La ruta de la seda polar y el Canal de Panamá
- Juan Jované
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La República Popular de China, en su libro blanco sobre su política Ártica, ha incluido la idea de la Ruta de la Seda Polar con el fin de aprovechar esta posibilidad. Ello significa la necesidad de analizar que podría significar esto para el Canal de Panamá.

El deshielo del Polo Norte es uno de los efectos más conocidos originados por el creciente cambio climático. Este proceso, que se empezó a monitorear en la década de los años 70 del siglo pasado, ha llevado a que entre 1979 y el 2016 se perdiera el 35% del hielo ártico. Se trata de un fenómeno que, dadas las tendencias observadas, se verá profundizado en el futuro inmediato.
Un artículo, publicado por Julia Rosen en la prestigiosa revista Nature en febrero del 2017, destaca que de acuerdo con los investigadores en el 2032 el océano Ártico puede perder todo su hielo durante los meses más calientes, añadiendo que este fenómeno dislocaría todo el ecosistema de la región, generando graves problemas ambientales.
Pese a esto, algunos, con un criterio bastante miope, ven en este proceso de deshielo la posibilidad de aprovechar algunas ventajas económicas, ligadas principalmente con la extracción de las materias primas que se encuentran en el fondo del océano Ártico, principalmente del petróleo.
Es por esto por lo que la revista Foreing Affairs correspondiente a julio – agosto de 2013 incluyó un artículo de Scott Bergenson encabezado con el sugestivo título de "El próximo Boom ártico".
Entre las posibilidades que se abren con el deshielo está la apertura de nuevas rutas marinas, capaces de acortar las distancias que ahora se recorren por las vías tradicionales.
Teniendo esto en cuenta la República Popular de China, en su libro blanco sobre su política Ártica, ha incluido la idea de la Ruta de la Seda Polar con el fin de aprovechar esta posibilidad. Ello significa la necesidad de analizar que podría significar esto para el Canal de Panamá. En esto las opiniones conocidas están divididas.
Es así que para Adam Mintar, quien escribe para Bloomberg, no existe mucho a que temerle, dado que varias de las posibles rutas no estarían abiertas hasta el 2070, a lo que se agregan los altos costos de los seguros en las ya abiertas.
Entonces, según este autor, difícilmente puede darse una competencia con el Canal de Panamá. Sin embargo, si se tiene en cuenta las predicciones antes señaladas por Julia Rosen, la competencia podría aparecer más tempranamente.
Alice Woodhouse, en un artículo del Financial Times del 26 de enero de 2018, afirma que el barco de investigación Xue Long logró en septiembre pasado, utilizando el Pasaje Oeste al norte de Canadá, unir a Shanghái y Nueva York en siete días menos que la ruta tradicional que pasa por el Canal de Panamá.
Estamos frente a un fenómeno que por su importancia precisa de aclaración y debate, y es una responsabilidad de la ACP el inicio de este proceso.
Esto, sin embargo, no se ha dado. De hecho un especialista de esta institución declaró cándidamente que el "establecimiento de relaciones con China llega justo a tiempo", añadiendo que esta acción le permite a Panamá ser parte integral de la ruta de la seda".
Tampoco, desgraciadamente, se trata de un tema que haga parte de la preocupación del Gobierno, de los partidos o de los candidatos de libre postulación.
Economista
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