Opciones
La universidad como gestora de la formación profesional
La universidad históricamente como gestora de la formación profesional, enfrenta un sinnúmero de retos conceptuales y paradigmáticos que exigen transformaciones en el desarrollo de la sociedad. En este contexto evolutivo de su calidad, pertinencia y función social, que está llamada a desarrollar en la actual sociedad del conocimiento, la universidad asume e incorpora diferentes elementos que se constituyen hoy en objeto de investigación y crítica.
- Ramiro Campos/[email protected]
- - Publicado: 11/8/2017 - 12:00 am
Cuando se habla de “factores pedagógicos” se incluyen en esta categoría todos los procesos relacionados con enseñanza-aprendizaje de las tecnologías que un determinado grupo eligió como apropiada para su sistema de producción.
Todos los procesos educativos, bien como sus respectivas metodologías y medios, tienen como base una determinada pedagogía, es decir, una concepción de cómo se consigue que las personas aprendan alguna cosa y, a partir de eso, modifiquen su comportamiento. La pedagogía escogida, a su vez, se fundamenta en una determinada epistemología o teoría del conocimiento.
La universidad históricamente como gestora de la formación profesional, enfrenta un sinnúmero de retos conceptuales y paradigmáticos que exigen transformaciones en el desarrollo de la sociedad. En este contexto evolutivo de su calidad, pertinencia y función social, que está llamada a desarrollar en la actual sociedad del conocimiento, la universidad asume e incorpora diferentes elementos que se constituyen hoy en objeto de investigación y crítica. Entre otros vale mencionar el problema objeto de este estudio, que trata sobre la transformación de la educación superior e implementación de enfoques educativos diversos.
Las universidades latinoamericanas heredan varias características comunes que las distinguen de las universidades en otros lugares. Las primeras instituciones de la educación superior en América Latina se establecieron en Santo Domingo en 1538 y en México y Perú en 1551. En ese momento, el Viejo Mundo solo tenía16 de esas instituciones, y no había ninguna en lo que hoy es Estados Unidos.
El establecimiento de estas instituciones respondió a la necesidad de evangelizar y ofrecer oportunidades educativas que eran más o menos equivalentes a las de España. El objetivo era vincular las colonias culturalmente al imperio y para proporcionar formación profesional adecuada a los funcionarios públicos que necesitaba la burocracia colonial, civil y eclesiástica.
Salamanca y Alcalá de Henares, las dos universidades españolas más famosas de la época colonial, sirvieron de modelo para fundar las universidades en el Nuevo Mundo. Su influencia se refleja de alguna manera en la corriente división en universidades estatales y privadas (fundamentalmente católica) (Tünnermann 1995). La organización de las universidades nacionales de América.
América se inspiró en la tradición de Salamanca, mientras que Alcalá de Henares se considera el modelo de la universidad católica. La coexistencia de las universidades nacionales y universidades privadas de un primordialmente carácter católico dominaban el panorama de la educación superior en la región durante un largo tiempo. Es en el siglo XX hizo otro tipo de universidades privadas entran en el sector, en respuesta a la creciente demanda de educación más alta.
Un movimiento liberal en Argentina a principios del siglo XX (1918), la llamada Reforma de Córdoba, dio al latinoamericano superior una educación de sus principales características distintivas: la autonomía universitaria. También introdujo participación de los estudiantes en la toma de decisiones sobre la administración de la universidad y ha aumentado el papel de la universidad en el desarrollo social.
La mayoría de los expertos coinciden en que no hay tal cosa como un típico universitario latinoamericano, debido a que las universidades reflejan las enormes diferencias entre los países de la región. Sin embargo, comparten características que resultan al estar ubicadas en un continente dependiente, subdesarrollado en el que aún sus universidades no ha alcanzado un nivel suficiente de desarrollo científico y tecnológico para que sean centros independientes de pensamiento.
La organización actual de la educación superior de América Latina fue influenciada por los modelos europeos (principalmente españoles y franceses). El modelo básico adoptado fue el de Napoleón, lo que puede ser descrito como vocacionalmente orientado y nacional y nacionalista en la naturaleza. Como Schwartzman (1999) señala, las universidades públicas de estudiantes capacitados para las profesiones (Derecho, ingeniería, medicina), mientras que las universidades católicas proporcionaron educación general a una pequeña élite.
Parece que hay una mente abierta hacia la internacionalización en Latinoamérica. La solidaridad es un motor tradicional y sigue siendo importante para la internacionalización, tal como se expresa, por ejemplo, en el apoyo de representantes latinoamericanos de educación superior y de gobierno para la Conferencia Mundial de Educación Superior de la UNESCO, 1998.
La globalización está siendo vista negativamente, especialmente en Brasil y Cuba, donde a menudo se percibe como equivalente al imperialismo o dependencia y, por tanto, visto como una amenaza más que una oportunidad.
Existe mucha preocupación por el comercio de la educación y la aparición de nuevos proveedores extranjeros, que tienen un impacto en la dimensión internacional de la educación superior en la región, no solo a nivel institucional sino también en el nivel nacional. En combinación con la noción de autonomía de universidades americanas, estos nuevos desarrollos pueden resultar, en ocasiones, debates muy polémicos sobre el impacto de la globalización en la educación superior, particularmente en las universidades públicas.
Las opciones pedagógicas adoptadas por un determinado contexto reflejan las ideologías (y los objetivos) de ese referido contexto. Muchas veces, el interés central no está precisamente dirigido a los fundamentos epistemológicos de la pedagogía, pero sí a los efectos de su aplicación. Al mismo tiempo, el enfoque pragmático se puede observar (en Colombia y México, por ejemplo) que trata para incorporar los beneficios de una sociedad del conocimiento más global en el tradicional, cultura más nacional y autónoma de educación superior.
Catedrático Universitario & Psicopedagogo.
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