variedades
El Día de la Mujer no es una celebración
El Día de la Mujer, algunos lo toman pensando que es una especie de celebración alegre. Sin embargo, el verdadero origen esta lejos de ser un motivo para sonreír o inflar globos.
Redacción / @PanamaAmerica - Actualizado:
El Día de la Mujer no es una celebración
En 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Dos años después se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. En Estados Unidos se celebra oficialmente solo desde 1994, a pesar de que en aquel país se encuentran los orígenes de esta conmemoración. La explicación más creíble se enmarca en plena revolución industrial: el 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras textiles decidió salir a las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones laborales. Sería una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Más tarde el 25 de marzo de 1911 se incendió la fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York que dejo un total de 123 mujeres y 23 hombres muertos. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y 23 años. VER TAMBIÉN: Cinco canciones con poderosas frases para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Fue el desastre industrial más mortífero de la historia de la ciudad y supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en EEUU. Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Los trabajadores no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos. La compañía Triangle Waist se dedicaba a la creación de blusas de mujer y era en muchos sentidos, un ejemplo de explotación. Los dueños habían dejado en manos de subcontratistas la responsabilidad de sostener la plantilla laboral, la mayoría de ésta formada por inmigrantes que no podían quejarse de las condiciones de trabajo por temor a ser despedidas. De esta manera, los jefes podían imponer largas jornadas sin condiciones de seguridad, ni paga justa. Nadie vio venir que ese sábado 25 de marzo, cuando la fábrica Triangle Waist estaba a punto de terminar su actividad del día, un incendio se desataría en los pisos superiores del edificio Asch, en el cuál estaba ubicado la maquila. Las mujeres atrapadas en el noveno, octavo y décimo piso, rápidamente entraron en pánico. Algunas chicas intentaron abrir la puerta de emergencia, sin éxito ya que la salida había sido cerrada. Se sospecha que fueron los dueños quienes bloquearon esta vía para evitar robos de las trabajadoras. Aquellas que lograron salir por una escalera de emergencia no corrieron mejor suerte, ya que la estructura endeble colapsó por el exceso de peso. Finalmente, hubo un grupo que se quedó dentro del edificio en espera de los servicios de emergencia. Pero cuando la ayuda finalmente llegó, los bomberos se dieron cuenta de que no podían hacer mucho ya que las escaleras no llegaban a la altura suficiente para sacar a las víctimas y las mangueras no expulsaban agua lo suficientemente alto. Desesperadas, muchas jóvenes prefirieron saltar de las ventanas que morir quemadas, ante la impotencia de los vecinos y reporteros que miraban desde abajo. De las 500 empleadas, 146 perdieron la vida en aquél horrible día. Algunas eran apenas adolescentes, las más jóvenes de 14 años. Las semanas después de apagar las llamas conmocionaron a toda la ciudad. Mientras se identificaban a las víctimas, las iglesias y otros centros de oración se llenaron con ciudadanos devastados por el suceso. Finalmente la tristeza comenzó a ser reemplazada con enojo y se generaron protestas masivas para reclamar un juicio contra los responsables. En diciembre de 1911, los socios dueños de la empresa, Isaac Harris y Max Blanck fueron enjuiciados por el incendio. El proceso duró sólo veintitrés días y finalmente un juez declaró a los empresarios inocentes, a pesar de los gritos de protesta de los familiares de las víctimas que estaban en la sala de testimonios. Después del veredicto, algunos de los familiares de las fallecidas y sobrevivientes presentaron demandas grupales contra los dos socios. El 11 de marzo de 1914, tras una agotadora pelea legal, los empresarios llegaron a un acuerdo con los afectados y pagaron la ridícula cantidad de 75 dólares por cada vida perdida en el incendio. En el año 1910, la Internacional Socialista proclamó el Día de la Mujer a nivel internacional en una reunión en la ciudad de Copenhague. El objetivo de esta cita, a la que asistió más de 100 mujeres de 17 países del mundo, era conseguir el sufragio femenino universal. El propósito se logró y se aprobó la propuesta, de manera unánime, convirtiéndolo en el hecho político más importante y trascendental obtenido por un grupo liderado solo por mujeres. VER TAMBIÉN: Historias que inspiran Antes de esta fecha, en EEUU, el 28 de febrero de 1909 Nueva York y Chicago ya habían acogido un acto que bautizaron con el nombre de 'Día de la Mujer', organizado por destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt. Cinta morada El color morado es el color representativo del Día de la Mujer, y el que adoptan las mujeres o los edificios como signo de la reivindicación. Fue el color que en 1908 utilizaban los sufragistas ingleses. En los 60 y los 70 las mujeres socialistas escogieron este color como símbolo de la lucha feminista y posteriormente se le asoció a la jornada que se celebra cada 8 de marzo. Conmemoración Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres como Clara Zetkin o Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes: marzo. La celebración se fue ampliando progresivamente a más países. Rusia adoptó el Día de la Mujer tras la Revolución rusa de 1917. Le siguieron muchos países. En China se celebra desde 1922, mientras que en España se celebró por primera vez en 1936.