Análisis
El periodista panameño, presa fácil de la delincuencia
... estas incomprendidas condiciones laborales ponen a los periodistas de crónica roja en la mira del asesino. En muchos casos, al momento de una cobertura noticiosa en la que se ven implicados delincuentes menores de edad, los familiares de estos amenazan...
- Miguel Ángel Sánchez
- /
- [email protected]
- /
- - Publicado: 07/11/2017 - 12:00 am
No es para nadie un secreto que uno de los principales flagelos que azota la sociedad panameña es la delincuencia juvenil. Las cifras estadísticas, aunque reflejen números más bajos comparados con el pasado año, todavía indican que los problemas están latentes. También es de conocimiento público que la mayoría de los involucrados en los actos criminales de asesinato son jóvenes y hasta niños con edades entre los 9 y 17 años. Quisiera tener en este artículo las líneas suficientes para profundizar sobre lo delicado del tema y del por qué están los jóvenes involucrados en pandillerismo y el crimen organizado. Sin embargo, me concentraré en resaltar un aspecto muy importante que tiene que ver directamente con algunos de los actores que cobran protagonismo inmediatamente después de cada suceso, los periodistas.
La opinión pública, poco conoce sobre el trabajo del periodista "freelance" o suplidor de contenido noticioso para un medio de comunicación. En el interior del país, esta figura se aplica a la mayoría de los periodistas que finalmente se definen como independientes. Este sistema de trabajo admitido contra su voluntad está sometido a condiciones especiales de salario. No obstante, lo más delicado del estatus es que no cuentan con un seguro de vida ni mucho menos gozan de los beneficios de la seguridad social.
Es evidente que estas incomprendidas condiciones laborales ponen a los periodistas de crónica roja en la mira del asesino. En muchos casos, al momento de una cobertura noticiosa en la que se ven implicados delincuentes menores de edad, los familiares de estos amenazan verbalmente y con manotones y empujones atentan contra la vida e integridad del periodista que está cubriendo el hecho. Todavía no conozco un caso en el que un dueño de medios de comunicación se haya visto amenazado por un criminal. Lo que deja claro que el personaje más propenso es el periodista de calle.
El pasado sábado en la ciudad Salt Lake, estado de Utah, en los Estados Unidos, en el desarrollo de la asamblea general número 73 de la Sociedad Interamericana de Prensa, cada país miembro presentó su informe sobre la libertad de expresión y prensa, enfocados en su realidad. En estos informes, los representantes de Colombia, México, Guatemala, Brasil, entre otros, hicieron mayor énfasis sobre los casos de periodistas asesinados a manos de la mafia. Hasta mayo de este año, la cifra de periodistas muertos asciende a 18, de ellos 10 son mexicanos.
Panamá, por supuesto, no está en la lista de países con casos de periodistas asesinados. No obstante, aunque en menor escala, el crimen organizado en nuestro país, comparado con México, tiene las mismas características. A pesar de ello, debemos estar conscientes de que no somos inmunes de las manos asesinas de los delincuentes y más aún, cuando sabemos que estos criminales no tienen ningún tipo de sentimiento o conciencia humana, que influya antes de tomar la decisión de apretar el gatillo y acabar con la vida de una persona inocente.
Al no contar con un protocolo de seguridad por parte de las autoridades policiales panameñas, que protejan al periodista cuando está desarrollando su trabajo, la situación se hace más compleja. En consecuencia, nosotros los periodistas debemos tomar las medidas de precaución para prevenir un atentado criminal de parte de la delincuencia organizada en Panamá.
Periodista
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.