Segunda Parte
Cómo operar una nube en función de las necesidades de las organizaciones
Una nube no es una implementación que permanezca estática, sino que está sujeta a cambio y necesita cambiar para adaptarse a las dinámicas necesidades del negocio y a las demandas del mercado.
- Paul Cormier
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- - Publicado: 12/5/2021 - 12:00 am
El foco está en los servicios en la nube y en las aplicaciones
Desde que comencé a desempeñarme en el área de la TI (Tecnología de la Información), la “libertad de elección” ha sido un componente fundamental de la toma de decisiones informáticas. El CIO (Responsable de los sistemas de tecnología de la información) no planifica en el vacío ni para hoy.
Los líderes de la TI deben predecir cómo una decisión que hoy aparenta ser simple podría derivar en una complejidad dantesca, la incapacidad de competir o el incumplimiento de la cambiante normativa del sector.
Esto significa que, años atrás, tanto la libertad de elección como la flexibilidad eran consideradas primordiales, pero a medida que los CIO asumen su rol de operadores de nubes, son rasgos que continúan siendo cada vez más importantes.
Apostar todo a los servicios en la nube aparenta ser fácil, pero como estrategia global, es una apuesta a futuro que pocos CIO hacen para disponer de máxima flexibilidad en un mundo en constante evolución. Mantener un centro de datos de grandes proporciones que no solo se extiende a múltiples ubicaciones sino también a múltiples nubes requiere contar con una fuerza laboral de TI sumamente capacitada e incurrir en considerables costos.
Es fundamental que la próxima ola de soluciones informáticas fluya sin esfuerzo a lo largo de toda la nube híbrida, desde los servicios en la nube hasta las aplicaciones del centro de datos, y viceversa. Ya se trate de un servicio gestionado o de una implementación local, estas cargas de trabajo deberían ser solo eso, cargas de trabajo que los CIO, en su rol de operadores de nubes, podrían ejecutar donde quieran y cuando quieran en función de sus necesidades.
Más allá del centro de datos y de la nube
Para los CIO que mantienen centros de datos tradicionales (que serían casi todos), la noción del centro de datos también se está expandiendo de manera horizontal. Aunque escalar cargas de trabajo y entornos a la nube pública haya pasado a ser algo habitual, el procesamiento y el análisis centralizados no llegan a satisfacer del todo las demandas de las aplicaciones modernas y de los usuarios finales.
El surgimiento del edge computing viene de la mano de 5G en el ámbito de las telecomunicaciones, la inteligencia artificial (AI) y la realidad aumentada, entre otros, lo que empuja los recursos informáticos a los bordes más alejados de las redes empresariales.
Dos factores clave bien definidos que observo en el edge computing:
1. Simplemente no existe sin la nube híbrida.
2. La base del edge computing debe ser abierta o fracasará.
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Los entornos de nube, los centros de datos y los dispositivos edge son recursos increíblemente disímiles, cada cual con necesidades específicas en lo que respecta a gestión, seguridad y redes, entre otros. Los operadores de nubes necesitan contar con una base común que abarque todos estos entornos, tal como lo hicieron para conectar distintas implementaciones en la nube, entornos virtualizados y pilas de hardware. Esa base común era, es y será siempre Linux y los contenedores de Linux.
La evolución no se limita a cambiar las herramientas de software
Ser operador de nubes implica adoptar e integrar nuevas tecnologías básicas. Implica comprender qué es lo que se necesita más allá de estas tecnologías para poder ampliar aún más las operaciones en la nube en función de las necesidades y adquirir a nivel interno las habilidades necesarias para construir, gestionar, mantener y proteger estos entornos más extendidos en su totalidad.
Una cosa es implementar con éxito las plataformas subyacentes en una estrategia de nube híbrida abierta y otra son los desafíos que plantea en términos de seguridad, cumplimiento, redes y gestión.
Una nube no es una implementación que permanezca estática, sino que está sujeta a cambio y necesita cambiar para adaptarse a las dinámicas necesidades del negocio y a las demandas del mercado. La clave del éxito de los CIO que actúen como operadores de nubes es comprender qué es lo que precisa hoy su implementación específica (y qué precisará en el futuro).
Por último, los operadores de nubes necesitan contar con las habilidades internas para operar sus nubes, cualquiera sea la definición del término que elijan. Siempre habrá demanda de habilidades informáticas tradicionales, pero al fomentar que los equipos aprendan y dominen las nuevas plataformas tecnológicas, se va armando un catálogo interno de herramientas y buenas prácticas que resultan vitales para triunfar en el futuro. Un operador de nubes que apunte a lograr un éxito sostenible no puede tercerizar todo; deberá aprender a hacer algunas cosas por su cuenta.
Ejecutivo. Presidente y CEO, Red Hat.
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