Rol eclesial
El presente espacio no me permite decir todo lo que se tiene que decir sobre esta frase, sin embargo, queda muy claro que la Iglesia de Cristo, como cuerpo, organismo, institución y pueblo, debe ser imparcial, autónoma, independiente y neutral.
- Gabriel D'Annunzio Rosania Villaverde
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- - Publicado: 14/2/2019 - 12:00 am
En los 26 años que tengo de ejercer opinión pública, he expuesto, con muchísimo respeto y objetividad, sobre la influencia o presencia de ciertas Iglesias o religiones en asuntos electorales y gubernamentales. No sé cuáles han sido los efectos de mis opiniones o comentarios, al igual que las opiniones o comentarios de otras personas que, también, ejerciendo opinión pública, se han manifestado sobre lo indicado, ya que el fenómeno en mención no ha cesado, más bien, parece estar "in crescendo". ¿Vale la pena seguir opinando o comentando sobre esto?
Sabemos que este tema se sustenta, desarrolla y discurre en una multiplicidad de factores y perspectivas, no obstante, en esta oportunidad, cabe reflexionar sobre "para qué "y "por qué" surgieron y subsisten las Iglesias y las religiones. Sería complejo hablar de todas las Iglesias y religiones, ya que ellas, a nivel mundial, corresponden a un número indefinido, pero tomaré como referente al cristianismo por ser esta corriente la que profesan la mayoría de los panameños.
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La frase que más luces arroja, registrada en el Evangelio, sobre cuál debería ser el rol de la Iglesia de Cristo frente a los asuntos seculares es: "mi reino no es de este mundo", dicha por Jesucristo, el principal referente del cristianismo. El presente espacio no me permite decir todo lo que se tiene que decir sobre esta frase, sin embargo, queda muy claro que la Iglesia de Cristo, como cuerpo, organismo, institución y pueblo, debe ser imparcial, autónoma, independiente y neutral. Que dicha Iglesia tiene un rol moralizante y que los cristianos tienen derechos de ocupar y ejercer cargos públicos (por elecciones populares o por nombramientos) es otra cosa.
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No cabe duda de que la decadencia moral de la sociedad es la motivación de aquellas Iglesias que han decidido enrolarse políticamente, lo cual se puede considerar muy loable, pero deben tener en cuenta que el ordenamiento jurídico vigente garantiza y defiende las libertades humanas (esto incluye gran parte de aquellas conductas que la Biblia denomina "obras de la carne"). También deben tener mucho cuidado de no hacer (ni ser seducidos por) aquellas cosas que son el "talón de Aquiles" de los sistemas humanos. Por otra parte, no han faltado duras críticas por causa de las motivaciones reales del referido enrolamiento eclesial en los asuntos políticos.
La decadencia moral indicada no cambiará por acciones y medidas políticas, legales y administrativas, sino por algo más profundo ("No vivan ya según los criterios del tiempo presente, al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto". -Saulo de Tarso).
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