Un mensaje al corazón
Un muchacho rebelde
- Monseñor Rómulo Emiliani (Sacerdote)
- - Publicado: 14/3/2015 - 12:00 am
Monseñor Emiliani, ya en mi casa no sabemos qué hacer con este muchacho de 16 años, que es insoportable, grosero y desobediente. Su mamá está en los Estados Unidos. Su papá murió hace varios años y yo, que soy su tía, y mi mamá, que ya está anciana, nos hemos ocupado de su crianza. Su madre todos los meses nos manda un dinero que es para los gastos del muchacho. Yo también tengo mi trabajo con el que mantengo a mi madre y lo ayudo a él. Nos está llegando a la 12:00 m.n., a la 1:00 a.m. o 2:00 a.m. en algunas ocasiones. Viene con aliento alcohólico, aunque nunca lo he visto embriagado. Luego en la casa está prendido al celular. Hay muchachas que lo llaman a cualquier hora y no tiene consideración en el uso de ese medio.
No quiere ir a misa y se ríe de nosotras porque tenemos un grupo que lee la Biblia y reza el rosario. Él vive su mundo, donde tiene sus amigos y amigas que son muy herméticos. Desde hace tres años ha dado un cambio muy grande. Cuando niño era muy bueno y se acomodaba a todo lo que sus familiares le decíamos y hacíamos. Algunas veces se encierra en su cuarto y cuando al fin abre, me dice que ha estado llorando porque ya no ve a su padre ni a su madre. Solamente lo veo más tranquilo cuando ve un video de su padre o cuando le hablamos de recuerdos de él, que por cierto fue un buen esposo y papá. Se llevaban muy bien ambos.
A partir de la muerte de su papá cuando el niño tenía ocho años, la mamá se vio en la necesidad de ir a trabajar. Actualmente está en los Estados Unidos y parece que le va bien. Ella dice que con dos años más trabajando allá podrá traer un dinero para montar un negocio propio. Yo sufro por él, siento también cólera por sus malacrianzas, y esta mezcla de sentimientos me está matando. No sé qué hacer con este muchacho. Lo quiero, pero también preferiría que se fuera de casa. Cuando se enfada, por ejemplo, grita y ofende con palabras muy feas.
Sus amigos llenan algo del vacío que él siente, pero lamentablemente lo sacan de casa y están bebiendo licor. Me preocupan sus salidas nocturnas porque no tiene edad para eso
Respuesta
Estimada señora. No es fácil tratar con adolescentes, algunos en “transición turbulenta” a la juventud. A ese muchacho le hace mucha falta su papá. Por lo que veo no hay figura paterna en la casa, por lo que urge que algún tío o familiar mayor tenga más presencia en el hogar. La presencia de un varón con autoridad puede ayudar a llenar el vacío que él experimenta. Hay nostalgia de quien fue su padre y amigo. Se comprende bien una de las causas de su rebeldía. Para colmo su madre se ha ido, y aunque él sabe que es para su seguridad económica, el otro vacío allí está: no hay madre en el hogar.
Yo le suplico tenga paciencia con él. Ambas, la abuela y usted, comprendan que está pasando una gran crisis y sigan demostrando amor hacia él y que este muchacho sepa que ustedes lo quieren incondicionalmente. Sus amigos llenan algo del vacío que él siente, pero lamentablemente lo sacan de casa y están bebiendo licor. Me preocupan sus salidas nocturnas porque no tiene edad para eso; porque se está habituando al licor, además por los riesgos tan grandes que hay al salir de noche en la ciudad. Díganle a su madre que apresure su regreso y vean la manera de que este muchacho se acerque a algún grupo juvenil parroquial. Si tiene él primas o amigas o amigos que participen en la vida de la Iglesia, quizá ellos puedan ayudarlo a que se involucre en alguna comunidad juvenil y encuentre al Señor. Él atraviesa una crisis de soledad y las diversiones llenan temporalmente su vacío interior.
Me parece bien que tengan ustedes su grupo de oración, pero sugiero que sería bueno que él tuviera un ambiente un poco más juvenil en la casa. Abran su casa, siempre con orden y respeto, a los amigos de su sobrino y que en su cuarto o en algún lugar de la casa puedan escuchar su música, convivir y sentirse a gusto. En ocasiones los jóvenes se sienten rechazados porque se les regaña, se les impide oír su música y expresarse como ellos quieren. Sé que se les va la mano, pero es peor que estén fuera a altas horas de la noche buscándose problemas. Por otro lado, mantengan la autoridad en casa. Ore mucho por su sobrino que yo también lo haré y recuerde que con Dios usted es invencible.
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