Panamá
Jugando a ser Dioses
- Rubén D. Collantes G., Ph. D.
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- Investigador, Docente Universitario y Artista Marcial
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- e-mail: rdcg31@hotmail.com
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- ORCID iD: https:
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- orcid.org
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Gracias al avance de la ciencia, tecnología e innovación (CTI), la calidad de vida de las personas mejora de múltiples maneras: agricultura de precisión, opciones alimenticias más nutritivas y saludables, procedimientos médicos más sencillos y eficaces, medios de transporte más veloces, eficiencia y sostenibilidad energética, tecnologías de información y comunicación (TICs) más dinámicas, inteligencia artificial, etc. Sin embargo, en ocasiones algunos pueden pensar que, el hecho de poseer un determinado dominio de CTI o contar con los recursos suficientes para financiarlo, les da el poder para decidir y actuar por encima de los demás, jugando a ser dioses.
Si bien la CTI es aliada del progreso, en el momento que se usa o transforma en un instrumento de opresión y hostigamiento hacia los demás, pierde su propósito original. De modo similar, aún en el presente existen creyentes fundamentalistas que consideran ciertas prácticas científicas o procedimientos inapropiados, por percibirlos como actos profanos al usurpar potestades "divinas". Esto ilustra cómo un credo ideológica y filosóficamente cerrado puede prohibir a sus fieles experimentar los beneficios que la CTI puede brindar. Entonces, el juego a ser dioses no atañe solamente a la ciencia, también comprende otras facetas humanas como la religión y la política.
Sobre lo anterior, recordando lo mencionado en la obra de Andrés Oppenheimer "Cuentos Chinos", en la cual dicho autor menciona cómo en América Latina estamos acostumbrados a los "timonazos" políticos que, según la ideología e intereses de quienes asumen el poder, en la mayoría de casos desestiman lo que otros gobernantes lograron previamente, ignorando que ya existen determinadas estructuras y entidades que, inclusive por ley, tienen misión, visión y objetivos que deben atender. Esto a su vez hace recordar la frase del General Omar Torrijos Herrera: "Ni con la izquierda ni con la derecha, sino con Panamá".
Independientemente de los aciertos y errores que los humanos podemos tener, es menester dejar de lado diferencias de opinión e inclusive las de índole personal, si de verdad se pretende buscar el avance integral de una nación; recordando que, el poder es temporal y en los sistemas democráticos (que son los que predominan en el nuevo mundo), emana de la voluntad popular. Sin embargo, vicios como el clientelismo, chauvinismo, elitismo, juega vivo, por citar algunos, pueden complicar el desarrollo adecuado de este deber y derecho ciudadano; siendo el propio pueblo el que, por razones equivocadas, podría terminar construyendo ídolos con pies de barro.
Lo abordado hasta aquí reafirma la importancia estratégica de una educación de calidad, dado que:
- Los falsos dioses son creados por las personas. En medio de la desesperación y angustia, los humanos necesitan creer en algo o alguien para trasmitir su pesar, culpa, responsabilidad, sufrimiento, carga, etc.; porque, en muchos casos, no quieren asumir las consecuencias de sus acciones y es más fácil excusarse o justificarse por intermedio de otros.
- En el mundo de los ciegos, el tuerto es rey. Este célebre refrán indica cómo aquellos que manejan un ápice de conocimiento más que los demás, son casi siempre sobrevalorados y elevados al estatus de vacas sagradas (intocables e investidos con un halo de impunidad).
- La ignorancia es atrevida. Si bien la búsqueda de la verdad es una misión para toda la vida, las personas que no han tenido oportunidad de ampliar sus saberes dan por hecho inmutable el limitado conocimiento que poseen. En realidad, mientras más conocimiento se aquilata, más humildes debemos ser, porque al explorar el vasto horizonte del saber y quehacer humano, nos damos cuenta de que solo estamos arañando la superficie.

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