No olvides cuidar el cuello
- REDACCION
La zona más descuidada del cuerpo siempre necesita de una adecuada exfoliación.
La belleza tiene su máxima expresión en el aspecto de la piel, y ciertamente es un regalo, pero hay que cuidarla para conservarla.
Tanto el cuello como el escote pasan la mayor parte de tiempo al descubierto, expuestos a los agentes externos. La zona del cuello es particularmente sensible al envejecimiento y a la agresión del sol, el calor, el frío o la contaminación.
También puede ocurrir que la piel del escote sea vulnerable a los tejidos sintéticos o de lana y se irrite con facilidad. Estas pieles tan sensibles reaccionan también ante el cansancio, una alimentación inadecuada, y el abuso del alcohol o tabaco, que junto con el sol son los factores que más aceleran el envejecimiento.
Nunca recordamos cuidar nuestro cuello hasta que ¡oh sorpresa! el espejo nos muestra su inesperado envejecimiento, y pasa a convertirse en el centro de nuestra atención.
No esperes hasta ese momento, mejor retrásalo y mantenlo hermoso y saludable desde ahora.
Las tensiones también afectan el cuello. Esto quiere decir que la tensión y rigidez de la parte trasera da como resultado un cuello flojo por la parte delantera, de la misma manera que unas mandíbulas apretadas ocasionarán la indeseable papada.
Un masaje ayudará a alejar las tensiones de esta parte; también ayudaría una buena rutina de ejercicios, el dormir sin almohada es muy aconsejable y sobre todo, mantener durante el día la cabeza erguida.
Debemos tener siempre el cuello bien limpio, en este caso haremos lo siguiente:
Para evitar esas manchas oscuras en el cuello, exprimimos el jugo de 3 limones y con ayuda de un algodón pasamos por todo el cuello sin olvidar la parte trasera.
La piel del cuello es muy vulnerable porque no posee un buen sostén muscular y tiene pocas glándulas sebáceas.
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