En pocos segundos, el papa Francisco emocionó a los panameños

Francisco, luego de 13 horas de vuelo, bajó con dificultad las escaleras, tomó el solideo en sus manos y tocó suelo panameño, a las 4:33 p.m. para convertirse en el segundo papa en visitar Panamá.

El sumo pontífice fue recibido por el presidente Juan Carlos Varela y su esposa, Lorena Castillo, y tras escucharse los himnos de la Santa Sede y Panamá, conoció a los ministros, quienes, uno a uno, lo saludaron.

Fue un acto breve, que no le impidió a Jorge Mario Bergoglio romper el protocolo, como es tradicional, y aproximarse a saludar al público asistente, ubicado en unas gradas acondicionadas para la ocasión, en la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de Tocumen.

Recorrido

Los encargados de la vialidad y seguridad habían previsto que el recorrido de bienvenida de Francisco duraría dos horas, y cumplieron.

El papa se trasladó en un vehículo negro y salió de la terminal cerca de las 5:00 p.m.

Recorrió, rápidamente, la vía Tocumen, hasta que cerca de El Parador, un ciudadano intentó romper el cerco de seguridad, lo que fue impedido por los agentes.

Esto no disminuyó el ritmo del traslado y a las 5:34 p.m. se cambió al papamóvil, a la altura del hospital San Fernando.

1

hora duró el recorrido del papa Francisco desde Tocumen hasta Clayton.

4

actividades tendrá hoy el papa. A las 5:30 p.m. se reunirá con los peregrinos en la Cinta Costera.

Durante el trayecto, las miles de personas que lo esperaban se emocionaron con los breves segundos que tuvieron para observarlo.

El papa en ningún momento se detuvo y cuando debía retomar su viaje en vehículo, prefirió no hacerlo, rompiendo nuevamente el protocolo y decidió llegar a la Nunciatura, en Clayton, en el papamóvil, a las 6:00 p.m.

En su andar, pasó por la capilla San Juan Pablo II, en el lugar exacto en el que su predecesor ofició la misa, cuando visitó Panamá, el 5 de marzo de 1983.

Unos niños recibieron a Francisco en la entrada de la sede diplomática del Vaticano, junto a otras personas, pero el papa entró al recinto, sin pronunciar palabra alguna.