Panamá
Crónica de una pandemia de mentiras
Finalmente, en medio de la supuesta pandemia, han salido ahora con el falso discurso de la huella de carbono, del cambio climático.
- Silvio Guerra Morales.
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- - Actualizado: 24/2/2023 - 12:00 am
Finalmente, en medio de la supuesta pandemia, han salido ahora con el falso discurso de la huella de carbono, del cambio climático, de los alimentos que matan y contaminan, y con ello continuar sembrando el pánico, el terror, el miedo intenso en la población, porque ellos, los del nuevo orden –NOM y FEM- se presentan como los "salvadores" del mundo.
Pero, las mentiras caen, solas se quedan desnudas y expuestas, porque los pueblos gritaron altisonantes el gran fraude hecho a las naciones o más bien, a la población mundial que se percató de que todo había sido una farsa, todo había sido un manejo perverso para gobernar al mundo, gobernar a la población, crear un supuesto gobierno universal y controlar hasta el modo de andar de los ciudadanos.
No hubo que hablar demasiado. Los hechos hablaron por sí solos. Resultó ser, entonces, que los que estaban inoculados con estas famosas vacunas de las Big Pharma empezaron también a contagiarse de Covid/19 y también se morían. Los que decidimos no inocularnos con la vacuna de la mentira, de la maldad, si nos dio el Covid salimos adelante con los remedios y las curas de la abuela, y aquí estamos, formando parte del grupo de personas que denuncian las mentiras y el plan macabro del NOM.
Tampoco tuvo que pasar mucho tiempo para que los grandes jerarcas de estas casas farmacéuticas empezaran a confesar, presionados por políticos serios y honestos de parlamentos europeos y de América, que todo fue parte de una gran mentira, de un gran crimen contra la humanidad y una de esas jerarcas, llegó a decir que la famosa vacuna nunca fue testada, probada, siendo ello condición necesaria para saber, a ciencia cierta, si la inoculación era o no efectiva y eficaz para combatir el COVID 19.
El breve análisis que presentamos, es un retrato, en blanco y negro, del terror. Ni las películas de terror de los grandes productores de Hollywood podrían compararse con este serie: Y digo serie porque es una película de terror que nos llega en episodios o en capítulos, bien definidos, que nos permiten hilar y razonar sobre esta patraña, la pandemia de la mentira, del robo, de la muerte. No causada por el Covid/19, sino por quienes se llaman los "poderosos de la tierra" y que en número, según se dice, no pasan de ser más de 150 personas. Son ellos los que controlan el movimiento económico, cultural, literario, el movimiento ético, la tecnología, hasta los alimentos sobre el planeta tierra.
¿Qué sucede?. Pues que habiéndose dado cuenta la población mundial, en Panamá igual, de todas estas grandes mentiras, aun hay gobiernos, como el panameño, que siguen siendo cómplices, de este robo descarado a los erarios públicos de las naciones, por parte de las Big Pharma, y es así que se hacen cómplices primarios, coautores, del crimen contra la humanidad, y aunque saben que participan de un programa criminal, fraudulento y deshonesto, persisten en comprar el veneno que inoculan a la población senil, adulta, infantil, juvenil.
Los medios de comunicación, los dueños de las grandes redes sociales lo sabían desde un principio, pero se trataba de sembrar el pánico y el caos y nada mejor para dirigir y controlar a un ser humano que poniéndolo frente al monstruo de la muerte. Ofrecieron salud y vida, pero falsamente, con engaños. Pues aconteció que las vacunas para nada sirvieron y que, lejos de causar bien, son las causantes de cientos y miles de enfermedades y muertes en todo el mundo.
Los autores de esta gran farsa tendrán que pagar, más temprano que tarde, sentados en el banquillo de los acusados, el dedo acusador de la inocencia, el dedo acusador de la pureza, el dedo acusador de la buena fe, el dedo acusador de la cristiandad, los señalará a ellos como autores y culpables de este genocidio, y así, aunque nos amenacen con aniquilar nuestros derechos fundamentales, nuestros derechos humanos, sabemos que quien libra la batalla y es el dueño de ella, es solamente Dios, quien nos defiende y sale siempre en pro de lo justos, de los buenos, de las almas nobles.
¡Dios bendiga a la Patria!
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