Análisis
El debido proceso en el caso entre Contraloría vs. Asamblea
¿Por qué el contralor, necesariamente, seleccionó o escogió a la Asamblea Nacional de Diputados para auditar una planilla? Razón no les ha faltado a los empresarios panameños que, recientemente, han señalado que se deben auditar a todos los "poderes del Estado", que a mi juicio, lo que están diciendo en el fondo es que "¿por qué a uno sí y a los otros no?".
- Silvio Guerra Morales
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- - Publicado: 15/6/2018 - 12:00 am
Con el reciente actuar del contralor, comportamiento que ha sido aplaudido por no pocos, pero incomprendido por muchos, se pensó que se le hacía justicia al pueblo panameño respecto al desleal y venal comportamiento de no pocos diputados que, presuntivamente, vienen haciendo uso del dinero del Estado para incrementar o aumentar sus arcas personales, pero al no cumplirse con el debido proceso los resultados no han sido los que el propio contralor esperaba y, por ello, su primera decepción ha sido que la Corte Suprema de Justicia le ha rechazado la denuncia que por supuesto delito de obstruir la función de la Contraloría se le atribuyera a la presidente del Parlamento panameño. Es de acotar que ya se le había peticionado, hacía más de dos años, al contralor que realizara esta inspección. Lo que el pueblo nunca entendió ni terminará de entender es por qué no lo hizo, justa y oportunamente en ese momento, sino que la coyuntura política que presenta, ahora, un escenario absoluta y totalmente desfavorable a la gestión de gobierno y frente a los enfrentamientos que se han venido dando entre dos poderes del Estado: Legislativo y Ejecutivo, es que aparece un contralor suspicaz, diligente, adalid en la custodia de nuestras cuentas nacionales, diciéndole al país: "¡Los diputados nos han robado!". ¿Dónde estaba el contralor cuando se daba el supuesto atraco al dinero del Estado?; ¿Dónde estaban sus auditores? ¿No será que la práctica inmoral de los chantajes, gobierno tras gobierno que se han sucedido en el ejercicio del poder político en Panamá, han venido utilizando a diestra y a siniestra, a complacencia y apartada la mirada de los que controlan el gasto público, para llegar a acuerdo o entendimientos inmorales, desleales del dinero del pueblo y así lograr, estos gobiernos, sus cometidos políticos teniendo a no pocos diputados siempre contentos con prebendas y regalías? ¿No será el contralor, al final de cuentas, ante el evento de que se compruebe el atraco al erario a través de una planilla, a unos o varios diputados, coautor de delitos contra la administración pública? Existe omisión impropia cuando no se cumple con un determinado deber objetivo de cuidado, en este caso, de los fondos públicos que le imponen al contralor custodiar y fiscalizar el dinero y los bienes de nuestro erario como máximo garante de dicha custodia y buen manejo.
No obstante de los puntos anteriores, surgen otras interrogantes: ¿Por qué el contralor, necesariamente, seleccionó o escogió a la Asamblea Nacional de Diputados para auditar una planilla? Razón no les ha faltado a los empresarios panameños que, recientemente, han señalado que se deben auditar a todos los "poderes del Estado", que a mi juicio, lo que están diciendo en el fondo es que "¿por qué a uno sí y a los otros no?". ¿Por qué estas auditorías no se hicieron con antelación o se esperó a que se elija a la nueva junta directiva de la Asamblea? Todo indica que la carrera hacia el 1 de julio de 2018 está plagada de mucha ansiedad y desesperación por los que compiten y sin duda alguna la depresión política empieza a carcomer el sosiego y la paz doméstica de los que ejercen el poder. Debo consignar que la Contraloría puso la sanción o la pena –suspendiendo toda la planilla 080-, sin haber agotado siquiera, según se ha dicho, las investigaciones. Ha habido mucha pasión y orgullo, soberbia y caprichos, todos ellos muy malos consejeros cuando se trata de deslindar si ha habido o no un manejo irregular o ilegal de nuestro dinero. No se puede, bajo ningún concepto, ser cómplice de que funcionario alguno --sea del órgano que fuere, entidad, ministerio o institución-- robe, hurte o dilapide, se apropie, etc., del dinero del Estado panameño, de su pueblo.
No se puede auditar a todo un órgano del Estado y con ello obstruir sus funciones, sino que las investigaciones deben hacerse sujeto al cumplimiento del debido proceso o procedimiento, brindando todas las garantías, derechos y libertades que preconiza la Constitución y por carpetilla o expediente separado, indicando el nombre del funcionario –léase diputado-, los cargos que se le formulan, las pruebas del cargo formulado, y, sobre todo, el derecho a defenderse. Alguna incomodidad me causa cuando, alegremente, se hace alusión al debido proceso, palabras estas que todos invocan, pero pocos comprenden en su justa y amplia dimensión procesal y filosófica. El hombre inventó la rueda y movió todo, pero el debido proceso nos mantiene aún en civilización y frenando la fuerza ilegítima, la venganza privada, el linchamiento, la persecución, etc.
Abogado
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