“Efecto globo” del narcotráfico en América Latina
Publicado 2003/06/28 23:00:00
- Oscar Gutiérrez*
Un millón de estadounidenses son adictos a la heroína. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), esta cifra supone un 10% de la población mundial que la consume habitualmente. Dos de los países productores de la tercera droga más consumida en Estados Unidos, después de la cocaína y la marihuana, son Colombia y México. A lo largo de la zona este del Mississippi es la heroína blanca colombiana la que domina el mercado del derivado de la amapola; la variedad tostada mexicana, sin embargo, controla el oeste del país norteamericano. Estos son algunos de los datos que la UNODC ha hecho públicos a través del informe “Tendencia Global de Drogas Ilícitas 2003”. Un informe que pretende alertar sobre la responsabilidad en la lucha contra la droga y cuya difusión eligió la celebración el 26 de junio, Día Internacional contra el Abuso de la Droga y el Tráfico Ilícito.
A pesar de los éxitos relativos que ha cosechado la lucha contra el narcotráfico abanderada por Estados Unidos desde la puesta en marcha del Plan Colombia, la región andina sigue siendo una de las principales tierras de cultivo de cocaína y heroína para su comercio en Estados Unidos.
Colombia, Perú y Bolivia ocupan los primeros lugares en plantación y elaboración de cocaína en el mundo. Si bien Colombia ha logrado reducir en un 30% la cantidad de coca cultivada, gracias a la inversión de Estados Unidos de unos 2,000 millones de dólares durante los últimos tres años y a la erradicación de cultivos acentuada en el gobierno Uribe, el país sigue ocupando el primer puesto en la producción mundial de cocaína.
Más aún, según el secretario de Estado adjunto para asuntos de narcóticos internacionales y ejecución de la ley, Paul E. Simons, la tierra dedicada al cultivo de coca en Colombia se ha reducido en un 15% durante 2002. Este era uno de los objetivos que perseguía el Plan Colombia: atacar la oferta de cocaína principalmente, también de heroína, a través de una agresiva lucha antidrogas.
Esa reducción del cultivo de cocaína es la que ha hecho que por primera vez para la región andina el cultivo de esta droga bajara de las 200,000 hectáreas. Pero, ¿qué ha demostrado siempre la guerra antidrogas en su empeño por acometer contra la oferta?
Mientras haya demanda habrá oferta. Si durante los años 1995 y 1999, la lucha antidrogas en Perú y Bolivia llevó la producción mundial de cocaína a una caída del 20%, en el año 2000, el repunte del mercado colombiano contrarrestó esta bajada para mantener la estabilidad de la producción mundial.
Tan pronto como el Plan Colombia comenzó a fumigar los departamentos colombianos de Putumayo y Caquetá y el cultivo de la cocaína empezó a descender, sus vecinos andinos, Perú y Bolivia, volvieron a echar una mano para mantener el mercado de cocaína abastecido. De hecho, mientras el cultivo de cocaína caía ese 30% durante los últimos años, en Perú aumentaba un 8%, mientras en Bolivia lo hacía en un 28%.
Así que contra la erradicación de cultivos en un área, los carteles de la droga hacen sus maletas y vuelan para instalarse en otra. Y contra la fumigación aérea o la obsesión por un tipo de cultivo como el de la cocaína, el mercado elige otro de igual alcance. Es lo que se denomina el “efecto globo”. Producto de este efecto, la heroína es la que está hoy empujando en las calles de Estados Unidos a la cocaína.
En los últimos años, la producción de heroína en Colombia, según el propio Paul E. Simons, ha aumentado en más de un 60%.
Mientras que la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca afirma que de las casi 18 toneladas de heroína que consume el país anualmente, sólo llega de Colombia alrededor del 30%, fuentes del Congreso estadounidense han declarado que esa cantidad podría llegar incluso a más del doble. Mejoras en el proceso de refinamiento y en la elaboración final de la heroína colombiana y mexicana han llevado el precio por cada kilogramo hasta los 60,000 dólares, casi un cuarto menos de lo que cuesta en Asia, primer mercado en el cultivo de la adormidera.
El mismo “efecto globo” que ha esquivado la guerra antidrogas en la región andina, ha alzado a México como quinto país en cultivos de amapola, sólo superado en América Latina por Colombia. Ambos países han bordeado el control impuesto a la venta de cocaína en Estados Unidos y se han hecho con el mercado de heroína por encima incluso de los grandes asiáticos (Afganistán, Pakistán y Myanmar) para doblar el número de adictos a esta droga con respecto a los noventa y bajar así los precios hasta la mitad: de los 35 dólares por dosis de hace tres años a los 15 dólares actuales.
Ambos países sufren también la impotencia ante la falta de ingresos por las crisis del maíz, trigo y café.
Atacar la oferta no es suficiente. Precisamente al tiempo que Naciones Unidas confirmaba el descenso de un 30% de la producción de cocaína en Colombia a través de la UNODC, su director ejecutivo, Antonio María Costa añadía que esta reducción tenía que “ir a la par de programas de desarrollo alternativo, para darles a los agricultores ingresos lícitos”, a la vez que “los gobiernos de todo el mundo deben concentrarse en reducir la demanda y promover la prevención de la adicción a las drogas”. Prevención y control de la demanda, sin perder de vista el cultivo y producción de drogas. En otras palabras, la responsabilidad que exige el Día Internacional contra el Abuso de Drogas y el Tráfico Ilícito.
*Miembro de la Agencia de Información Solidaria.
(oskiguti@hotmail.com)
A pesar de los éxitos relativos que ha cosechado la lucha contra el narcotráfico abanderada por Estados Unidos desde la puesta en marcha del Plan Colombia, la región andina sigue siendo una de las principales tierras de cultivo de cocaína y heroína para su comercio en Estados Unidos.
Colombia, Perú y Bolivia ocupan los primeros lugares en plantación y elaboración de cocaína en el mundo. Si bien Colombia ha logrado reducir en un 30% la cantidad de coca cultivada, gracias a la inversión de Estados Unidos de unos 2,000 millones de dólares durante los últimos tres años y a la erradicación de cultivos acentuada en el gobierno Uribe, el país sigue ocupando el primer puesto en la producción mundial de cocaína.
Más aún, según el secretario de Estado adjunto para asuntos de narcóticos internacionales y ejecución de la ley, Paul E. Simons, la tierra dedicada al cultivo de coca en Colombia se ha reducido en un 15% durante 2002. Este era uno de los objetivos que perseguía el Plan Colombia: atacar la oferta de cocaína principalmente, también de heroína, a través de una agresiva lucha antidrogas.
Esa reducción del cultivo de cocaína es la que ha hecho que por primera vez para la región andina el cultivo de esta droga bajara de las 200,000 hectáreas. Pero, ¿qué ha demostrado siempre la guerra antidrogas en su empeño por acometer contra la oferta?
Mientras haya demanda habrá oferta. Si durante los años 1995 y 1999, la lucha antidrogas en Perú y Bolivia llevó la producción mundial de cocaína a una caída del 20%, en el año 2000, el repunte del mercado colombiano contrarrestó esta bajada para mantener la estabilidad de la producción mundial.
Tan pronto como el Plan Colombia comenzó a fumigar los departamentos colombianos de Putumayo y Caquetá y el cultivo de la cocaína empezó a descender, sus vecinos andinos, Perú y Bolivia, volvieron a echar una mano para mantener el mercado de cocaína abastecido. De hecho, mientras el cultivo de cocaína caía ese 30% durante los últimos años, en Perú aumentaba un 8%, mientras en Bolivia lo hacía en un 28%.
Así que contra la erradicación de cultivos en un área, los carteles de la droga hacen sus maletas y vuelan para instalarse en otra. Y contra la fumigación aérea o la obsesión por un tipo de cultivo como el de la cocaína, el mercado elige otro de igual alcance. Es lo que se denomina el “efecto globo”. Producto de este efecto, la heroína es la que está hoy empujando en las calles de Estados Unidos a la cocaína.
En los últimos años, la producción de heroína en Colombia, según el propio Paul E. Simons, ha aumentado en más de un 60%.
Mientras que la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca afirma que de las casi 18 toneladas de heroína que consume el país anualmente, sólo llega de Colombia alrededor del 30%, fuentes del Congreso estadounidense han declarado que esa cantidad podría llegar incluso a más del doble. Mejoras en el proceso de refinamiento y en la elaboración final de la heroína colombiana y mexicana han llevado el precio por cada kilogramo hasta los 60,000 dólares, casi un cuarto menos de lo que cuesta en Asia, primer mercado en el cultivo de la adormidera.
El mismo “efecto globo” que ha esquivado la guerra antidrogas en la región andina, ha alzado a México como quinto país en cultivos de amapola, sólo superado en América Latina por Colombia. Ambos países han bordeado el control impuesto a la venta de cocaína en Estados Unidos y se han hecho con el mercado de heroína por encima incluso de los grandes asiáticos (Afganistán, Pakistán y Myanmar) para doblar el número de adictos a esta droga con respecto a los noventa y bajar así los precios hasta la mitad: de los 35 dólares por dosis de hace tres años a los 15 dólares actuales.
Ambos países sufren también la impotencia ante la falta de ingresos por las crisis del maíz, trigo y café.
Atacar la oferta no es suficiente. Precisamente al tiempo que Naciones Unidas confirmaba el descenso de un 30% de la producción de cocaína en Colombia a través de la UNODC, su director ejecutivo, Antonio María Costa añadía que esta reducción tenía que “ir a la par de programas de desarrollo alternativo, para darles a los agricultores ingresos lícitos”, a la vez que “los gobiernos de todo el mundo deben concentrarse en reducir la demanda y promover la prevención de la adicción a las drogas”. Prevención y control de la demanda, sin perder de vista el cultivo y producción de drogas. En otras palabras, la responsabilidad que exige el Día Internacional contra el Abuso de Drogas y el Tráfico Ilícito.
*Miembro de la Agencia de Información Solidaria.
(oskiguti@hotmail.com)
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