Gastamos el tiempo del año
Se acaba el 2015. Parece mentira que ya estemos en las postrimerías de este año. Fue ayer cuando nos preparábamos para los carnavales (pasados, por ...
Se acaba el 2015. Parece mentira que ya estemos en las postrimerías de este año. Fue ayer cuando nos preparábamos para los carnavales (pasados, por ...
- Guillermo Antonio Ruiz Q. ([email protected])
- /
- - Publicado: 26/11/2015 - 12:00 am
Se acaba el 2015. Parece mentira que ya estemos en las postrimerías de este año. Fue ayer cuando nos preparábamos para los carnavales (pasados, por supuesto). Ya se recogen las banderas del Mes de la Patria, y en medio de nuestro muy particular clima tropical-hiperlluvioso, salen las figuras de Santa, la nieve y los arbolitos canadienses que, en realidad, son ramas de estos árboles importados.
Curiosamente aumentan las compras de frutas tan tropicales y de nuestro clima como la posibilidad de paz mundial a corto plazo: Manzanas, uvas, etc. Aparecen los turrones, otra tradición de nuestro trópico que, gracias a Dios, importamos para que nadie se dé cuenta de que no es así.
Y, por supuesto, no puede faltar el verdadero espíritu de la Navidad. En una ciudad de hace 15 años, sus habitantes solo sabían de ese concepto llamado "mall" de sus viajes a Miami, ahora tenemos más de 10 centros comerciales de gran magnitud, para que desarrollemos todo este espíritu de reflexión, solidaridad y prudencia.
Aun así, me llama la atención cómo la gente espera la fecha para participar en cuanta fiesta puede. Comprar cuanta inutilidad puede. Y así y todo, utiliza las reuniones para la queja permanente y manifestar su preocupación por la situación económica precaria del país, con un trago en una mano y comida en la otra.
En realidad, nos estamos acostumbrando a un derroche inútil y desproporcionado. Pero lo que más me preocupa es que, por culpa de nuestros políticos, también utilizamos esta fecha para pasar factura y una gran parte de la población se presta para presupuestos estatales de por medio, la regaladora de dinero, bienes y otros en la época.
Políticos de todas las denominaciones, proceden a regalar casas, estufas, refrigeradoras, bicicletas, y cuanto objeto puedan. Me llama mucho la atención cómo, en masa, la gente espera horas las dádivas de quienes, en teoría, son sus empleados.
La peor parte es el tema de los tranques en la ciudad. Y para colmo, lo estamos aceptando como una situación irreversible y a la cual debemos acostumbrarnos.
Nada de lo anterior debe ser así. Nos estamos acostumbrando a una celebración empaquetada, en la que lo único que nos queda es hacer lo de siempre, sin importar la verdadera naturaleza de la celebración.
PARA LOS POLÍTICOS, ES OTRO AÑO PERDIDO. NUESTRO PAÍS SIGUE SIN UN GOBIERNO QUE SE PERCIBA COMO EFICIENTE, Y LA OPOSICIÓN NO EXISTE. LA SEGURIDAD, LA ECONOMÍA Y LA CALIDAD DE VIDA, QUEDAN PENDIENTES UNA VEZ MÁS.
Por otro lado, normalmente esta época es como la "zona de confort" de los gobernantes. Saben que, al llegar a diciembre, les espera un periodo de gracia que les dura hasta la Semana Santa, en la cual casi nunca pasa nada. Los problemas se van posponiendo. Nada de paros ni huelgas. Nada de problemas financieros. Todo es paz, amor y jolgorio.
Por esto, nuestros políticos se tiran sobre el mes de diciembre con gran alivio. Toman un segundo aire y esperan para que después del verano, la realidad regrese a sus vidas.
Creo que los panameños debemos entender que, cada año tiene 365 días y cada día laborable es eso, laborable. Pero, como no tenemos el ejemplo desde quienes nos gobiernan, del signo político que sea, de algo diferente, las cosas siguen igual.
Consumir y gastar. Nuestro carácter fenicio nos empuja a esta vorágine a la que, de alguna manera, hemos exportado nuestra gran afición por las compras a nuestros vecinos. El país se llena de turistas de compras. Vienen por aire, tierra y mar.
Me gustaría que algunas cosas cambiaran. Demasiadas fiestas solo por una ficción. Cuál es la diferencia de celebrar con los compañeros en julio que en diciembre. Se puede hacer fiestas para el personal de las empresas en enero. No entiendo la razón por la que todos debemos celebrar todo el mismo mes, la misma semana, etc.
Igual, con el Día de la Madre, que aún se celebra el mismo día, mientras ninguna primera dama lo quiera cambiar, y los días de Navidad y Año Nuevo, más las celebraciones de cada empresa a sus empleados y colaboradores, el año termina esta semana.
Es un buen momento para preguntarnos si no es una buena idea cambiar la metodología anual. A ver si nos la pensamos un poco y buscamos formas de hacer las cosas diferentes. A ver si hacemos más y esperamos menos de los demás, que al final, de eso se trata todo.
Nos preparamos para las fiestas de fin de año y se nos fue el tiempo. Para los políticos, es otro año perdido. Nuestro país sigue sin un gobierno que se perciba como eficiente, y la oposición no existe. La seguridad, la economía y la calidad de vida quedan pendientes una vez más.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.