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Conserva la tradición desde hace treinta años
Isidro Rodríguez - Publicado:
COCLÉ, La Pintada.Por más de treinta años, Coralia Núñez se ha dedicado a la venta de los tradicionales sombreros pintados.Típicos del distrito de La Pintada, en la provincia de Coclé, se comercializan como pan caliente, según indicó la señora Coralia.Núñez manifestó que gran cantidad de lugareños, desde muy pequeños, aprendieron a confeccionar los sombreros que son muy cotizados por nacionales y extranjeros.El proceso de confección del sombrero, en la región de La Pintada, es de mucha significación.Núñez acotó que los procesos de confección varían cualitativa y cuantitativamente.Alegó que estos sombreros son elaborados en una horma, que tiene fibras delgadas de una planta llamada "pita"."La fineza del sombrero es medida por la cantidad de vueltas que se tejan, y entre más vueltas más fino será el sombrero", afirmó.El sombrero confeccionado en La Pintada de Penonomé es reconocido en todo el país por su especial forma, ya que es un sombrero blanco con diseños de líneas negras, como si estuviera pintado.Por ello, lleva el nombre de "sombrero pinta´o".Sin embargo, hay especialistas en folclor que aseguran que el nombre se le da a esta prenda, debido a la comunidad de La Pintada en Coclé, que es considerada una de las regiones con mayor tradición en el arte de tejer sombreros.El sombrero pintado es considerado como una de las artesanías más emblemáticas de nuestra campiña interiorana.También representa la continuidad, a través de los siglos, del legado histórico y cultural de los panameños.Hechos de fibras vegetales extraídas de especies nativas, conocidas popularmente como "pita", "bellota", y juncos selectos, toma cerca de un mes diseñar y tejer uno de estos sombreros.Coralia Núñez manifestó que de acuerdo con el estilo y diseño, existen varios tipos de sombreros panameños, entre los más destacados se encuentran: El pinta mosquitos, por ejemplo, que lleva muchas pintas negras decorativas; el blanco, también conocido como sombrero "ñopito", que es totalmente blanco y, de acuerdo con el gusto del comprador, puede llevar una pequeña pinta negra a un lado de la copa; el junco, que es muy resistente y se hace con la fibra de junco al natural; y el "pinta´o", que es uno de los más cotizados.Según Núñez, propietaria del Centro de Artesanías Italina, contribuir a que no se pierda la costumbre y tradición del sombrero pinta´o, es de gran importancia.Manifestó que los sombreros tienen gran demanda, pues tanto extranjeros como los panameños de las provincias centrales aún siguen la tradición y los utilizan.Núñez enfatizó que en su negocio, además de los sombreros, se pueden encontrar artesanías como "empolleradas en miniatura" y otros adornos, que son confeccionados con mucho orgullo.