Manny Pacquiao se vuelve hablador para viejo
El veterano púgil filipino, que vaticinó que su pelea de hoy ante Keith Thurman no llegará a los 12 asaltos, ahora está más dispuesto a opinar sobre su deporte y sus tendencias políticas.
El senador filipino de 40 años antes evadía largas conversaciones en inglés, pero ahora se siente más cómodo con el idioma. AP
El boxeador filipino Manny Pacquiao ha estado expresándose más que nunca en las postrimerías de una carrera profesional de 25 años y sigue así incluso mientras enfrenta una pelea que pudiera poner fin a su resurgir.
Antes de una reciente sesión de ejercicios en el Wild Card Gym, Pacquiao pronosticó una victoria por nocaut cuando entre al cuadrilátero para medirse al campeón wélter invicto Keith Thurman, esta noche en Las Vegas.
"Pronostico que hay un gran porcentaje de que la pelea no durará los 12 asaltos", dijo Pacquiao.
El astro filipino nunca ha sido de alardear, y solamente ha noqueado a uno de sus últimos 15 oponentes en la última década, una estadística increíble para aquellos que aún ven a Pacquiao como la fuerza demoledora de sus mejores años.
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La creciente comodidad de Pacquiao con la oratoria pública tiene también un lado feo y dañino. Ya perdió el patrocinio de Nike y significativo apoyo mundial de fanáticos con una despiadada retórica anti gay aparentemente basada en su conversión a la fe evangelista.
Pero esté en Hollywood o en Manila, las palabras de Pacquiao ofrecen una fascinante mirada a su determinación de seguir hasta que alguien lo frene, en boxeo y en la política, donde se piensa que es un posible sucesor del presidente Rodrigo Duterte.
"No pienso en otra cosa, sino en el cuadrilátero. En el boxeo todo lo es concentración y trabajar duro. El boxeo se trata de cuánto te castigas", comentó.