Mercado laboral
¿Para qué se está educando el panameño de a pie?
Según cifras oficiales la mediana salarial en Panamá para un técnico es de $880.50, mientras que la de un profesional es de $1,374, así que podríamos asumir que cada año crece la cantidad de jóvenes que se matriculan en la universidad aspirando educarse y ejercer una carrera en la que puedan devengar un salario de más de mil dólares.
- Carlos Fernández
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- - Publicado: 03/9/2019 - 12:00 am
Para nadie es un secreto que el mercado laboral experimenta una importante oferta en el sector logístico, una sobreoferta de profesionales universitarios y un déficit de técnicos, una conclusión a la que llegó la Alta Comisión para el Empleo en 2014.
Sin embargo, no se vislumbra una reconciliación entre la educación y las exigencias del mercado, pareciera que existen razones de peso para que el divorcio se mantenga y la población siga en otra dirección.
A pesar que los indicadores oficiales muestran que la matrícula universitaria para carreras profesionales sigue creciendo, el tema continúa preocupando a empresarios, estudiosos del mercado laboral y el sistema educativo en general, tanto es así que es objeto de análisis en distintos foros educativos, en los que incluso expertos han hecho referencia a datos reveladores como la caída en la contratación de profesionales, que fue evidente en 2017, cuando de 26,000 profesionales graduados solo 5,594 obtuvieron empleo, mientras que 74,519 técnicos encontraron trabajo, principalmente en el comercio, la construcción y la agricultura, sectores, que empiezan a contraerse.
Sin embargo, de acuerdo con cifras de la Contraloría General hasta marzo de 2019, estos sectores siguen siendo los motores en la generación de empleo en el país.
La población ocupada en la agricultura, ganadería, caza y pesca asciende a 251 mil 776, el comercio suma 347 mil 752 personas y la construcción 193 mil 456.
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Pero es evidente la carencia en estas áreas de la economía cuando damos un vistazo a la población económicamente activa de profesionales medios o técnicos que existe en cada una.
En la agricultura hay 837 técnicos o profesionales medios.
En la construcción, el panorama es mejor con 13,990, sin embargo, no deja de preocupar.
Así mismo, el comercio cuenta con 22,739 técnicos.
Se hace aún más notable si analizamos el indicador macro.
El Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) registra que la población ocupada del país asciende a un millón 900 mil 350 y de esa cifra indica que los profesionales de nivel medio o técnicos totalizan 141 mil 38.
Pero si la demanda del mercado es clara ¿por qué los jóvenes siguen educándose para ejercer en las carreras tradicionales y a nivel profesional?
Expertos aseguran que hace falta oferta académica a nivel técnico para incentivar a la población, pero considero que es importante también tomar en cuenta otros factores, que a veces perdemos de vista.
Según cifras oficiales la mediana salarial en Panamá para un técnico es de $880.50, mientras que la de un profesional es de $1,374, así que podríamos asumir que cada año crece la cantidad de jóvenes que se matriculan en la universidad aspirando educarse y ejercer una carrera en la que puedan devengar un salario de más de mil dólares.
El costo de vida de la Ciudad de Panamá es uno de los más altos de América Latina, seguido por Buenos Aires y Santiago de Chile, de acuerdo con el banco suizo UBS y su ranking del "Costo de la vida en las ciudades del mundo" publicado en 2018.
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Paradójicamente, una economía de las más pujantes, con una ciudad que tiene un alto costo de vida, registra también un poder adquisitivo menor que varias ciudades de países de la región como Santiago de Chile, Río de Janeiro de Brasil, según el mismo estudio.
Datos de la Contraloría señalan que el 62.6% de la población ocupada del país devenga un salario por debajo de los $800.
Esto podría explicar por qué de los 68,000 estudiantes que ingresan a la primera casa de estudios del país, solo el 30% obtiene el título, los demás se retiran, según datos de la Universidad de Panamá (UP), convirtiéndose así en una mano que estudió para sobrevivir.
Considero que es necesario replantear la oferta académica actual, adaptándola a las necesidades del mercado, también hay que incentivar a los jóvenes a realizar estudios superiores, pero para esto hay que garantizar que tendrán acceso a salarios dignos que les permitan tener una calidad de vida adecuada de acuerdo con su nivel de educación.
Estudiante de Maestría de la Universidad Interamericana de Panamá.
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