GenAI en seguros: de la promesa a la realidad
GenAI en seguros: de la promesa a la realidad
La espera terminó: la inteligencia artificial generativa (GenAI) ya no es promesa, es realidad. Y en el mundo de los seguros marca un punto de inflexión. La pregunta ya no es si cambiará la manera en que gestionamos riesgos, siniestros o la relación con el cliente, sino cómo y a qué velocidad estaremos preparados para capturar su valor.
Lo interesante de GenAI es que no reemplaza a la inteligencia artificial tradicional: la complementa. Amplía el universo de lo posible agregando capacidades conversacionales, razonamiento, generación de contenido personalizado y desarrollo de código entre otros. Estas funciones no son accesorios, son cimientos sobre los que se están redefiniendo procesos enteros en la industria de seguros.
La evolución más relevante está en el salto de los agentes autónomos a los sistemas multi-agentes. Mientras los primeros se limitan a flujos predefinidos con baja flexibilidad, los segundos permiten orquestar interacciones complejas entre agentes especializados que observan, planifican y actúan de manera dinámica. El impacto potencial es enorme: desde la automatización punta a punta de procesos hasta la hiperpersonalización de productos y experiencias.
Y no hablamos de teoría. Datos de la industria muestran impactos concretos: mejoras de 2% a 4% en el indicador combinado de riesgo, precio y conversión; eficiencias de hasta 70% en procesos internos y 3X veces mayor velocidad en el desarrollo de productos. En un sector donde las décimas definen la rentabilidad, estas cifras son ventajas competitivas palpables.
La aseguradora del futuro no es una utopía. Será ágil, personalizada y centrada en la prevención. Un cliente podrá resolver todo con un “asesor IA” que combine voz, texto y soluciones instantáneas; recibirá recomendaciones personalizadas en tiempo real y tendrá una relación fluida y natural con su aseguradora. Esa será la diferencia entre compañías líderes y rezagadas.
Pero alcanzar ese futuro no depende solo de algoritmos y tecnología. El 70% del esfuerzo debe estar puesto en la transformación de procesos y las personas que los conducen. El éxito radica en cómo desplegamos, rediseñamos e inventamos: primero automatizando tareas cotidianas; luego repensando funciones críticas como la suscripción o la resolución de sinistros; y finalmente creando productos y servicios que hoy ni siquiera imaginamos.
Esto requiere disciplina: una ambición clara y top-down; sponsorship fuerte desde el negocio; financiamiento ligado al retorno de inversión; métricas rigurosas para capturar valor; y, sobre todo, gestión del cambio enfocada en la adopción cultural y el desarrollo de nuevas capacidades en las personas. Porque ningún algoritmo genera impacto si la organización no está dispuesta a cambiar su manera de trabajar.
La GenAI no es una moda ni un gadget más en la agenda tecnológica. Es una ola transformadora que está redefiniendo los seguros desde sus cimientos. Los líderes que entiendan esto no solo optimizarán operaciones, sino que reconfigurarán su propuesta de valor hacia los clientes, creando aseguradoras más atractivas, simples y comprometidas.
El momento de actuar es ahora. La diferencia entre quienes lo hagan con decisión y quienes se limiten a observar marcará la frontera entre los protagonistas de la nueva era del seguro y aquellos que quedarán atrapados en un modelo que ya no responde al futuro.