Trucos en los "super" para llenar la carretilla
- Penny de Henríquez
Trucos como colocar la mayonesa a la altura de los ojos o incluir en la sección de verduras una luz brillante, hacen que los clientes compren más. Comprar ha sido, tradicionalmente, uno de los antidepresivos más eficaces del mundo civilizado. Además, en los últimos años en los que el centro comercial y las grandes superficies se han erigido en punto de encuentro y reunión de familias, ir al supermercado se ha convertido para muchos en un verdadero placer. El tiempo que tardamos en mirar las estanterías es muy importante, porque cuanto más tiempo permanece un cliente en un súper, más compra, y mientras más minutos sostenga un producto en sus manos, mayor posibilidad habrá que lo meta en la carretilla. Por eso la importancia que está tomando el merchandising frente al marketing tradicional (anuncios, imagen de marcas...)
Antes las grandes empresas gastaban mucho en averiguar cómo el consumidor usa los productos en casa, ahora se dan cuenta de que hay que utilizar más presupuesto para analizar el comportamiento del cliente en el punto de venta.
Es un hecho: hasta el 70% de la compra que hacemos no está planificada, decidimos adquirirla en el mismo supermercado. Por eso es necesario adelantarse a las necesidades del cliente y sorprenderle distribuyendo los productos por categorías, el último grito del merchandising. Por ejemplo, poner los cereales, la leche y las galletas juntos, ya que todos hacen falta para el desayuno; o los productos de aseo, el papel higiénico y los jabones en la misma zona, porque son todos para el baño.
Zona de transición: Entre la entrada de la calle y la zona del súper o de la tienda, siempre se dejan unos tres metros sin colocar nada (ni carteles de propaganda, ni carretillas), este es el espacio que necesitan los compradores para habituarse al lugar.
Carretillas: Mientras más grandes, más animan a comprar. Además, aunque usted crea que están dañadas, porque siempre se inclinan hacia la izquierda, esto es a propósito, para que los pueda manejar con la mano izquierda, mientras la derecha le queda libre para tomar el producto.
Espejos: Las personas caminan más despacio cuando ven superficies que reflejan, pero los negocios no abusan de ellas, porque en gran profusión pueden desorientar.
Luces: Brillantes para las frutas y verduras, tenues en las carnes y de tonos rojos en la sección de bebidas alcohólicas.
Letreros de Publicidad. En las escaleras mecánicas o en cualquier área donde el cliente lo único que puede hacer es leer.
Colores: El rojo y el amarillo se usan para destacar las novedades. El rosa, combinado con azul cielo, atrae al comprador femenino y el rojo, aliado al amarillo verdoso, conquista a los hombres y crea sensación de seguridad.
Personal interactivo: Mientras más contactos entre compradores y empleados se produzcan, más aumenta la venta media.
Música: Rápida en las horas "pico", para que nos apuremos, y lenta si el súper está vacío.
Cámaras de video: Contrario a lo que muchos creen, no sirven solamente para evitar robos, también son utilizadas para estudiar el comportamiento del cliente mientras compra.
Rastreadores: Son personas que hacen estudios de merchandising para los supermercados o las marcas de alimentos. Se le pegan al cliente desde que entra y lo siguen, anotando todas las reacciones mientras compran.
Los alimentos: Los perecederos y los básicos, como leche y pan, están siempre al fondo, así nos obligan a recorrer el local hasta el final, mientras algo se nos antoja en el camino.
Las zonas calientes: Son las de mayor compra, las que dejan más beneficios. Se trata de la entrada, el pasillo central y la línea de cajas. Aquí se colocan las grandes ofertas y los productos de compra más impulsiva.
Sobre los denominados permisos para la venta de licor denominados bodegas ambulatorias, García sostuvo que la Ley 55 de 1973 que establece los parámetros de las regulaciones del expendio de bebidas alcohólicas prevé la posibilidad de acceder a este tipo de ventas de cervezas en actividades deportivas, igualmente impone ciertos requisitos, entre estos: la presencia policial para preservar la seguridad, lugares propicios para que los asistentes hagan sus necesidades fisiológicas, entre otras.
Instó a quienes se sientan afectados por este tipo de reuniones que soliciten la presencia policial, a fin de comprobar que cuentan con los permisos pertinentes para la realización de la misma. Resaltó que estos permisos de bodegas ambulantes no se otorgan con frecuencia.
"Mas bien se dan esporádicamente y tiene un costo de 50 balboas y se da básicamente para asuntos deportivos, en aras de solventar los costos que genera el espectáculo deportivo, además hay que pagar timbres municipales y debe haber una persona responsable en caso tal se suscite algún incidente", añadió.
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