el "Triángulo Dorado" de la droga, donde convergen las fronteras de Birmania, Laos y Tailandia.
Thein Sein se convirtió en 1997 en el miembro más joven del Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo (SPDC), hasta hoy la nomenclatura oficial de la dictadura.
El politburó birmano le designó luego presidente de la Convención Nacional, el organismo que empleó una década en redactar la nueva Carta Magna aprobada en referéndum en 2008 pese al boicot de la oposición democrática.
Poco a poco, escaló puestos hasta que Than Shwe le nombró primer secretario del SPDC en 2004, coincidiendo con una operación para instalarle un marcapasos y la defenestración del entonces primer ministro, general Khin Nyunt.
Khin Nyunt pasó de delfín del máximo líder birmano y candidato favorito a presidir la Junta a ser encarcelado por corrupción y reemplazado por el general Soe Win, más dócil que su predecesor.
Los problemas de salud de Soe Win llevaron a Thein Sein al puesto de jefe del Ejecutivo en 2007, primero de forma interina y luego definitiva tras la muerte del titular en octubre de aquel año, justo después de las protestas de los monjes budistas aplastadas por los soldados.
Como primer ministro se convirtió en la imagen del régimen ante la comunidad internacional y sorteó la crisis sin ceder un ápice ante la presión de Occidente, alarmado por la dureza con la que se reprimió a los manifestantes pacíficos.
Una actitud similar fue la que mostró en mayo de 2008, cuando hizo de "perro de presa" de Than Shwe de cara al exterior, en esta ocasión por el empecinamiento de la Junta Militar por controlar el flujo de ayuda humanitaria a los 2,5 millones de damnificados por el ciclón Nargis en el delta del río Irrawaddy.
En marzo de 2010, encabezó el grupo de ministros y generales que abandonó el Ejército para iniciar la carrera política al frente de la plataforma política que nació de la organización paramilitar con 27 millones de miembros que el régimen empleaba desde hacía años para hostigar a la oposición.
La formación arrasó en las elecciones de noviembre con el 76 por ciento de los votos y allanó el camino para que los uniformados se perpetúen en el poder en un país que gobiernan con puño de hierro desde la asonada de 1962.
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