La calificadora Moody’s monitorea las políticas fiscales de Panamá
El país mantiene una calificación de Baa3 negativa desde noviembre de 2024 debido a su fuerte deterioro fiscal y aumento material de la carga de intereses.
Panamá se mantiene al filo del grado de inversión, según Moody’s Rating. Foto: Pexels
Pese a que las autoridades actuales heredaron una situación fiscal complicada, las proyecciones de Moody’s Rating sobre el grado de inversión de Panamá son favorables aunque dependen de la evolución de temas importantes como la institucionalidad, ejecución presupuestaria, contención de la deuda, ley de interés preferenciales, reducción del déficit, generación de empleos y reactivación de los sectores productivos.
La complejidad económica de Panamá, a juicio de Renzo Merino, vicepresidente senior de crédito soberano y riesgo de Moody’s Rating, se debe a la falta de manejo fiscal de la anterior administración, eso aunado a los gastos y atraso de pagos millonarios llevaron a un déficit fiscal abultado que deterioró las métricas de deuda del Gobierno.
Esta situación provocó que las autoridades tomaran medidas urgentes como las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS) y la reducción del gasto, sin embargo, se está a la espera de que implementen otras medidas para apoyar la reducción del déficit hacia el futuro.
“Van a ser indicadores para ver si el deterioro en la fortaleza fiscal se va a detener este año o el próximo, lo que confirmaría si veremos un cambio en la institucionalidad de la política fiscal en Panamá luego de un periodo donde el manejo fue subóptimo”, dijo.
Merino destacó que Panamá no es el único país en esta situación, ya que, Mauricio y Rumania también se encuentran en el rango de Baa3 negativo debido a que tienen mayores presiones fiscales, no obstante, su degradación dependerá de sus acciones ante dichas problemáticas.
“Hemos visto pasos positivos este año; vamos a esperar en los próximos meses, sobre todo en el contexto del debate del presupuesto y otras medidas que se puedan adoptar para ayudar a la reducción del gasto e incrementar los ingresos”, aseveró.
La calificadora de riesgo indicó que se mantendrá monitoreando la implementación de políticas públicas para atender los puntos de presión, la mina, el rol del Canal en el conflicto de Estados Unidos y China y el ajuste fiscal del Gobierno durante el restante del año, ya que, esto les indicará la capacidad que tienen para controlar el gasto.
El director de planificación financiera y servicios estratégicos, Eric Molino Ferrer, agregó que las recaudaciones de impuestos se relacionan directamente con el nivel de empleo en el país, por ello, se debe apostar a su reactivación a través de grandes proyectos de infraestructura como la construcción de puertos, gasoducto, líneas del Metro y la mina.
Indicó que, aunque Panamá se encuentra en un punto de “inflexión”, se mantiene optimista ante su futuro fiscal, entendiendo que existen “temas domésticos” que deben atenderse de manera oportuna para garantizar una estabilidad financiera.
“La administración actual ha tratado de enfocarse en que se siga un Estado de derecho, no permitir que haya cierres de calles para que pueda continuar la actividad económica, eso yo lo veo como positivo y lo que nosotros necesitamos es inmediatez. El futuro se ve muy prometedor”, aseveró.