Panamá
¿Y Quién Ganó la Guerra?
La Alemania de Hitler intentaba someter a muchas naciones a su dominio. Desde 1939 hasta 1945 se desató una guerra mundial sin cuartel, donde se bombardearon ciudades indiscriminadamente, se usaron todas las armas más modernas y mortales, inclusive las nucleares en el Japón, se dio el Holocausto, y perdieron la vida unos 50 millones de personas. Y murieron más civiles que militares.
- Monseñor Rómulo Emiliani
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- - Publicado: 19/2/2022 - 12:00 am
¿Qué quién ganó la guerra? Los aliados, destronando al nuevo imperio quequería levantarse sobre Europa y poco a poco el resto del mundo. La Alemania de Hitler intentaba someter a muchas naciones a su dominio. Desde 1939 hasta 1945 se desató una guerra mundial sin cuartel, donde se bombardearon ciudades indiscriminadamente, se usaron todas las armas más modernas y mortales, inclusive las nucleares en el Japón, se dio el Holocausto, y perdieron la vida unos 50 millones de personas. Y murieron más civiles que militares.
Pero en verdad en esa guerra, como en todas, quien pierde es la humanidad. Todas las vidas que se acabaron, entre ellas millones de jóvenes. Hogares destrozados. Todos los recursos que tendrían que haberse usado para bien de la salud, educación, vivienda, alimentación, se dilapidaron construyendo aviones y tanques de guerra, armas de toda clase, cuarteles, barcos, uniformes. Las hambrunas fueron espantosas, tanto en la guerra como en la post guerra. El luto en millones de hogares, los traumas provocados por la guerra, los huérfanos, las viudas. Si se hace un repaso de esa espantosa guerra: los millones de vidas de jóvenes perdidas sin haber formado sus hogares, todos los científicos, médicos, profesores, empresarios, obreros, que nunca llegaron a serlo, de los que el mundo perdió su servicio, podríamos decir que la humanidad perdió en la guerra. Nadie la ganó. Y las secuelas de la guerra: los lisiados, los traumas terribles en los sobrevivientes, la pobreza extrema, los resentimientos y odios, el tiempo que se necesita para levantar los países devastados, nos hace ver lo inservible, lo absurdo, lo monstruoso que es desatar una guerra.
Y la misma dinámica se da en nuestras familias, amistades, en la política, economía, en las ideologías, cuando se enfrentan los bandos, cada uno creyendo que el suyo tiene toda la razón. Cuando entran los fanatismos, el creer que mi grupo tiene toda la verdad, que los demás están equivocados, y que lo mejor que hay que hacer es eliminar de una forma u otra al contrario para que prevalezca "la verdad". Cuando entra la idea del "exterminio" como solución vienen los campos de concentración, los holocaustos, los bombardeos masivos contra poblaciones indefensas. Aparecen los abortos,los divorcios, la explotación del pobre, la corrupción, la marginación, el atentar contra la libertad de expresión, la mentira como sistema de cambiar lo falso en verdadero. Por eso el respeto a la vida, la dignidad humana, al bien común, al derecho a escoger su religión, a expresar su verdad, a ser libre, es algo que nadie puede eliminar. Y buscar la manera, sin renunciar a su verdad, a convivir en paz con los demás, a escucharnos y respetarnos. Evitar la confrontación innecesaria.
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