Reelección de diputados
- Ginela C. Escala/CrÃtica
- - Publicado: 03/10/2008 - 10:00 pm
Confieso que nuestras permanentes críticas a la Asamblea Nacional, que debiera representar la esperanza y los intereses de las comunidades del país a través de una labor eficiente y responsable en la solución de los problemas que confronta la nación, han sido animadas por la mejor voluntad y por el deseo que tan importante institución en la vida de los panameños comprenda que su misión es legislar con verdadero espíritu patriótico y a tono con las aspiraciones de un pueblo que se ha cansado de esperar soluciones.
Y es que, desde el seno de la Asamblea Nacional, se puede contribuir, eficazmente, al mejoramiento de la economía, la salud, la educación, la seguridad pública, la democracia y la justicia social, siempre que se legisle en base a los sagrados intereses de la república.
Los llamados a los "Padres de la Patria" han continuado sin respuesta y, en lugar de traducirse en cambios positivos orientados hacia la construcción de una patria nueva, lo que observamos es la eterna lucha por intereses personales y de partido, y la ambición desmedida de continuar en el poder político y económico a toda costa. Así vemos cómo de 78 diputados que conforman la Asamblea, 73 han logrado la reelección.
El pueblo continúa, ignorantemente, dando el respaldo a quienes tienen una gran deuda con él; grandes mayorías nacionales no han comprendido que su voto es un arma poderosa para lograr mejores gobiernos; que si votamos con conciencia y dignidad nuestro país se encaminará hacia el progreso y desarrollo.
La comunidad nacional se ha cansado de observar sesiones estériles en el seno de la Asamblea Nacional, en donde impera la componenda politiquera, el cálculo partidista, la falta de unidad pare el estudio de los problemas nacionales y una ausencia de espíritu de trabajo constructivo en beneficio de las clases más necesitadas de la nación.
La Asamblea Nacional tiene que profundizar más en su compromiso con el país, debe com prender que la nación es primero, que de la labor que realicen dependerá, en gran parte, el atraso o progreso de esta república, llamada a ocupar una posición preponderante en el concurso de las naciones democráticas del continente.
Hay que trabajar por Panamá sin que medie el compromiso politiquero, sin que para lograr la aprobación de un proyecto ley en beneficio de las clases más necesitadas de la nación haya que ofrecer prebendas que tanto daño están haciendo en la conciencia de muchos diputados. Sólo actuando así se hacen merecedores de una curul en el Legislativo.
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