Ignorancia sobre un presidente

Al acercarse el Primer Centenario de la República veo surgir publicaciones que hablan sobre la Historia de Panamá, la construcción del Canal y además, la vida y obra de presidentes que gobernaron nuestro país. Llegando a este tema de los gobernantes, pregunto, ¿qué sabemos, como panameños, del primer presidente que tuvo Panamá? La respuesta que obtendría, con suerte, de cualquier persona sería: "Manuel Amador Guerrero". Pero lo absurdo es que sólo llegaríamos hasta allí. No podríamos avanzar más. No conocemos acerca de su trabajo y su labor en esta tierra. Tampoco sabemos de su familia, ni de sus hijos o mucho menos de la descendencia que dejó, y que aún se mantiene con vida. Es triste ver cómo copiamos los patrones norteamericanos en cuanto a la música, la moda, lo que está "in" y lo que está "out", y en cambio obviamos lo que sí deberíamos copiar, como por ejemplo el amor que demuestran los "gringos" por su bandera, el himno y su historia; la importancia que le dan a George Washington y los presidentes que ha tenido Estados Unidos; nosotros no lo tomamos en cuenta. Por esa sencilla razón y con conocimiento del tema, paso a llenar algunos vacíos de historia sobre "El Primer Jefe Constitucional del Estado Panameño", no sólo por ser uno de sus únicos familiares en grado directo de consanguinidad, sino para contribuir a disminuir la ignorancia histórica que poseemos sobre uno de nuestros grandes próceres.
Manuel Amador Guerrero nació en la población de Turbaco, en Cartagena de Indias, Departamento de Bolívar, en Colombia. Vio la luz de este mundo el 30 de junio de 1833, fruto de José María Amador y Leguina con María Mercedes Guerrero y Córdoba. Tuvo varios hermanos y fueron ellos Juan de Dios Gregorio, Mercedes, Celestino Nicanor, Vita y José. Murió el 2 de mayo de1909. Luego de graduarse de médico, vino al Departamento de Panamá a trabajar en junio de 1854, destacándose su labor al servicio del Ferrocarril de Panamá. Además, estableció con su hermano mayor, Juan de Dios, la compañía Amador Guerrero Hnos., donde ambos desarrollaron su etapa de comerciantes con algo de éxito. El "Primer Presidente", fue un hombre político desde temprana edad y se afilió al Partido Conservador.
En Santiago de Veraguas se une con María de Jesús Terreros y nace su primer hijo varón, Manuel Encarnación Amador Terreros, el 25 de marzo 1869, creador de la Bandera Nacional. Ideó el lenguaje universal "Fundaments of Panamane", además de ser un dibujante y pintor extraordinario. Sus mejores obras van desde 1910 a 1914. Algunos de sus discípulos en este arte fueron Ricardo Conte Porras y Olga Sánchez Borbón.
Manual Amador Guerrero contrajo matrimonio en 1875 con María Ossa Escobar, contando ella con 20 años de edad. Nacen sus hijos Raúl Arturo y Elmira María Amador Ossa. Raúl Arturo estudió medicina en Nueva York, donde sirvió a Panamá como cónsul y tuvo sólo hijos con Jenny Smith. Por su parte, Elmira María se casó con William Ehrman, uno de los dueños de la Compañía Bancaria Ehrman, de gran poder en la época.
De la descendencia de Manuel Amador Guerrero contamos con dos mujeres, residentes en Estados Unidos, que tienen 81 y 73 años de edad. Son la representación directa del presidente, por ser sus bisnietas. Y aunque Alix y Suzanne Amador no nacieron en esta tierra, aman sus orígenes y el recuerdo de su bisabuelo, memorándolo con amor y regocijo, gracias a los invalorables recuerdos que poseen.
Antes de convertirse en Presidente de Panamá en 1904, Manuel Amador Guerrero trabajó, como médico abnegado, 29 años en el Hospital Santo Tomás, de los cuales laboró gratis 19. Amador Guerrero gozó del cariño, respeto, amor y simpatía de sus amigos. Entre los más allegados figuraron miembros de la Junta Revolucionaria, en especial José Domingo de Obaldía, posteriormente, Presidente de Panamá. En su período presidencial, teniendo 70 años de edad, Amador Guerrero, el "Fundador de la República", trabajo en obras para el beneficio público, como la apertura de las relaciones internacionales de Panamá, los cambios del sistema tributario y rentístico del país; estableció el Balboa como moneda nacional, y en su administración se determinaron los símbolos de la Patria. Mientras vivió, fue un ser humano que luchó por sus ideales y los de muchos panameños que deseaban libertad. Nos dejó, con la ayuda de otros héroes, una nación. Panamá le costó esfuerzo, dedicación y sacrificio.
La mayor lección que como panameños podemos aprender, de este colombiano, más panameño que muchos que conozco, es luchar por nuestros ideales con honradez, dignidad y justicia. El vivió con optimismo la lucha separatista de1903, sufriendo desventuras que lo llevaron a perder la esperanza, pero nunca se rindió.
Oigo hablar de nacionalismo, de transparencia y de herencia revolucionaria, pero ¿cómo podemos vivir y poner en práctica estos valores, cuando estamos rodeados de desinformación, patrañas, leyendas negras y mentiras que manchan la reputación de nuestros próceres y su labor al permitirnos estrenar nuestra vida republicana? Creemos más en lo que dicen y escriben los extranjeros sobre nuestros próceres y su historia, en libros como "Path Between the Seas" y "How Wall Street Created a Nation", por mencionar algunos, y no le damos importancia a textos, ensayos y publicaciones de panameños como Octavio Méndez Pereira, Juan David Morgan e Ismael Ortega Brandao. Ellos no pisan la reputación de nuestros próceres, no mancillan su dignidad diciendo que "usaron dinero norteamericano" para resarcirse económicamente y venderse "a los intereses personales de Estados Unidos y Theodore Roosevelt". Espero que la memoria de Manuel Amador Guerrero no muera. Que las futuras generaciones recuerden que hubo un hombre que se entregó por nuestro país, que se atrevió. Que honró la tierra que lo acogió en su seno, para darnos una patria libre y soberana, aunque muchos históricamente, con actitudes mezquinas, quieran a través del tiempo mancillar su memoria, la de aquel que en verdad fue y será EL PRIMER PANAMEÑO.