Una clase de privilegiados en el gobierno de Juan Carlos Varela

Una nueva clase de funcionarios privilegiados se desarrollan en el gobierno de Juan Carlos Varela.

Se trata de militares de carrera que no solo ocupan cargos de jerarquía en las instituciones de seguridad del país, sino que además están al frente de organismos sensitivos que antes eran dirigidos por profesionales alejados de la formación castrense.

Ello sin contar con el alto presupuesto que manejan en sus respectivas carteras.

Como manera de ejemplo, el cargo de ministro de Seguridad Pública que antes era de un funcionario civil, ahora es dirigido por un uniformado en las manos de Alexis Bethancourt, quien tiene a su mando un presupuesto de 700 millones de dólares, monto que supera a lo que el Gobierno ha destinado para la educación y la salud.

En el Ministerio de la Presidencia ocurre un hecho parecido, con la figura de Rolando López, quien ocupa el cargo de jefe de la Secretaría Ejecutiva de Seguridad, un puesto que también era ocupado por un civil, el cual administra una gran cantidad de información sensitiva.

Aunque el nodo de transparencia no especifica el monto del presupuesto para el Consejo de Seguridad, lo que se sabe es que esta entidad está dentro del Ministerio que mayor presupuesto maneja; consiste en una cifra de 900 millones de dólares.

Se está volviendo a prácticas pasadas'

El tercer militar al frente de la PN en la era democrática del país

A Omar Pinzón, director general de la Policía Nacional, se le atribuye ser el tercer uniformado de carrera que está al frente de esta entidad de seguridad.

Aunque en teoría es el segundo, después de Francisco Troya, en ocupar el cargo de director general de la Policía, es a Jaime Ruiz al que se le atribuye ser el primero uniformado, aunque lo obtuvo en calidad de director general encargado.

Sin embargo, es en la administración de Omar Pinzón en la que los uniformados han logrado un mayor control, al nombrarse a dos subdirectores generales.

Está Javier Castillo, quien ocupa el cargo de subdirector general, y David Ramos, quien dejó la secretaría general para convertirse en el primer subdirector general penitenciario.

Esta designación detuvo el plan de sacar a los uniformados de las cárceles para designar a estas unidades en la misión a la que por ley están designados, que es el de seguridad ciudadana.

Rolando López Pérez, el mejor premiado por Varela

A Rolando López Pérez se le considera el poder detrás del presidente Varela, nombre que se ha ganado, luego de revelarse que fue en el despacho superior del Consejo de Seguridad en donde se armaron los expedientes de los pinchazos telefónicos.

Es considerado el funcionario que mayor salario devenga en el Gobierno, además de tener el control de la UAF, Ministerio de Seguridad y el SPI, tendrá a su mando un centro de capacitación de agentes de inteligencia.

El nombre de López surge tras el proceso de los pinchazos telefónicos que dieron con la detención de Gustavo Pérez y Alejandro Garuz. El primero en mención permanece detenido mientras que el segundo terminó grave en el hospital, tras activársele el cáncer que padece. Este expediente provocó un escrito de acusación de parte del magistrado de la Corte Harry Díaz y en contra de Ricardo Martinelli.

Datos

3 nuevos cargos para militares con los nuevos organismos en el Consejo de Seguridad.

2 subdirectores en la Policía Nacional, sus sueldos superan lo que gana un ministro de Estado.

Para Miguel Antonio Bernal, abogado constitucionalista y quien fuera perseguido y hasta encarcelado durante la dictadura militar, considera que en el gobierno del presidente Juan Carlos Varela "estamos volviendo a esa época, cuando había una clase de uniformados que gozaba de privilegios y prebendas".

Las palabras de Bernal se refuerzan con los datos obtenidos en el nodo de transparencia, en donde se comprueba que los oficiales de alto rango que en estos momentos ocupan cargos en el gobierno de Varela, devengan salarios superiores a los que por ley se les paga a un ministro de Estado.

Tal es el caso del secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad, Rolando López, quien de acuerdo con el nodo de transparencia de la Presidencia de la República, es el funcionario mejor pagado con un salario de $10 mil mensuales.

Este salario representa una diferencia de 3,000 dólares más con respecto a lo que recibe un funcionario con rango de ministro de Estado, que es de 7,000 dólares. Esto dividido a razón de $3,500 como salario base y otros $3,500 en gastos de representación.

Pero el sueldo no es todo, a ello se suma la concentración de poder de este funcionario, considerado uno de los asesores más cercanos al presidente Juan Carlos Varela.

Recientemente el presidente Varela firmó un decreto que autoriza la creación de tres organismos que estarán bajo el paraguas de la Secretaría del Consejo de Seguridad y que serán dirigidos por militares de carrera.

Entidades que según los decretos por los que fueron creadas, buscan perseguir y prevenir el delito del terrorismo, en dos de estas, y la tercera dependencia del Consejo de Seguridad es una Academia para entrenar a uniformados en materia de Inteligencia.

Para Bernal estos tres organismos de seguridad "no armonizan con las políticas de seguridad ciudadana basadas en los derechos humanos".

José Raúl Mulino, quien fuera ministro de Seguridad en el gobierno de Ricardo Martinelli, considera innecesario que se haya creado una Academia de Inteligencia en el Consejo de Seguridad, cuando en la Policía Nacional se realizan estos entrenamientos.

Pero el secreto mejor guardado del Gobierno es el salario que devenga el ministro de Seguridad, Alexis Bethancourt.

Al tratar de entrar al nodo de transparencia del Ministerio de Seguridad, se demuestra que la planilla no ha sido actualizada desde el mes de marzo, cuando los titulares de esta cartera eran Rodolfo Aguilera y Rolando Donadío, ministro y viceministro de Seguridad, respectivamente.

Lo que sí es cierto es que Bethancourt antes de llegar a ser ministro era el director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF). Él llegó a ese cargo sensitivo de la mano de su jefe, Rolando López; ambos trabajaban en la Dirección de Investigación Policial (DIP) de la Policía Nacional.

Bethancourt en la UAF tenía el poder de revisar cuentas bancarias y acceso a un monitoreo de los movimientos de cuentahabientes de cualquier entidad financiera, una ficha clave para las pretensiones del Gobierno de darle forma a los procesos penales contra funcionarios de la pasada administración.

Ahora su reemplazo es Alejandro Melo Tuñón, un militar de carrera que estudió con Alexis Bethancourt en la Academia Militar de Argentina.

Melo Tuñón aparece en el nodo de transparencia de la Presidencia devengando un salario de $6,000. Un sueldo igual al que devenga un viceministro de Estado.

Pero el círculo de amistades entre militares que ocupan cargos de jerarquía en el gobierno de Varela no se limita en estas instituciones, también llegan a la Policía Nacional.

Tal es el caso de Omar Pinzón, quien devenga 8,000 dólares mensuales.

Fuentes de las fuerzas castrenses aseguran que Omar Pinzón forma parte del círculo cero de López.

"A ellos los une una gran fraternidad que viene de Veraguas, la tierra natal de ambos oficiales", agrega la fuente.