Aporte a la sociedad panameña

¿En algún momento te has preguntado qué estoy haciendo por mi Panamá? En nuestra actualidad no solo debe estar impreso el conocimiento adquirido durante los años de preparación de una carrera, sino que fundamentalmente debe existir el compromiso, la responsabilidad, la integridad, los principios éticos y morales, las ganas de aportar de la mejor manera posible a nuestro país, de lo contrario, simplemente nos estamos engañando.

¿Cuántos profesionales y trabajadores vemos hoy en día frustrados y sin alcanzar el éxito? Simplemente porque no hacen lo que les gusta y les apasiona.

La meta de cada profesional debe ser aportar con sus conocimientos e integridad de valores en las diferentes áreas que necesitan un cambio rotundo como en la educación, la vivienda; el problema de la delincuencia; mejor administración de los fondos del Estado con el fin de mejorar la deuda externa; combatir la corrupción, que en la actualidad es un problema grave que afecta a todos; la administración del sector salud, que es tan deficiente y que está perjudicando a miles de panameños. 

Hoy día, resultado de los cambios generados en el mundo a partir de la reestructuración de las comunicaciones, la política y la economía, el reto de la globalización, la constante influencia de las organizaciones multinacionales y su migración hacia nuestro país, nos hace exigir un mayor rendimiento y aporte por parte de cada ciudadano.

Debemos de tomar la bandera y dirigir de forma responsable nuestro país, tener una mentalidad diferente con personas éticas y de verdaderos valores, ya que si no lo hacemos poco a poco perderemos lo que mucho nos ha costado tener y ser la envidia de muchos países en Latinoamérica. 

Estamos a tiempo, solo debemos de tomar la batuta y luchar, ser perseverantes y tener una visión y un objetivo claro, lo que es fundamental para poder aportar nuestro granito de arena a la sociedad. No es suficiente con tener un título universitario, la escuela no es sinónimo de educación, debemos de inculcar valores y principios éticos en nuestros hogares, ser ejemplo y ser ciudadanos íntegros en todo momento para que los próximos años quienes dirijan nuestro país sean ciudadanos que hagan la diferencia y no simplemente personas que se preocupan por su bienestar y no por mejorar la economía de nuestro país. 

En el presente vivimos en una sociedad pobre de ideas y de principios, primero preocupémonos por ser mejores personas y lo demás vendrá solo por añadidura.